miércoles, mayo 31, 2006

El Espacio Europeo de Enseñanza Superior y la Guerra de las Galaxias

¿En qué se parece el Espacio Europeo de Enseñanza Superior (el plan de Bolonia) y la Guerra de las Galaxias? En que en los dos primero te cuentan el final y después ya se ocuparán del comienzo. En la Guerra de las Galaxias primero hicieron las películas que, cronológicamente, van de la cuarta a la sexta. Más de viente años más tarde, filmaron la trilogía que constituye el comienzo de la historia.

Con el EEES algo parecido va a suceder. Las universidades ofrecerán 800 posgrados adaptados a Europa el próximo curso. ¿Cuántos grados adaptados a Europa (o lo que en España se ha entendido como adaptación) habrá el curso 2006/2007? Ninguno, absolutamente ninguno. Todavía se están elaborando las propuestas de títulos; es, sencillamente, imposible que para el próximo curso se pueda implantar cualquier titulación ya adaptada a Europa.

Para nuestro sistema universitario resulta posible establecer programas para posgrados sin saber cuáles son las competencias mínimas terminales que se espera que los alumnos consigan al terminar el grado. No sabemos con qué conocimientos y habilidades va a llegar un alumnos al posgrado, pero sí sabemos cómo diseñarlo. Sorprendente.

Cualquier reforma así planteada, simplemente, no es creíble. ¿O quizás es que la reforma es pura fachada?

martes, mayo 30, 2006

La distribución de profesores y la calidad educativa

La inteligencia de los chavales, su motivación por el estudio, la implicación de los padres, el número de repetidores, el estatus sociocultural, la proporción de inmigrantes, la cantidad de niños con conductas disruptivas... las miles de variables que podamos contemplar para definir la dificultad para impartir clases no se distribuyen al azar entre colegios y grupos. En algunos centros (o aulas) se juntan dificultad tras dificultad, mientras que en otros todo parece conjurarse para que ser profesor sea coser y cantar.

La variabilidad también está presente en las capacidades y motivaciones de los profesores. Algunos están especialmente dotados, mientras que otros, pese a tener plaza de funcionario, apenas llegan a saber hablar en público. En líneas generales, cabe aceptar que una mayor experiencia hace más capaz a un profesor. Sólo así se puede explicar un sueldo que se va incrementando por número de añso de ejercicio, vía trienos y sexenios.

¿Cómo distribuir profesores por centros? Habrá que plantearse, antes de nada, los objetivos del sistema educativo. ¿Queremos que los alumnos en centros o clases más complicados tengan los mejores profesores? No parece descabellado. Uno ajusta la capacidad de los docentes a las demandas del contexto. Pero alguien podría aducir que es implica discriminación: los alumnos de ambientes y condiciones más favorables también merecen profesores muy capaces, para así poder desarrollar sus habilidades tanto como sea posible. A fin de cuentas, sus padres también pagan sus impuestos. Desde esta perspectiva, habría de garantizarse que la distribución de capacidades de los profesores fuera la misma, independientemente de los condiciones de los alumnos con los que trataran.

¿Y qué opinarían de un sistema educativo que hiciera que los alumnos de condiciones más 'adversas' fueran los que tuvieran los profesores menos capaces o, cuanto menos, los de menos experiencia? Porque este es, precisamente, el sistema educativo español.

Hay, básicamente, tres tipos de profesores: los interinos, los provisionales y los definitivos. Los interinos no son funcionarios y están para cubrir los puestos que no cubren los otros dos tipos. Los provisionales son funcionarios, pero no tienen una plaza 'en propiedad'. De año en año pueden ir cambiando de centro. Los definitivos, funcionarios también, ya pueden establecerse por los restos en el mismo centro. Los 'puntos' son importantes para interinos y provisionales, para ver dónde les toca trabajar, y para definitivos, si quieren cambiar de lugar de trabajo. Los 'puntos' vienen marcados por baremos, en los que el peso mayor corresponde a los años de ejercicio. Cuantos más puntos, antes escojes.

Uno rellena en un impreso los códigos de los centros en los que, por orden de preferencia, querría trabajar. Si te pille cerca de casa, a los primeros puestos de la lista. Si sabes que por esa zona siempre hay atasco, abajo de la lista. Si sabes que el centro es conflictivo, que el trabajo ahí es más duro que en otros lugares, al final de la lista. ¿Por qué complicarte la vida si te van a pagar lo mismo por dar clases en un colegio suavecito que en uno de coches de profesores con ruedas pinchadas?

De este modo, el sistema de reparto de profesores implica encontrar la correlación que jamás habríamos deseado: a menor dificultad para dar clases, más capaces son los profesores. Curioso, ¿no?

lunes, mayo 29, 2006

Justificación de la innovación

Más vale que en España nos especialicemos como 'reserva espiritual de Occidente', porque parece que no llevamos camino de ser el país de la innovación. "Que inventen ellos". Abajo se muestra el mapa según nivel de innovación en Europa, elaborado bajo demanda de la Comisión Europea:
Junto con Estonia, Bulgaria, Polonia, Eslovaquia, Rumanía y Turquía, formamos parte del listado de países que, en términos de innovación, vamos 'perdiendo terreno'. Este dato podría ser trivial, si no fuera porque... no lo es. Al menos, correlacionalmente, no lo es. Mayores niveles de innovación se asocian con una mayor renta media:

Dos lecturas son posibles al ver cómo se ajusta España (el cuadrado rojo) a la recta de regresión: a) innovamos lo justo dado nuestro nivel de desarrollo económico; b) si innováramos más, mejor nos iría económicamente. Una explicación nos deja satisfechos; la otra nos espolea y nos responsabiliza. (Asumo que la lectura de "a quién le importa el dinero" no la va a hacer nadie).

Vista la importancia de la innovación, dos son, para mí, las preguntas que abren: qué hacer para aumentarla y qué tiene que ver la investigación universitaria con la innovación. En todo caso, recomiendo echar un vistazo al sitio web del que se ha extraído la información.

sábado, mayo 27, 2006

Tanto becario para tan poca necesidad docente

Un vistazo a la evolución del número de estudiantes universitarios en España permite entender los problemas para obtener plazas de los jóvenes investigadores. Haciendo click sobre la tabla podréis verla más grande.


Lástima que la serie concluya en el año 2001/2002. Supongo que buscadores de datos sociológicos más avezados que yo podrían encontrar datos para años posteriores. Pero lo que se encuentra no deja de ser algo que entra dentro de lo esperable: el número de estudiantes universitarios empieza a descender. Con una tasa de natalidad como la española, por creciente que fuera la proporción de jóvenes que inician estudios en la universidad, esto tenía que ocurrir.

Si se reduce el número de alumnos, aún sin contratar a nadie, salvo para cubrir bajas, se mejora la ratio alumnos/profesor. Justificar desde las necesidades docentes un incremento de plantilla es complicado. Y, al menos supuestamente, son las necesidades docentes el gran criterio para la creación de plazas nuevas.

Si a esto se la junta el incremento experimentado en los últimos años en el número de becas de investigación concedidas, tenemos un cóctel laboral explosivo para las personas que desean incorporarse como profesores a la universidad: disminuye la demanda de profesores mientras que se incrementa el número de personas que pueden cubrir estas pocas plazas.

Sólo se me ocurren dos soluciones:
  1. desvincular la carrera investigadora de la docente;
  2. optar por un decremento de la ratio alumnos/profesor más acelerado que el que puede ofreer la demografía.
¿Se les ocurren más ideas?

Especialistas de reconocida competencia vs. profesores asociados

En la anotación de ayer incluía lo que el borrador de la nueva LOU dice sobre los profesores asociados. Se dice que "serán contratados, con carácter temporal, y con dedicación a tiempo parcial, entre especialistas de reconocida competencia que acrediten ejercer su actividad profesional fuera del ámbito académico universitario". Les recomiendo leer los comentarios que amables lectores de este blog han aportado. (Agradezco enormemente las aportaciones). Anónimo I y Anónimo II señalan que, desde su experiencia, en algunas titulaciones los que finalmente terminan entrando como asociados son profesores de instituto. ¿Por qué puede ser esto así?

Me acercaré a esta pregunta dando un rodeo. Primero, describiré en qué consiste ser asociado. Tras esto, plantearé qué tipo de gente puede y quiere serlo.

- Ser asociado:

   Tareas y horarios: Un asociado da seis horas de clase más seis horas de tutoría. Es , habitualmente, la última persona en entrar en un departamento. Los departamentos son estructuras jerarquizadas, donde la veteranía conlleva derechos. Un asociado dará, en muchas ocasiones, aquellas asignaturas que ninguno de los otros miembros del departamento desee impartir, bien sea por el contenido, por los horarios, por ser impartidas fuera de la facultad en la que radica el departamento... quién sabe. Es probable que el horario de un profesor asociado termine siendo algo parecido a "el lunes una clase a las diez, el martes de cuatro a seis y el jueves una por la mañana y dos horas por la tarde". Y a eso hay que sumarle las horas de tutoría.

   Retribución: La universidad paga unos seiscientos euros. Se paga, pues, a doce euros y medio la hora. Y no incluyo en el cálculo el tiempo necesario para desplazamientos, preparación de clases, etc. Un asociado saca por hora más o menos lo mismo que uno puede cobrar por dar clases particulares a chavales de secundaria.

- Candidatos para asociado:

   Poder serlo: El horario común de un trabajador, de unas ocho horas al día, si no más, no parece muy compatible con la dedicación que exige la universidad para un asociado. En general, un asociado será alguien que, fuera de la universidad, trabaje un número de horas menor al promedio.

   Querer serlo: La respuesta más neutra posible es indicar que querrá ser asociado todo aquel que acepte las condiciones del puesto. Aceptar las condiciones es lo mismo que decir que uno no tiene actividad alternativa más interesante.

Así descritas las cosas, es comprensible por qué las plazas de asociados se llenan de profesores de instituto. Su horario les permite salir a mediodía de trabajar (pueden) y, para muchos de ellos, es uno de los pocos modos de mejorar el sueldo en un puesto para el que ya están relativamente entrenados y que tiene prestigio (y eso hace que quieran).

Igualmente, se comprende por qué muchos asociados son autónomos. Si son sus propios jefes, pueden disponer de su tiempo con cierta libertad (pueden). Algunos tienen poco trabajo en lo suyo (quieren); otros buscan asociar a su nombre el prestigio de la universidad (quieren también). La universidad no únicamente paga con seiscientos euros. También permite poder poner en la tarjeta de visita 'Profesor de la Universidad X'. El renombre con el que cuenta la universidad permite que, si un asociado juega bien esta carta, pueda cobrar más por su trabajo fuera de la universidad a costa de cobrar poco dentro.

Pero, en este escenario, ¿puede la universidad atraer a personas de reconocida competencia, no vinculadas ya a la docencia en niveles inferiores, para integrarse en su función docente? En líneas generales, las personas brillantes en su trabajo han llegado a ello gracias a trabajar muchas horas (no pueden ser asociados) y cobran un buen dinero la hora (no quieren). Señal de esto son los dos tipos de autónomos que decía antes que consiguen las plazas de asociados: los que tienen poco trabajo y los que necesitan mejorar su caché merced a la universidad. Ambas opciones poco compatibles con la excelencia profesional que se dice que se busca.

Como puede comprenderse, y para no herir susceptibilidades, todo lo escrito son generalizaciones. Hay profesionales tremendamente capaces que, gracias a ello, han conseguido disponer de más tiempo libre (pueden) y no andan preocupados por el dinero (pueden querer) y desean integrase a la universidad por razones de lo más variopintas (placer, compromiso moral, interés por la investigación...).

Y todo esto, sin entrar a hablar de los objetivos que se buscan al contratar a personas de reconocida competencia...

jueves, mayo 25, 2006

Profesores ayudantes vs. profesores asociados

Como es comprensible, lo primero que he leído del anteproyecto de reforma de la LOU ha sido lo que me toca más de cerca: la definición de las plazas de ayudante. Esa es la figura de profesorado por la que ansío, por la que mi corazón palpita, por la que, periódicamente, me dan ataques de ansiedad. Veamos lo que dice la propuesta:
Las universidades podrán contratar como ayudantes a quienes estén en condiciones de ser admitidos en los estudios de Doctorado, con la finalidad principal de completar su formación docente e investigadora. La contratación será con dedicación a tiempo completo, por una duración de hasta cuatro años. Los ayudantes también podrán colaborar en tareas docentes en los términos que establezcan los Estatutos.
Ha cambiado ligeramente la redacción en relación a la LOU aprobada por el anterior gobierno, pero la idea es la misma. A efectos prácticos, lo que en el texto se expresa como "una duración de hasta cuatro años" quedará como un contrato temporal de (sin el hasta) cuatro años. Dicho de otro modo: si pillas, pillas para cuatro años.

Muchas veces lo mejor es enemigo de la bueno. Si nos referimos a la incorporación de los becarios a la unversidad, esta máxima también se cumple. Es una desgracia para todos los FPUs, FPIs y becarios varios que no se permita la contratación por períodos más breves. Hasta hace no tanto, lo que permitía que un joven investigador siguiera cobrando algo de dinero, una vez acabada su beca, era contratos temporales de corta duración: sustituciones por sabático, por bajas de maternidad, por reducción de carga docente de los que pasan a ocupar puestos de gestión... Eran contratos habitualmente de unos meses, que salían con cierta frecuencia, que permitían tocar dinero a fin de mes. Para el departamento también resultaban útiles, al permitir evaluar en situación de bajo compromiso la capacidad docente de la gente.

¿Quién podrá hacerse cargo de estas sustituciones?
Los profesores asociados serán contratados, con carácter temporal, y con dedicación a tiempo parcial, entre especialistas de reconocida competencia que acrediten ejercer su actividad profesional fuera del ámbito académico universitario.
Los profesores asociados serán, igual que lo eran antes, los únicos que, legalmente, podrán ser contratados para estos fines.

¿Qué ventajas ofrece un profesor asociado? Básicamente, que resulta una plaza muy barata. A un asociado se le contrata para dar clases. A un ayudante se le contrata para dar clases e investigar; por eso se le pide dedicación completa y se le paga más que a un asociado.

Pregunta de examen:

Si la ley de universidades prioriza la contratación de asociados (docentes) sobre ayudantes (docentes e investigadores), ¿qué valor la da el legislador a la investigación?

Anteproyecto de reforma de la LOU

Ya está disponible el borrador de la nueva ley universitaria. Espero poder leerlo pronto y hacer mis aportaciones a través de este blog, para cuando la ministra se pase por aquí.

La discriminación por sexo en la universidad

Interesante anotación en GOLEM Blog sobre la discriminación por razón de sexo en la universidad: El feminismo empieza por una misma.

miércoles, mayo 24, 2006

Y levanto una piedra y me salen cien psicólogos

El Libro Blanco del Título de Grado en Psicología es un buen modo para empezar a entender por qué, como me decía mi padre hace un par de días, "el kilo de psicólogo se cotiza muy poco". Veamos algunos datos:
  1. en el 2004 había 31 facultades que ofertaban la licentura en Psicología;
  2. del año 2000 al 2004, ocho universidades incorporaron la titulación de Psicología;
  3. el 44% de las universidades en el curso 2003-2004 ofrecieron Psicología;
  4. en el curso 2001-2002, no menos de 5817 estudiantes finalizaron la carrera de Psicología. (Digo 'no menos', porque las tablas son incompletas);
  5. la absorción de la demanda de estudios de Psicología es reducida, ya que sólo el 30% de quienes desean entrar lo consiguen.
¿Por qué hay una oferta de estudios de Psicología que colapsa el mercado? ¿Por qué esta oferta incluso incrementa con los años? Una posible razón sería que las autoridades han decidido que cada cual estudie lo que quiera y que después asuma sus decisiones. ¿Que quieres estudiar lo mismo que miles de españoles aunque haya trabajo para unos pocos? Allá tú. Pero el mercado universitario español está profundamente intervenido y las autoridades no aceptan este razonamiento. Si el dinero es público (la proporción de licenciados por privada es muy reducido), no tiene sentido que ese dinero se invierta para formar a personas que no van a devolver a la sociedad, después, esa inversión. Es por ello que las autoridades tienen que fijar el número de estudiantes que puedan entrar en cada titulación.

Está claro que el argumento del retorno a la sociedad de la inversión no se sostiene. Porque, si se siguiese, no tendría sentido que se aceptaran tantos psicólogos, más de los que España necesita, de largo. Así que habrá que buscar otras razones. Apuntaré dos:
  1. aumentar la oferta de plazas para ajustarla a lo que la gente quiere cursar y no a las necesidades del mercado laboral es un buen modo, para un político, de no complicarse la vida: más familias contentas porque sus hijos pueden estudiar lo que querían. Cuando acaben la carrera y no tengan trabajo o lo tengan mal pagado, la culpa ya no será del político, sino de esa entidad abstracta llamada mercado laboral;
  2. la carrera de psicología es una carrera rentable para las universidades. La diferencia entre 'dinero ingresado por estudiante' y 'dinero gastado en cada estudiante' no es la misma para todas las titulaciones. Esto hace que para las universidades, económicamente, no todas los estudios sean igualmente atractivos. Psicología vale la pena, más que otras titulaciones, y así salen universidades y más universidades ofreciendo esta carrera.
Súmese a esto que el Colegio Oficial de Psicólogos roza la irrelevancia social, por lo que no hay presión contraria a estas fuerzas... y ya tenemos razones para las cifras que ofrecía al principio.

martes, mayo 23, 2006

¿Por qué es mejor ser ingeniero que psicólogo para encontrar trabajo?

¿Será porque levantas una piedra y te salen cien psicólogos, mientras que no ocurre lo mismo con los ingenieros? ¿Será porque hay muchos más puestos con perfiles ajustados a ingenieros que a psicólogos? Probablemente, sí, pero aquí quería apuntar dos razones que tienen que ver con psicología diferencial y razonamiento bayesiano:

1.- Los psicólogos, como media, son menos inteligentes que los ingenieros. Los dos filtros, el de acceso (nota de corte) y el de salida (dureza de la carrera), son más duros para los ingenieros que para los psicólogos. Si uno sabe de alguien que es psicólogo, la información que obtiene es que ha estado cinco años en la facultad. Si uno conoce de alguien que es ingeniero, sabe que durante el bachillerato le fue bien y que durante la carrera consiguió ser un 'superviviente', parte de ese pequeño grupo de personas que han afrontado con éxitos una larga lista de asignaturas altamente demandantes. Por tanto, de dos colectivos que difieren en una característica fundamental para la empleabilidad, la inteligencia, no cabe esperar que sean iguales en su inserción laboral.

2.- Es importante entender que estoy hablando de promedios. No todos los ingenieros son más inteligentes que cualquier psicólogo; pero sí el ingeniero promedio es más inteligente que el psicólogo promedio. ¿Es esperable una igual empleabilidad entre un ingeniero y un psicólogo de idéntica capacidad intelectual? Desde mi punto de vista, no, y aquí viene el razonamiento bayesiano.

Razonamiento bayesiano es el que en atiende a las probabilidades condicionadas de dos eventos (sin ponerme terminológicamente purista). Así dicho, no aclaro nada. Mejor con un ejemplo. Probabilidad de que si me cruzo con una persona esta me parta la cara = muy baja, casi despreciable (por suerte). Probabilidad de que si me cruzo con una persona esta me parta la cara, teniendo en cuenta que esa persona es una viejecita con bastón = más baja aún. Probabilidad de que me partan la cara, sabiendo que me cruzo con un grupo de skins = mucho más alta. Nadie dice con esto que ninguna vieja me pueda canear o que todos los skins me vayan a currar. Pero, desde luego, la identidad de la persona que vemos a lo lejos caminando hacia nosotros modula nuestra conducta, nos orienta en la decisión de si cambiamos de acera o no. Esto, a fin de cuentas, son los estereotipos: rasgos atribuidos a personas debido a su pertencia a grupos. Viejas -> estereotipo de pacíficas; skins -> estereotipo de violentos. Los estereotipos pueden ser ajustados a la realidad o no, pero en todo caso son claves que nos ayudan en las decisiones.

Un empleador no puede andar probando todos y cada uno de los posibles candidatos para un puesto de trabajo para seleccionar el más adecuado. Ni siquiera, en muchas ocasiones, puede entrevistar a todos. En tiempo (y en su traducción a dinero) esto no es viable. Por ello, los procesos de selección se componen de métodos de reducción de la amplia base de candidatos. Unos métodos son medidas de ajuste al perfil del puesto: experiencia anterior, resultados en un test de inteligencia, referencias, etc. Pero incluso estos métodos pueden ser muy costosos cuando son muchos los candidatos. Otros métodos, los bayesianos, puede permitir una criba rápida de candidatos.

Si, con razón o sin razón, un empleador asume que la probabilidad de que un candidato ingeniero trabaje mejor que un candidato psicólogo (Bayes), es probable que le compense eliminar desde el primer momento de la base de candidatos a todos los psicólogos. Lo mismo está perdiendo a un gran candidato, pero se está quitando de los costes de de alargar el proceso de selección.

Por esto, los ingenieros pueden trabajar en multitud de puestos para los cuales su formación es irrelevante. No se les busca por sus conocimientos de caminos, electricidad o aviones, sino porque son personas en general intelectualmente brillantes.

Ventajas en la investigación de las empresas en la universidad

De mantenerse la tendencia de las últimas dos décadas, y si se toma como indicador el porcentaje de I+D sobre el PIB, España alcanzaría el nivel que hoy tiene Francia el año 2050 y el de Alemania, el 2059; aunque es de suponer que, para entonces, estos países se habrían seguido moviendo y colocado fuera de nuestro alcance. Si nos referimos al gasto en I+D financiado por nuestras empresas se llegará al nivel de Francia el 2086 y al de Alemania, el 2306. Si hablamos de las patentes por millón de habitantes, alcanzaremos el nivel actual de Francia el 2257, y el de Alemania el 2515 (aunque alcanzaríamos el de Inglaterra un poco antes, el 2214).


Leyendo esto, ¿alguien puede dudar del valor de la colaboración entre empresas y universidad? Fortalecer los lazos entre ambas aumentaría el retorno a la sociedad de la inversión que la sociedad realiza en la universidad.

lunes, mayo 22, 2006

Ventajas en la docencia de las empresas en la universidad

A día de hoy, la financiación de las universidades (o de las facultades) es bastante insensible a la calidad docente de las mismas. Lo mismo da que se enseñe bien que mal, ya que la asignación de recursos viene determinada por cuota de poder disponible y por criterios tipo 'número de profesores' o 'número de alumnos'.

Si bien la mayor calidad investigadora podrá tener efectos en la captación de recursos vía proyectos públicos, este dinero tendrá que ser gastado en actividades de investigación. Por tanto, mejores investigadores no mejoran los medios para la docencia.

Sin embargo, si una facultad consigue excelencia en sus resultados docentes, es probable que tenga alguna empresa que desee vincularse a ella. Una imagen de marca positiva por parte de una facultad atraerá a otras marcas que deseen asociarse a ella. Lo que es percibido como bueno atrae a productos que también quiere tener esa imagen.

Evidentemente, esto cambia el modo de pensar en la universidad y en las facultades. Lo importante ya no es únicamente el desempeño, sino la imagen social del desempeño. Pero no olvidemos que si uno no hace las cosas bien, es complicado que los demás se lo crean.

¿Romperá esto la libertad de las universidades? Por un lado sí, por otro no. Empiezo por el no. Las colaboraciones que se quieran establecer entre universidad (o facultades) y empresas serán contratos libremente firmados entre las dos partes. Nadie obliga a nadie. Si una facultad no quiere firmar con contrato con 'Productos del Montón', para darle ese nombre a su Aula Magna, podrá no hacerlo, sin más problemas.

Y sigo por el sí. En este contexto, las universidades tendrán que estar atentas a lo demandado por las empresas, si quieren obtener fondos de las mismas. Pero, desde mi punto de vista, esto puede ser positivo, ya que obligará a universidad a conectarse con uno de los actores sociales más importantes, especializado en satisfacer de un modo progresivamente mejor, las necesidades sociales: las empresas. Lo que piden las empresas es lo necesario para responder a las necesidades planteadas por la sociedad.

Docencia.es: recursos educativos en internet


Las noticias y la información sobre educación no son el tema entre los temas en internet. Complicado competir en este cibermundo contra clásicos como el sexo o la tecnología. Si uno quiere estar al tanto de las novedades educativas o quiere encontrar ayudas a su labor docente, hay gran variedad de fuentes que pueden ser útiles. El problema es la dispersión de las mismas y la calidad dispar de las mismas.

Para remediar esto, ¿qué mejor que un sitio web destinado a recoger noticias e información relacionada con el ámbito educativo? No es un sitio en el que se publiquen noticias, sino un sitio desde el que se enlaza a noticias. Cuando una de las personas que nutre de enlaces esa página encuentra algo que puede ser interesante, introduce la noticia a la cola de las que pueden formar parte de la página y otros usuarios votan si consideran que merece la pena. Se 'centraliza' información (más bien el acceso a la misma) y se 'democratiza' la evaluación de la calidad.

Esto es lo que ofrece Docencia.es. También permite que otras páginas web incluyamos un listado con las últimas noticias aparecidas ahí. Esto es lo que he puesto en el pie de página de este blog.

(El enlace a Docencia.es lo vi en una anotación del blog de Juan Freire).

viernes, mayo 19, 2006

Los rectores, más preocupados de guerras que de investigadores


La Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) ha coordinado la organización de una jornada universitaria a favor de la paz y en contra de la guerra para mañana miércoles, 5 de marzo, en el marco de otras acciones ciudadanas previstas para este mismo día. Desde esta iniciativa se ha propuesto efectuar un paro académico de 12'00 h. a 12'15 h., al cual nos sumamos. Asimismo, a las 12 h. se dará lectura pública en la puerta del edificio de Rectorado al manifiesto, "a favor de la paz y contra la guerra de Irak", suscrito por un amplio número de Rectores.

El Equipo de Gobierno
Universidad Autónoma de Madrid


Este correo electrónico me llegaba el 4 de marzo de 2003, enviado por el rector de la UAM, D. Ángel Gabilondo. Este correo iba a ser el punto de partida de una anotación a la que llevo tiempo dándole vueltas: ¿sobre qué puede hablar la universidad como institución? Pero lo dejo para más adelante. La rabia y la urgencia marcan otro tema para este post.

Hoy me ha llegado otro correo electrónico, desde una de las listas de distribución de la Federación de Jóvenes Investigadores. En este mail se informa de las adhesiones a la manifestación o, si se prefiere, al Manifiesto de Apoyo a la Investigación. Añado el listado de adhesiones por parte de universidades o cargos universitarios:


ADHESIONES DE UNIVERSIDADES

- Vicerrectorado de Investigación de la Universidad Complutense de Madrid.
- Equipo de Gobierno electo de la Universidad de Santiago de Compostela.
- Mª Carmen Guisán, coordinadora del Foro sobre Universidades Españolas.
- Defensor Universitario de la Universidad de Cádiz

Comparen. Por un lado, la CRUE. Por otro, cuatro universidades, son adhesiones de distinto nivel.

No voy a extenderme, pero sí voy a anotar algunos puntos importantes que de aquí se desprenden:

1- Definitivamente, la gestión de la universidad no responde a las necesidades de la universidad.

2- El momento en el que la universidad se creyó que su misión era arreglar el mundo la universidad perdió la energía necesario para arreglarse a sí misma.

3- La retórica de los gestores universitarios es hueca, hasta dolernos a los que nos vemos atrapados entre brindis al sol e inacciones.

jueves, mayo 18, 2006

Jóvenes Investigadores de manifestación


La Federación de Jóvenes Investigadores convoca una manifestación para este sábado 20 en Madrid. Ahí presentarán su Manifiesto por la Investigación.

Habrá quien considere que tener a algunos de los más capaces de entre los jóvenes universitarios españoles sin contrato, sin garantías laborales, con inestabilidad jurídica, con una mínima opción de planificar su carrera académica con un mínimo de sentido... es explotación. Explotación de estado. Habrá quien vea como cínico y que roza la explotación que el gobierno diga y repita que considera como objetivo el reducir la precariedad laboral y, en la universidad, ofrezca becas de cuatro años, que no garantizan poder llegar un contrato temporal de otros cuatro años, para, más adelante y si hay suerte, verte forzado a cambiar de centro de trabajo, para otro contrato de cuatro años, tras los cuales, y tras hacer unos trámites que no tienen nada que ver con tu trabajo ordinario y que, más bien, lo entorpece, conseguir un empleo estable, que no funcionario.

Para mí no es explotación, dado que el empleado acepta librementa la oferta que se le ofrece. Explotación es cuando hay vulneración de la libertad. Yo lo veo así, pero lo que no consigo entender es que muchos políticos, con una ideología bien distinta a la mía, no consideren esto explotación. Cualquier persona de ideología mínimamente conservadora o de izquierdas tendría que considerar esto una aberración.

Para mí la aberración no es el trato dado a los jóvenes investigadores, sino que alguien se crea la viabilidad de este sistema para atraer a la investigación a los mejores dotados para la misma. Los becarios, los ayudantes, son personas de una capacidad que sobrepasa la capacidad media de sus compañeros de estudios. Sin embargo, la calidad del trabajo del que disfrutan es increíblemente peor de la que cabría esperar dada sus habilidades. Dentro de poco ya se correrá por las universidades la voz de "no te metas aquí ni loco".

miércoles, mayo 17, 2006

Las limitaciones acarrean mayores limitaciones

Una introducción y unas conclusiones educativas:

1- La introducción:

Para poder montar una farmacia no hace falta únicamente un local, dinero y empeño. Lo más importante es tener la licencia para poderla abrir. Por razones que se me escapan, se considera que la libertad de empresa no permitiría la satisfacción de las necesidades farmacéuticas de la ciudadanía. Ahora bien, el farmacéutico tiene libertad de elección a la hora de decidir si quiere o no vender ciertos productos. Un farmacéutico puede optar por no sumistrar, por ejemplo, métodos anticonceptivos.

Muchos verán como contradictorio que un servicio cuya licencia ha sido concedida por la administración pueda no suministrar todos los productos que los consumidores pueda desear. Por tanto, muchos exigirán que la administración defina un catálogo mínimo de productos de obligado cumplimiento. Dicho de otro modo, se pedirá que se restringa la libertad del farmacéutico para decidir lo que quiere vender.

Otra alternativa sería permitir que, quien quiera montar una farmacia, la abra. De este modo, si alguien no quiere vender anticonceptivos, y existe una alta demanda hacia ellos, estará dejando sin capturar unos beneficios que irán para quien se quiera hacer con ellos. Quien decidiera no vender los bienes deseados por los consumidores estaría abriendo la puerta para que, a su lado, se abriera un competidor. Éste, además de poder ofrecer lo mismo que el que ya estaba instalado, sumará a sus productos los anticonceptivos. Como, pasada una etapa de asentamiento del negocio, es probable que gane más dinero que el primero que puso la farmacia, ya que vende un producto demandado, podrá mejorar el servicio, abaratar su oferta... desbancar al competidor que no quiso vender anticonceptivos.

Dos son, pues, las posibles vías. Una pasa de una restricción en la libertad (farmacias bajo concesión) a otra restricción (catálogo de productos obligatorios). La otra vía empieza por la libertad de empresa y, a través de la libertad de compra de los consumidores, conlleva que la farmacia que crece es la que mejor atiende las demandas de los cuidadanos.

2- Las conclusiones educativas

En casi todos los ámbitos de intervención estatal pueden ponerse ejemplos similares, en los que a una restricción tengan que seguirle (o sean demandadas) otras. Lo mismo puede decirse en el caso de los colegios o las universidades.

Imaginemos que escolarizamos a nuestro hijo en el colegio público de la esquina. Ahí es donde nos toca llevarlo por los puntos que nos tocan por renta, hijos en el centro, distancia, etc. Ahí imparte clases un profesor profundamente X y que lo manifestase a las claras en el aula (aplícase cualquier ideología contraria a la nuestra). Para unos, lo malo sería un profesor religioso, para otros ateo; comunista versus liberal; las posibilidades son múltiples. Es probable que nuestro deseo como padres fuese una continuidad educativa entre la familia y el colegio. No alegra saber que los valores en los que uno, como padre, intenta educar están siendo erosionados por un profesor que cobra su sueldo gracias a los impuestos. (Y no entro en métodos pedagógicos, que también es una posible vía de discrepancia).

En un escenario así, es probable que yo intentase promover una restricción sobre los valores que se pueden explicitar en el aula. Buscaríamos una ética social que todos compartiésemos que es lo único que se permitiría por parte del profesor. Esta ética social, por su misma naturaleza, será de un calado menor que la mía propia, como padre, o la del profesor. De este modo, resultaría imposible que yo pudiera conseguir un centro de ideario afín al mío, o que el profesor pudiera dar clases según él quiere.

Tal y como están las cosas ahora, hay dos restricciones de partida que no se dan en el caso de un colegio privado: 1) yo no puedo llevar a mi hijo al colegio que quiera; 2) mi malestar con la línea de un profesor es trivial para la administración educativa. En una situación de competencia entre centros y de posible no renovación de contratos para profesores yo podría optar por aquel colegio que mejor conviniera a mis intereses. En el caso de que el colegio no fuera lo que prometía, yo podría sacar mi hijo del centro, con el perjuicio económico que eso significaría. Un profesor podría encontrar, con mayor facilidad, un colegio en el que educar según sus preferencias sin que eso supusiera fricciones con padres. Ni padres ni profesores se verían en el necesidad de educar conforme a una ética de mínimos.

Cuando rompe restricciones, los resultados finales mejoran para todos.

martes, mayo 16, 2006

¿Quién puede hablar de la universidad?

Si alguien ha seguido este blog (¿hay alguien?), habrá visto que le tengo cariño a los de ACME como punto de partida de mis comentarios. Veamos otra de sus frases: "El motivo de la reforma [plan de Bolonia] no es la mejora de la universidad, para lo cual seríamos l@s propi@s estudiantes quienes deberíamos ser consultados. Pero nadie nos ha preguntado y sí en cambio a las empresas".

¿Quién tiene voz en la planificación de la universidad, en la definición de sus objetivos y sus modos? ¿Los estudiantes? ¿Los políticos? ¿El personal de administración y servicios? ¿Las empresas? ¿Todos los anteriores? Creo que para pode definir los interlocutores válidos es necesario rescatar la naturaleza de la universidad pública: una institución financiada con dinero público y destinada a la satisfacción de necesidades educativas y de investigación de la sociedad. La universidad es una contrata, una prestadora de servicios; los objetivos de la misma vienen marcados desde fuera y a ellos se tiene que ajustar.

Los alumnos jamás serán quienes hayan de marcar ningún papel especialmente relevante en la gestión de la universidad. Por de pronto, apenas pagan un diez, un veinte por ciento de lo que cuesta su estancia en la universidad. Los alumnos jamás serán los clientes de la universidad, aunque haya quien bromee llamándolos así. Los alumnos son usuarios, más bien.

Y aunque los alumnos pagaran la totalidad de los costes, eso no haría que sus palabras tuvieran que marcar lo que se hace en la universidad. Cuando se dice que 'el cliente siempre tiene la razón', se quiere decir que las acciones del cliente, no las opiniones del cliente, son las que se tienen que valorar. Los representantes de alumnos podrían presionar por una universidad en la que la empleabilidad no fuese un objetivo; esa sería su opinión. Es muy dudoso que las acciones posteriores (matricularse en una universidad de este tipo) coincidieran con lo verbalmente manifestado.

Los profesores y cargos de gestión de las universidades tampoco son voces autorizadas para decidir hacia dónde tiene que ir la educación superior. Ellos son trabajadores y directivos de una contrata, expertos en el campo, probablemente. Estan ahí para prestar unos servicios cuya naturaleza no definen. Es fundamental ver que los intereses de los miembros de las universidades no coinciden con los objetivos de la sociedad que las sufraga. La sociedad busca la mejor educación e investigación. Al menos, eso se dice. Los profesores y gestores buscan conseguir más a cambio de menos. Es lo mismo que intenta todo el mundo en su campo. La mejora del servicio prestado por la universidad es sólo uno de los muchos elementos que entran dentro del análisis de los profesores y gestores. Para ellos también es relevante conseguir la menor injerencia de quienes financian, aumentar los ingresos, reducir la docencia...

La sociedad se ha dotado de instancias encargadas de planificar lo que entre todos pagamos. A los políticos, como cargos delegados de ordenación de lo público, les corresponde marcar fines y medios para la universidad. Dos son los problemas fundamentales de delegar en los políticos la planificación social, en general, y universitaria, en particular.

1) Los objetivos de los políticos y de quienes pagan impuestos no coinciden. Los políticos, salvo honrosas expecciones, buscan aumentar el poder del que disfrutan, tanto en tiempo como en intensidad. La sociedad busca rentabilizar la inversión realizada en la universidad. Pero como a la sociedad todavía nadie la ha visto, pero sí que hemos visto a personas con intereses distintos, mejor hablar de esas personas. Mientras que a unos la universidad les toca muy de cerca, sobre todo quienes están dentro, a otros la universidad, como tema para determinar su voto, les deja indiferentes. A quienes les preocupa la universidad, los propios universitarios, además, tienen una alta capacidad para entrar en los medios de comunicación y provocar alarma, pudiendo afectar negativamente a la popularidad de los políticos. Por tanto, un político con ganas de mantenerse en el poder, a la hora de afrontar reformas universitarias, lo mejor que pueda hacer es contentar a quienes sienten la universidad como tema relevante. O, lo que viene a ser igual, que el político hará una política universitaria coincidente con la deseada con los miembros de la universidad. Y, volviendo a lo dicho antes, los miembros de la universidad no buscan únicamente mejorar la universidad, sino, ante todo, mejorar su vida.

2) Los políticos, aún con el mejor de los ánimos, incrementar la satisfacción de sus cuidadanos (¿todos los ciudadanos se satisfacen del mismo modo?) a través de la mejora de la universidad, no son personas con conocimientos superiores, que hagan que sean capaces de orientar de un modo perfectamente eficaz a la universidad en un mundo de necesidades y demandas tan cambiantes.

Sólo un actor social de los que enumerábamos anteriormente está realmente especializado en la satisfacción de las necesidades sociales: las empresas. Cubriendo las necesidades de alumnos, del profesorado o de políticos, no está nada claro que se alcanzara el objetivo que anotaba como propio de la universidad: la satisfacción de necesidades educativas y de investigación de la sociedad. Las empresas son las únicas que, para sobrevivir, se ven obligadas a atender a quien paga, a priorizar en su gestión la satisfacción de demandas.

Las empresas son especialmente capaces en la detección de los intereses sociales. Les va la vida y sus beneficios en ello. Las empresas, si bien no han de tener capacidad decisoria en la universidad, ya que no la financian ni sus propios objetivos son coincidentes con los de la universidad, sí que han de tener voz en el planificación de la universidad. Las empresas presentan claramente cualidades que hacen de ellas expertos a escuchar. No es simplemente que la mayor parte de los universitarios vayan a terminar trabajando en una empresa. Es, también, especialmente, que las empresas son quienes mejor captan aquello que una sociedad quiere.

lunes, mayo 15, 2006

Modos para la endogamia universitaria

En anotaciones previas he escrito acerca de la endogamia universitaria: por qué, por la cuenta que me trae, la defiendo; qué razones la originan. Hoy quiero hablar sobre los modos como la endogamia se lleva a cabo. Dos son las vías a las que se recurre para hacer que las opciones de un candidato de fuera de la universidad que convoca la plaza sean mínimas.

1) Realizar una definición mínima de baremos: Veamos, por ejemplo, los baremos de la UAM. Sea cual sea el tipo de plaza que miremos, en todos los casos se aplica el mismo esquema. Se hace un listado de méritos relativamente exhaustivo y, por cada grupo de méritos, se indica el peso que va a tener esa categoría en la puntuación total. Tal y como está hecha la redacción, nada, absolutamente nada, garantiza la fiabilidad del proceso. El mismo currículum evaluado por dos comisiones de contratación distintas no obtendría siempre la misma puntuación.

Las calificaciones para cada elemento están infradefinidas. Así, por ejemplo, si el candidato de la casa tiene un buen expediente en la carrera pero no ha hecho ningún máster, no hay problema. Lo mismo si fuese a la inversa. Se le da más valor el criterio que mejor venga para los fines definidos a priori. De esto escribía en la primera entrada de este blog.

2) Convocar únicamente cuando el candidato interno está en situación de poder ganar: Uno puede flexiblizar los baremos hasta un cierto punto. Como empleo público que es, un candidato indudablemente superior que no fuese admitido podría reclamar, así que uno sólo puede forzar la máquina hasta donde sabe que no se va a romper. Para minimizar el riesgo, lo más oportuno es convocar plazas sólo cuando hay alguien de dentro que esté en disposición de hacerse con ella (con o sin empujón interno).

Por ejemplo, para sacar una plaza de titular, el rectorado pide información de todos los departamentos que puedan estar interesados en ofrecer una. Se recogen los currículums de aquellos miembros del departamento con un currículum fuerte, capaz de garantizar que se la va a llevar. El rectorado no quiere invertir dinero para promocionar a alguien que no pertenezca a la casa. Por eso, aún antes de que la plaza llegue a convocarse en el BOE, en los departamentos ya se escucha que "esta plaza la ha traído fulanito". Desde el primer momento se tiene la idea de que la plaza ya tiene dueño, puesto que si no fuese por su currículum esa plaza no habría llegado ni a ofertarse.

Da igual que los miembros de la comisión de contratación pertenezcan o no a la universidad para la que ha salido la plaza. Los miembros ajenos acatan lo dicho por los miembros de la casa. Se asume que son asuntos internos y que ellos ya sabrán. Además, ¿quién va a levantar la voz si lo que espera es que en su propia universidad los demás actúen igual?

domingo, mayo 14, 2006

El rector y la propiedad pública

No deseo centrar mi blog en críticas hacia los colectivos de estudiantes de izquierdas. Me gustaría poder levantar la vista y tratar temas más generales. Pero lo que sí que quiero es aprovechar ciertas anécdotas y, desde ellas, presentar algunos problemas y que asolan la universidad española y lo que para mí serían soluciones.

He hablado en anotaciones anteriores sobre la falta de compromiso de algunos rectores por la defensa de su propia universidad. Un ejemplo lo ofrece la 'liberación de la facultad de Derecho de la UAM' realizada el pasado 9 de mayo. Según informan en el sitio web de ACME, la ocupación fue tolerada por el rector de la universidad, D. Ángel Gabilondo, recientemente reelegido.

La universidad es un bien público cuya gestión y cuidado le es confiada, en última instancia, a los rectores elegidos. Un bien público no es aquel que es libremente usado por cualquier persona. Un bien público es aquel cuyo uso está orientado a la satisfacción de las necesidades de la colectividad. Ya está bien de que desde puestos de responsabilidad se tolere lo de "la universidad es de todos; quema tu parte / dispón a voluntad de tu parte".

Esa ocupación o es aceptable porque:

a) no ha sido aprobada por los cauces apropiados, lanzando el mensaje de que hay colectivos que están por encima de las normas de convivencia que rigen para los demás;

b) no hay responsables que se puedan hacer cargo en el que caso de destrozos ni se ha abonado fianza alguna por el uso de las instalaciones para fines distintos de aquellos para los que se crearon. ¿Quién es ACME? ¿Si se rompe una puerta, se roba un cañón de vídeo, quién va a cubrir los gastos?

Me pregunto qué haría el rector si una noche, al volver de la universidad, me encuentra instalado en su casa. Se preguntaría qué ha fallado en los sistemas de seguridad para que yo puediera haberme metido sin que nadie me lo impidiera. No dudaría en largarme, aunque yo defendiera mi derecho a estar ahí, argumentando que me había colado para luchar contra el plan de Bolonia. No creo que tardara mucho en llamar a la policía...

Docencia en la educación obligatoria: ¿profesión de riesgo?

Los estudios y las encuestas pueden servir para dos fines, no necesariamente contrapuestos: a) conocer el estado de lo evaluado; b) defender mis intereses. El problema es cuando la baja calidad de una investigación no me permite satisfacer a, pero eso me da igual porque sí que me viene bien para b. Como ejemplo, el Estudio Cisneros VIII: Violencia contra profesores, cuyas limitaciones comenta Wonka en esta anotación de su blog.

No quiero trivializar el problema. Muy probablemente, educar es cada vez más duro. Pero sólo con estudios rigurosos podremos aportar luz a los problemas.

viernes, mayo 12, 2006

1244

Eso es lo que cobra un profesor Ayudante en la Comunidad de Madrid: 1244,40 euros. Catorce pagas. Un contrato temporal de cuatro años. Después, con suerte, y con de la angustia que supone saber que un nuevo contrato, al igual que el previo, no depende de tu valía sino de luchas de poderes (universidades contra Comunidades Autónomas, facultades entre ellas, departamentos batallando, profesores priorizando a su equpo), vendrá, con suerte, otro contrato temporal de cuatro años. Lo más probable es que llegue, pero serán 1244 euros al mes los que tendrán que cubrir lasansiedades y los miedos, la dificultad de planificar una vida.

Para llegar a cobrar 1244 euros uno habrá tenido que demostrar su valía y capacidad para obtener una beca de investigación. Casi nadie llega a Ayudante sin haber sido becario antes. Habrá demostrado ser inteligente, especialista en su campo, con competencia para aportar conocimiento. Será capaz de hacerse cargo del proceso completo de investigación. A él le tocará diseñar experimentos, recoger datos, analizarlos, interpretarlos, escribir los artículos o informes. La calidad de su trabajo habrá pasado por el filtro de expertos, probablemente intercionales, que habrán decidido si lo que él escribe merece la pena que se publique o no.

Es probable que, gracias a la beca que ha conseguido, haya estado investigando en centros extranjeros. Habrá aprendido cómo se trabaja en los centros punteros de fuera de nuestro país. Muy probablemente, habrá demostrado la excelencia de los jóvenes investigadores españoles allá donde haya estado.

Después de todo esto, con suerte, si sale plaza, si no hay nadie con menos méritos pero mejores relaciones, conseguirá cobrar 1244 euros. En ese momento, se sentirá estafado. Uno supone que a mayor cualificación académica, mejor sueldo. Salvo en el caso del doctorado. Nadie le obligó a meterse en esto, desde luego. Nadie la está explotando, puesto que nadie coarta su libertad. Pero, desde luego, cuando veo a alguien de talento, inteligente, más joven, preguntándole sobre la carrera académica, pensará mucho antes de recomendársela.

La universidad va camino de llenarse, en el profesorado, o bien de mediocres, o de quemados, o de capaces descuidan su trabajo para ganarse unos euros extra por otros lados.

jueves, mayo 11, 2006

La imprevisión también es culpabilidad

La manifestación de hoy, 11 de mayo, contra el Plan de Bolonia ha sido un fracaso. Tanto si son 1500 los que se han lanzado a la calle como si son 5000, en ningún caso representan una proporción mínimamente destacable del total de estudiantes. Varias son las razones para esta falta de convocatoria:

1) Es muy complicado que una cualquier huelga o manifestación estudiantil triunfe a un mes vista de los exámenes.

2) Para cuando se implanten las reformas de Bolonia, en el 2010, gran parte de los estudiantes actuales ya estarán licenciados. Difícil que la gente se apunte a batallas que a ellos no les tocan.

3) Cuando el tono general de la convocatoria recuerda a la Bruja Avería, con su 'Viva el mal, viva el capital', es probable que gran parte de los estudiantes no se identifiquen con la causa.

De momento, los antibolonios van consiguiendo caldear, pobremente, el ambiente. Tendrá que pasar algún tiempo hasta que los cuadros directivos estén bien formados. Últimamente, las universidades han vivido un período relativamente largo de calma y, ahora, que algunas personas se capaciten para organizar acciones de cierto calado lleva su tiempo. Habrán de pasar algunos cursos hasta que el estudiante medio sienta que Bolonia le va a tocar. En dos, tres años, y esta es mi apuesta, la Universidad se habrá calentado de verdad.

Los promotores de Bolonia han de ser conscientes de que están vendiendo su producto francamente mal. La universidad está plagada de paranoicos, tanto profesores como alumnos, que están convencidos de que poderes ocultos y/o malignos acechan los campus. Sólo la incapacidad de los promotores de Bolonia puede explicar que una reforma que pretende mejorar la calidad de los estudios, mejorar la empleabilidad de los estudiantes y abaratar la formación de postgrado pueda estar siendo percibida como la expoliación de la educación pública.

Pero no era únicamente de esta imprevisión de la que quería hablar. También de la de algunos rectores, aquellos que, sabiendo que hoy había huelga, no son han sido capaces de relacionar esto con jaleo, pintadas, destrozos, interrupción de la vida académica ordinaria, y no han tomado las medidas necesarias para que esto no ocurriera. O lo sabían y han decidido que ellos no han de velar porque se mantengan los bienes de cuyo cuidado ellos son responsables últimos, no han de atender para que la universidad pueda seguir atendiendo a sus objetivos incluso en días de huelga. No sé si no son conscientes de sus obligaciones o si, sencillamente, son cobardes y creen que lo mejor para la paz es bajar la cabeza.

miércoles, mayo 10, 2006

Huelga contra Bolonia - 11 de Mayo

Mañana unos pocas asociaciones y unos pocos estudiantes, reunidos bajo el nombre de Asamblea Contra la Mercantilización de la Educación, realizan el llamamiento a la huelga universitaria. Huelga europea para protestar contra el Plan de Bolonia.

¿Respetarán la libertad de elección de los estudiantes? ¿Permitirán que no vaya a clase quien no quiera y, sobre todo, que quien quiera pueda ir? Me temo que, como es habitual en casos similares, decidan que su verdad está por encima de detalles como las libertades de quienes tienen otras ideas. Es posible que cacerolas, silbatos, megáfonos en mano, interrumpan la actividad docente a la cual el resto de sus compañeros tienen derecho.

¿Quiénes tanto defienden los valores sociales, respetarán los bienes públicos? ¿Harán pintadas que otros tendrán que limpiar, romperan elementos que otros tendrán que reponer... supondrán sus acciones un gasto que no podrá destinarse a funciones educativas?

Y, lo fundamental, ¿serán todos rectores capaces de garantizar la libertad y el respeto a la ley en sus universidades o, como es común en algunas universidades, algunos agacharán la cabeza permitiendo cobardemente que los intransigentes marquen sus normas? ¿Demostrarán los rectores capacidad para estar a la altura de las circunstancias? ¿Habrán entendido la responsabilidad inherente al puesto desempeñado?

Mañana lo veremos. Se admiten apuestas.

Evaluación de Primaria en la Comunidad de Madrid

Por segundo año, la Comunidad de Madrid ha evaluado a los alumnos de Sexto de Primaria con una prueba de nivel. Los objetivos de la prueba no están claros. Unos dicen que la recogida de información es importante para poder ajustar el sistema. Otros consideran que el objetivo final es poder ofrecer datos indicando los peores resultados de los centros públicos en comparación con los privados, para así poder seguir con la supuesta política de privatización educativa de la Comunidad. Al mismo tiempo, los críticos señalan la baja calidad del proceso evaluador.

Al menos en lo que respecta al año pasado, el proceso fue francamente mejorable. Primero, no se garantizó la estandarización de las condiciones de evaluación. Por ejemplo, se comentó que en algunos centros los profesores 'soplaban' algunas respuestas para mejorar el rendimiento aparente de tal colegio. Si no todos los chavales son evaluados en las mismas condiciones, los resultados de la prueba no significan lo mismo para todos ellos. Segundo, no se informó en momento alguno de la fiabilidad de la prueba, de tal modo que no sabemos si la prueba medía bien algo. Tercero, no hubo ajuste entre los contenidos de la prueba y el currículo educativo, por lo que parece que la prueba (midiendo bien o mal, no lo sabemos) en todo caso no medía lo que debía. Cuarto, no se contó con el profesorado y se le implicó en el proceso, ni de elaboración ni de informe de los resultados.

Supongamos que se han mejorado las garantías psicométricas este año (o para algún año próximo) y finalmente pudiéramos estar seguro de que hemos medida con precisión lo que queríamos medir: el nivel de cada chaval de Sexto de Primaria. Eso no sería poco avance. El problema siguiente sería la interpretación de los resultados. Y para ello necesitamos la definición explícita d elos objetivos de la evaluación.

¿Queremos presentar una ordenación de centros según la media de los resultados de la prueba? Podemos sin problemas. ¿Nos informa esto acerca de la capacidad educativa de los centros? Desde luego que no. Las situaciones de partida de los alumnos y las condiciones laborales no son idénticas para todos los colegios. En algunos, la proporción de inmigrantes es elevada, con más o menos que no se manejan con fluidez en español; en algunos, la mayor parte de los padres son universitarios; en algunos, el claustro tiene un alto nivel de rotación y está poco cohesionado...

Para poder hablar de la calidad educativa de los centros sería necesario medir todas las covariables que se consideren relevantes (estatus socio-ecónomico o socio-cultural, nivel de conocimientos de los chavales cuando acceden al centro) y ver si los resultados tras la prueba son superiores o inferiores a lo que obtienen otros centros de similares características. El problema es que estas variables adicionales, si bien probablemente de acceso sencillo, no se incluyeron el año pasado.

Por ello, este año la Comunidad, convenientemente presionada, no hará públicos este año los resultados. Siguiendo una dinámica consolidada, en la que con dinero público se generar datos que no se devuelven al público que los ha financiado, nos quedaremos sin esta información, aunque sea incompleta.

Pero otro objetivo es posible para esta evaluación, no únicamente saber si tal centro lo está haciendo bien o mal. Esta información bien podría servir para orientar a los padres y madres sobre el centro en el que quieren escolarizar a sus hijos, dejándoles libertad a ellos para que le den a estos valores la importancia que ellos consideren conveniente y que busquen la información adicional que estimen oportuna. Y aquí es necesario decir con claridad que un ránking de centros en el que éstos se ordenen por 'resultados obtenidos dadas las covariables' no serviría para decidir. La razón: cuando tengo que decidir acerca de qué hacer con mis hijos, el nivel de análisis no puede ser el resultado promedio del centro, sino el resultado en ese centro condicionado a las características de partida de los chavales.

Un centro en el que los chavales de bajo nivel mejorasen mucho, mientras que los de alto nivel se estancaran, quedaría como un centro que mejora los resultados de sus alumnos como promedio. Pero, si yo tengo un hijo de alto nivel de capacidad, me resultará mejor escolarizarlo en un centro que haga que los mejores aprendan lo más posible, aunque en ese centro los de baja capacidad incluso retrocedieran, que en el primer colegio descrito. Pongo un caso extremo para que se vea con claridad.

Hasta donde yo sé, los resultados de ninguna prueba de evaluación de centros incluye resultados condicionados a niveles de habilidad de los chavales. Faltan los mejores datos para tomar decisiones (asumiendo que como padres fuese posible evaluar las condiciones de nuestros hijos que hace que tal o cual centro les pueda ir mejor). ¿De qué datos me fiaría yo como padre? Dos son las alternativas: a) el ránking de centros según datos brutos (media de los resultados sin atender a covariables); b) el ránking según 'mejoras en el rendimiento subtrayendo el efecto de covariables'. Yo preferiría decir según el criterio a. Creo que la mejor educación la recibirá mi hijo estando escolarizado entre gente de una capacidad afín a la suya, porque así él no tendrá necesidad de diversificaciones curriculares (ni por arriba ni por abajo) y tendrá más compañeros de los que aprender. Mejor, claro, disponer de toda la información: a, b... y si los datos están al alcance de todos, alguien capaz ya generará c, d y más.

En todo caso, los que pagamos impuestos: 1) tenemos derecho a acceder a datos que puedan ayudarnos a tomar decisiones y que pagamos; 2) tenemos derecho que estos datos sean de la mayor calidad posible. En ningún caso se puede suplir un conocimiento incompleto por la ausencia de conocomiento.

martes, mayo 09, 2006

Razones para la endogamia universitaria

El otro día escribía mi defensa de la endogamia universitaria con la idea de que en un mundo de zorros uno sólo se convierte en paloma si tiene claros que todos los demás van a hacer lo mismo. Hoy quiero hablar de por qué, en la práctica, se produce mayoritariamente la selección del candidato interno.

Las razón es bien sencilla: porque hay algo que ganar y muy poco que perder. Distingamos entre dos colectivos: el del equipo de investigación el que trabaja el candidato de la casa y el resto de compañeros de área. Si uno lleva varios años en un equipo de investigación, es de esperar que, por parte de los compañeros, haya simpatía hacia la persona a quien darle la plaza y/o sinergias en el trabajo. Los miembros de un área buscan, de un nuevo miembro, que dé el menor número de problemas. Meter a un candidato interno es un modo de minimizar riesgos, puesto que ya viene bien testeado. Así uno se garantiza que no tendrá a alguien molesto en la distribución de horarios, que incordie en las reuniones de área o departamento, que vaya por libre en docencia...

¿Tiene algún coste para alguien que el candidato elegido no sea el de mejor currículum? Antes de nada, señalar que tener el mejor currículum no significa ser el mejor para el puesto. Ser altamento productivo integrado en la universidad A, no implica que vaya a ser igualmente productivo en la universidad B. Por ejemplo, bien podría darse el caso de que nadie ahí llevara la misma línea y esto hundiera mi ritmo. Igualmente, tal y como están los baremos, los que supuestamente se aplican, no se valora la productividad (producción por unidad de tiempo), sino lo producido. Por tanto, uno debería dar plaza a un candidato que en 30 años ha sacado tres artículos, en lugar de a una persona que en 5 años ha publicado dos, si bien el aprovechamiento del tiempo es mayor en el segundo caso.

Anotados estos matices, decir que no hay coste asociado a la no selección del mejor. No hay ninguna parte del sueldo de un profesor vinculada a la productividad de su unidad organizativa (área, departamento, facultad... la que queramos). Por tanto, los directores de tesis buscan colocar a su gente, mientras que el resto de la gente lo da por bueno siempre y cuando éstos no incordien.

lunes, mayo 08, 2006

Ignorancia y autocomplacencia en la educación obligatoria

Hace poco asistía a unas jornadas sobre evaluación educativa. Recojo una de las afirmaciones que ahí se hicieron para explicar por qué la educación en España puede estar como está. No llevé grabadora, así que no puedo transcribir literalmente lo dicho, pero sí el espíritu de lo que se quería transmitir.

En el informe PISA se encuentra una correlación entre el PIB per cápita y los resultados de la evaluación. En el figura de abajo (sacada de acá) se puede ver el caso de los resultados en lectura (click en la imagen para agrandar):

Ahí se puede ver cómo España está básicamente sobre la recta de regresión. Dicho con otras palabras, y esta era la interpretación que se quería dejar entrever, en España no lo estamos haciendo tal mal: obtenemos los resultados que cabía esperar dado nuestro nivel de renta.

De este modo, la línea causal establecida es nivel de renta -> resultados académicos. Los profesores, el MEC, las Comunidades Autónomas, las familias, los chavales... todos los responsables educativos están haciendo lo que cabía esperar. Un guiño a la audiencia de las jornadas (organizadas por CC.OO.): no se nos puede echar nada en cara.

Pero, ¿qué ocurre si rotamos el gráfico y hacemos que la línea causal sea resultados académicos -> nivel de renta? Teóricamente, no hay ninguna razón para no hacerlo. Es más, habitualmente se considera la educación como una de las vías para el desarrollo de los países. Ahora cambía totalmente la lectura. Ahora el análisis a realizar sería, más bien, que los fracasos educativos de este país están lastrando el desarrollo económico del mismo. Visto así, cada profesor que no saca de sus alumnos todo lo que podrían dar de sí; cada político que por dejación, ignorancia o por un puñado de votos no toma las medidas oportunas; cada familia que no se vuelca en la educación de su hijo; cada estudiante que no pone de su parte para formarse lo máximo posible; todos ellos están bajando la calidad de vida del resto de ciudadanos de España. El lugar de control ha cambiado radicalmente. Así interpretado, la pelota está en el campo de los responsables educativos.

domingo, mayo 07, 2006

En favor de la endogamia universitaria

Sinceramente, espero que cuando se convoque una plaza de Ayudante en mi área, si es que algún día ocurre, se bloquee la entrada a cualquier candidato que no provenga de la propia área. Espero que, entre los candidatos del área, se escoja a aquél con mejor currículum. Confío en que, llegado ese momento, sea yo el beneficiado. Más claro no lo puedo escribir.

Deseo restringir la base de posibles candidatos sobre los cuales elegir. Deseo que se escoja no al mejor de entre los que optan, sino al mejor de entre los que estamos ya ahí. Me da igual que esto conlleve que la persona seleccionada no sea la mejor.

A día de hoy, la universidad es endogámica. Los catedráticos han sido titulares en el propio centro. Los titulares fueron antes profesorado no funcionario. Y el último eslabón, los Ayudantes, se nutre de becarios internos. Esto pasa en toda España.

Si mi universidad, si mi área, fuera la primera en abrirse, esto implicaría que yo tendría que competir con decenas de candidatos en igualdad de condiciones, mientras que yo no tendría ninguna opción de poder entrar en el centro del que ellos provienen. Para yo poder encontrar trabajo, tendría que ser el mejor de España; para ellos encontrar trabajo sólo necesitarían ser los mejores de su área. Mal invento para mí, ¿no?

viernes, mayo 05, 2006

Que no te roben tu vida. No a Bolonia


Cartel de la Asamblea Contra la Mercantilización de la Educación. Es de una manifestación ya pasada, pero creo que éste, como pocos, ilustra las demandas y características del movimiento estudiantal contra el plan de Bolonia. Me centraré, hoy, en el primer punto: "No a las empresas en la universidad. No somos su supermercado". Intentaré, primero, aclarar el significado de la reclamación.

Siguiendo un díptico que reparte por la UAM un colectivo que firma como 'Asamblea de Estudiantes', "todo este proceso [Bolonia] atiende a los intereses del empresariado en su insaciable búsqueda del aumento de su beneficio". En la página de ACME, en el texto que explica la convocatoria de la siguiente manifestación, este el próximo 11 de mayo, afirman que "las empresas no tienen nada que decir acerca de la Universidad". Consideran desde ACME que el objetivo es formar una mano de obra menos cualificada, transformar la universidad en una productora de trabajadores precarios en manos de empresarios explotadores.

Por mi parte dudo que haya muchos empresarios que deseen rebajar el nivel de cualificación de los profesionales que contratan. No creo que España, desde el MEC, haya optado por acercarse a China o Vietnam, buscando mano de obra barata y poco preparada. Los empresarios tienen claro que lo conveniencia de un trabajador no son únicamente sus costes, sino la diferencia entre lo que cuesta y lo que lleva a ingresar. De momento, parece claro que los más capaces son los que llevan a mejores beneficios para las empresas. Por eso, es un lugar común en Recursos Humanos lo de hablar de la necesidad de 'detectar, atraer y retener talento'.

Pero, para mi gusto, más interesante que la refutación de la maldad del empresariado, es considerar quiénes sí tienen derecho a opinar sobre la universidad. Según ACME, no los empresarios. ¿Quién entonces? Lo dejo para otro día.

Optimización de objetivos múltiples

Dos objetivos diferenciados y, en cierta medida, contrapuestos: maximizar la calidad de la docencia; maximizar los resultados de la investigación. Para poder resolver qué atención se le otorga a cada elemento es necesario ponerlos en una métrica común. Hace tiempo que se inventó una: dinero.

Dos soluciones diferenciadas según quién resuelva el problema de optimización. El gestor universitario ve ingresos en la docencia. Atraer alumnos lleva detrás tasas y dinero que aporta la Comunidad. La investigación, para el gestor, es prestigio, que sólo tangencialmente aumenta los ingresos. Tanto es así, que desde los rectorados se presiona para que se aumente el número de alumnos admitidos por parte de aquellas carreras que dejan mayores márgenes de beneficio.

Para el profesor/investigador, la solución también es clara, si bien distinta. La calidad docente no da de comer. El número de alumnos de tus asignaturas es indiferente. Si ya eres de los funcionarios, da igual que ya a nadie le interese lo que tú ofreces. Por eso, en las carreras cuya demanda ha caído, no ha habido una reacción de márketing por parte de los profesores. Sin embargo, los resultados de la investigación sí tienen consecuencias: permiten progresar en la carrera universitaria (descontando la corrupción en la asignación de plazas).

Por suerte, es falso que la escala a la que se transforme todo sea económica. La escala para la asignación de recursos es la de 'satisfacción vital'. Muchos profesores en la universidad pueden pasarse horas preparando sus clases, atendiendo alumnos o corrigiendo prácticas. El problema ante esto es doble: el reconocimiento es escaso; queda sujeto a la buena voluntad de la gente. Los escenarios en los que la búsqueda de la excelencia es algo opcional y sin consecuencias llevan, claro, a no ser excelentes.

jueves, mayo 04, 2006

Las innovaciones docentes en la Universidad

Hace poco asistía a un seminario sobre 'Estrategias de enseñanza para el aprendizaje autónomo en la universidad', impartido por Carles Monereo y Montserrat Castelló. Una Ayudante que asistió, de las pocas personas que no venían del sector de la psicología educativa o de la instrucción, me comentaba a la salida: "Esta gente, ¿es consciente de que aparte de dar clases hay que investigar?" Un comentario parecido me hacía un amigo, Ayundante Doctor, hablando del Espacio Europeo de Enseñanza Superior (el proceso de Bolonia).

Esto pone de manifiesto uno de los grandes problemas de la Universidad: su doble función. Por un lado, generar conocimiento; por otro, transmitirlo. A día de hoy, los procesos de selección de profesorado y los complementos retributivos priman el primer elemento. Los favorables a la innovación educativa (los pedagogófilos) tratan de empujar para que la calidad del proceso de enseñanza mejore o, al menos, se amolde a lo que ellos consideran como un buena práctica.

Mientras que quienes no nos dedicamos a la psicología educativa vemos que, dadas nuestras limitaciones en tiempo y energía, maximizar ambos objetivos es casi imposible, los 'innovadores' no tienen este problema. ¿Por qué? Porque para ellos cada innovación docente se traduce en un artículo de revista, en un capítulo de libro. Para ellos no son objetivos disociados. Mirad sus currículums y veréis.

Esto, claro, es una gran ventaja para ellos. Y una desgracia para los demás. Porque son ellos quienes presionan, quienes tienen contactos en el Ministerio, quienes buscan marcar la pauta sobre el modo de dar clase, quienes quieran introducir la obligatoriedad de hacer innovación docente para cobrar según qué complementos. De tal modo consiguen aumentar las demandas hacia los profesores universitarios sin tenerse que cargar nada adicional sobre sus espaldas y, además, siempre habrá para ellos algún nuevo seminario que dar, algún curso que impartir.

Y todo esto sin demostrar que sus modos docentes son mejores que los tradicionales.

miércoles, mayo 03, 2006

El papel de un director de tesis - investigación

Un director de tesis, probablemente, no sepa más que el tesinando acerca de su tema. Quien está haciendo su tesis se dedica en cuerpo y alma durante años a un microtema. Lo anómalo sería que el directorsupiera más de ese pequeño campo.

Probablemente podrá ayudar con una perspectiva más general. Podrá ayudar con los métodos de investigación... si es que puede. Algunos directores de tesis hace tiempo que ya sólo se dedican a pensar, mientras que los becarios son los que se dedican a 'metodar'. Podrá orientar sobre los modos de maximizar los resultados de la investigación. Los productos de un investigador son, básicamente, publicaciones, y hay que ir decidiendo qué puede salir en dónde. "Esto es mejor en una revista extranjera". "Aquello mejor a una nacional pero con índice de impacto". Y, cómo no, "en esta revista el editor es amigo mío" o "estoy en el consejo de redacción de esta otra". Este último punto, creo, es una de sus funciones básicas y fundamentales.

Investigar, creo, no es tan complicado. La lectura de lo ya hecho y la inteligencia, combinadas, deberían ser casi suficientes. Lo difícil es que la investigación se convierta en productos. Y ahí ya entra, con fuerza, la experiencia y los contactos. Un tesinando es poco probable que cuente con ellos.

martes, mayo 02, 2006

Criterios para llegar a ser Ayudante

Anécdotas y criterios a la hora de asignar plazas de Ayudante (el escalón inferior) en la universidad:

En un departamento está claro cuál es el candidato que tiene que salir elegido. Como éste tiene unos méritos bastantes pobres, parece complicado darle el empujón que permita colocarlo. Por suerte, la creatividad siempre acompaña en estos momentos de apuro. A alguien se le ocurre que el mejor modo para darle el primer puesto en la lista es valorar más que cualquier otro criterio la única categoría en la que gana el candidato a encumbrar. ¿Cuál es ese criterio? El número de tesis dirigidas por su director de tesis. Mérito fundamental para valorar a una persona, no cabe duda.

En otro departamento quieren colocar a otra persona. La candidata a priorizar tampoco parece que se valga por sí misma. ¿Qué estrategia elegir? Se compara su currículum con cada uno de los currículums del resto de candidatos, viendo que siempre gana en, al menos, un criterio. De este modo ella consigue la plaza y la comisión se garantiza que, en el caso de que haya alguna reclamación, tendrán modo de componer los criterios para defender su decisión. Lo único que podría echar abajo este sistema sería una multitud de reclamaciones, pero, ¿quién se atreve a reclamar en estos casos?

Evidentemente, nada de todo esto es demostrable, pero así me lo contaron y así lo dejo por escrito.