La Federación de Jóvenes Investigadores convoca una manifestación para este sábado 20 en Madrid. Ahí presentarán su Manifiesto por la Investigación.
Habrá quien considere que tener a algunos de los más capaces de entre los jóvenes universitarios españoles sin contrato, sin garantías laborales, con inestabilidad jurídica, con una mínima opción de planificar su carrera académica con un mínimo de sentido... es explotación. Explotación de estado. Habrá quien vea como cínico y que roza la explotación que el gobierno diga y repita que considera como objetivo el reducir la precariedad laboral y, en la universidad, ofrezca becas de cuatro años, que no garantizan poder llegar un contrato temporal de otros cuatro años, para, más adelante y si hay suerte, verte forzado a cambiar de centro de trabajo, para otro contrato de cuatro años, tras los cuales, y tras hacer unos trámites que no tienen nada que ver con tu trabajo ordinario y que, más bien, lo entorpece, conseguir un empleo estable, que no funcionario.
Para mí no es explotación, dado que el empleado acepta librementa la oferta que se le ofrece. Explotación es cuando hay vulneración de la libertad. Yo lo veo así, pero lo que no consigo entender es que muchos políticos, con una ideología bien distinta a la mía, no consideren esto explotación. Cualquier persona de ideología mínimamente conservadora o de izquierdas tendría que considerar esto una aberración.
Para mí la aberración no es el trato dado a los jóvenes investigadores, sino que alguien se crea la viabilidad de este sistema para atraer a la investigación a los mejores dotados para la misma. Los becarios, los ayudantes, son personas de una capacidad que sobrepasa la capacidad media de sus compañeros de estudios. Sin embargo, la calidad del trabajo del que disfrutan es increíblemente peor de la que cabría esperar dada sus habilidades. Dentro de poco ya se correrá por las universidades la voz de "no te metas aquí ni loco".
Vergüenza te debería dar defender la endogamia.
ResponderEliminarDeberías afiliarte al PSOE. Progresarás más rápidamente en las cloacas universitarias.
Ya puestos a ser endogámicos...
Estoy convencido de que la nueva LOU te va a encantar.
Comentarista "no fastidies": Primero de todo, indicarte que este comentario no tiene nada que ver con la anotación de la que cuelga. Segundo, me temo que no has entendido absolutamente nada de lo que quería decir. Lo tomaré como un acicate para mejorar mi modo de explicarme.
ResponderEliminar¿Explotación es 'cuando hay vulneración de la libertad'?
ResponderEliminarJo, ya he vuelto a suspender otra vez.
¡Ah! ya me acuerdo, el Max Stirner ese decía que un esclavo no es verdaderamente esclavo, porque es un hombre... libre por naturaleza.
Profe, ¿me aclara la cosa?
Si una persona opta por una beca de investigación (o por un trabajo de 60 horas semales) es porque le compensa. De no ser así, esa persona se irá. Mientras que tenga la puerta abierta no habrá explotación, sino un acuerdo entre partes libres.
ResponderEliminarY sí, un esclavo es un esclavo. Está claro que un esclavo no puede decir "me marcho".
Casi me convence, profe. Mas, poder decirlo, puede, el entorno será hostil, pero puede decirlo e intentar hacerlo.
ResponderEliminarSerá que no me lo creo por haber leído los experimentos de Leon Beauvois sobre la ilusión de las decisiones libres (cosas raras de la biblioteca de la facul). A lo mejor me debería limitar a las bibliografías oficiales... o a lo que me mande la empresa de turno.
Y si la explotacion sólo depende de la decición libre. ¿Qué decir de las 'performances artísticas' de Santiago Sierra? En Barcelona demostró que tenía una cola de inmigrantes dispuestos a pasar un mes a pan y agua, hacinados en la oscura bodega de un barco, a cambio de un salario algo mejor del de mercado. El maresme o la bodega: una decisión libre.
Me alegra que libremente hayas optado por leer literatura adicional a la planteada en las asignaturas. En un entorno hostil, donde no se te exigía ni se te valoraba, deciste buscarte fuentes distintas y, con el tiempo y energía necesario para ello, las leíste. Dentro de las limitaciones personales y del contexto, optaste por leer a Leon Beauvois. (Reconozco no tener el placer de haber leído nada de él).
ResponderEliminarLa libertad se ejerce en un contexto. O, dicho a la inversa, el contexto no niega la libertad. Das a entender que la existencia de cientos de inmigrantes dispuestos a irse un mes a la bodega de un barco, a pan y agua, por dinero, niega la libertad de los mismos. ¿Cómo explicar, entonces, que haya otros cientos de inmigrantes en idénticas condiciones que no acepten estas condiciones? Si no hay libertad, a todo input igual le correspondería el mismo output. Salvo que haya algo en medio, la libertad del individuo, que module el output.
Está claro que cuando uno desea que le cojan para algo así, para un mes de penurias, es que su vida es tremendamente dura. Y, en esas condiciones, ha hecho sus análisis coste-beneficio y ha visto que le compensa. A ver qué opinarían esos inmigrantes si un legislador, por decreto, prohíbe que entren en el barco, porque cree que no son libres y que no es aceptable. Se les estaría negando el derecho a una acción libremente escogida.
Imagino que con esto no hago cambiar tu opinión, pero ahí quedan mis ideas. Saludos.
Soy el mismo pesado de antes. Gracias por la aclaración, es una posición sólida, aunque tal noción de libertad como opción entre posibilidades dadas me parece muy estrecha. Lo que hace Beauvois en sus experimentos es condicionar a los sujetos de la experimentación (cobayas que se creen ayudantes de investigación) a hacer cosas que no estaban inicialmente en el contrato e ir poniéndolos en situaciones progresivamente más desagradables, que tragan sucesivamente. A posteriori, todos dicen haber tomado decisiones "libres", pero los grupos de control, sin la inmersión situacional, sistemáticamente se niegan a entrar conscientemente en las "trampas".
ResponderEliminarLo mismo fuera de la situación experimental: cuando ninguna de las opciones es deseable, pero por alguna hay que optar para no perecer (física o socialmente), la libertad aparece en el horizonte como algo muy limitado. El gran acto libre es entonces romper la baraja, meterse en el cayuco rumbo a lo desconocido (aunque también es una opción estructurada por otros).
Elegir entre opciones estructuradas por otros, es tener una libertad bastante limitada.
(Más libros raros de la biblio: sobre una noción individualista de explotación compatible con esto que digo, basada en la acción racional, el modelo II de Erik Olin Wright.)
Si buscamos causas a nuestros actos, podemos encontrar miles de influencias: fisiológicas, genéticas, ambientales... Llevado esto al extremo, nuestra voluntad se diluye, no hay libertad: todo acto está causado y nuestra sensación de libertad no es más que una ilusión.
ResponderEliminarEl problema de creer esto es que hace la convivencia imposible. Como todo se puede justificar por poderosas razones y no somos libres, ¿qué sentido tiene la culpabilidad? ¿Cómo censurar al padre hijo de maltratador que desloma a su propio hijo?
Aceptemos que somos libres, salvo en ocasiones. ¿Quién determina en qué casos no lo somos? ¿Quién puede atribuirse la capacidad de limitar la capacidad de decidir el curso de vida de la gente?
Para sacar adelante a mi mujer y doce hijos, necesito trabajar sesenta horas. Yo quiero trabajarlas. El estado me dice que no, que nadie debería.
Trabajo feliz en una fábrica de coches. Tengo unos cincuenta años. Si se me acaba este trabajo, que me hace feliz, sé que tengo pocas opciones para encontrar otro. La empresa dice que, si nuestros sueldos siguen así, se llevará la planta a otro país. Yo deseo mantener mi puesto; para ello, estoy dispuesto a cobrar un poco menos o trabajar un poco más. Los sindicatos deciden que no, que no es tolerable.
Tengo dieciocho años. Puedo ser alcalde de mi ciudad. Puedo votar. Por la causa que sea, quiero prostituirme. Algunos gobiernos autonómicos se plantean prohibírmelo: mejor que me espere hasta los veintiuno para tomar estas decisiones.
El razonamiento de "no está tan claro que seamos libres", si bien filosóficamente puede ser válido, resulta terrible en la organización de una sociedad. Abre la puerta a que sean otros quienes gobiernen tu vida. Puede no estar claro si somos libres o no, pero sí que está claro que ceder la dirección de nuestra vida a otros es malo para nosotros, ya que nadie sabe lo que necesita como uno mismo.
Qué razonamiento más raro: a abrir los ojos (intentar salir de la caverna) y ver que tu vida está condicionada, lo llamas abrir la puerta para que te controlen la vida. Estoy de acuerdo con que desresponsabilizar a la gente ordinaria de lo que logren en la vida es negativo para el funcionamiento de la sociedad, pero naturalizar el funcionamiento ciego de los ámbitos de gestión colectiva de nuestras vidas y llamar libertad a aceptar las opciones condicionadas que se te imponen (esas puertas que están abiertas, aunque no las mires) pues peor.
ResponderEliminarPero bueno, lo que fallaba en el post era usar la noción de explotación como sinónimo de esclavitud, cuando su único valor heurístico en la historia de las ciencias sociales es el de señalar una dependencia asimétrica en relaciones formalmente libres. Los socialistas del XIX intentaron darle un contenido moral y los marxistas se enredaron en medidas absurdas de tasas de explotación, pero decir que explotación y esclavitud son sinónimos es regodearse de vivir en la caverna. Muy posmoderno, sin duda.
Usuario anónimo: simple y llanamento, me perdí en tu último comentario. Puesto que no he entendido bien qué es lo que quieres decir, no me veo capaz de responder. Al final no he conseguido entender si estoy en la caverna, fuera de la caverna, si se me ha agotado el carburo y me he quedado a oscuras...
ResponderEliminarLo que quería decir es que las condiciones de los becarios no son de explotación, ya que ellos acceden. Comparativamente con las que ofrecen en otros lugares de trabajo, son bastante malas, lo que disminuye la probabilidad de que gente buena quiera optar a ser becario de investigación o de que duren mucho.