Anécdotas y criterios a la hora de asignar plazas de Ayudante (el escalón inferior) en la universidad:
En un departamento está claro cuál es el candidato que tiene que salir elegido. Como éste tiene unos méritos bastantes pobres, parece complicado darle el empujón que permita colocarlo. Por suerte, la creatividad siempre acompaña en estos momentos de apuro. A alguien se le ocurre que el mejor modo para darle el primer puesto en la lista es valorar más que cualquier otro criterio la única categoría en la que gana el candidato a encumbrar. ¿Cuál es ese criterio? El número de tesis dirigidas por su director de tesis. Mérito fundamental para valorar a una persona, no cabe duda.
En otro departamento quieren colocar a otra persona. La candidata a priorizar tampoco parece que se valga por sí misma. ¿Qué estrategia elegir? Se compara su currículum con cada uno de los currículums del resto de candidatos, viendo que siempre gana en, al menos, un criterio. De este modo ella consigue la plaza y la comisión se garantiza que, en el caso de que haya alguna reclamación, tendrán modo de componer los criterios para defender su decisión. Lo único que podría echar abajo este sistema sería una multitud de reclamaciones, pero, ¿quién se atreve a reclamar en estos casos?
Evidentemente, nada de todo esto es demostrable, pero así me lo contaron y así lo dejo por escrito.
Ratificado
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