Uno podría plantearse que hay criterios ya establecidos que permiten marcar con claridad cómo se va a realizar el reparto. Algo que permitiese ordenar a las facultades según sus necesidades y, según esto, poder asignar plazas nuevas. Para ello es importante partir de un análisis de la realidad. No parece descabellado estudiar, en primer lugar, el número de estudiantes y el número de alumnos por centro. Me voy a centrar en los datos de la UAM, extraídos del censo empleado en las últimas elecciones a rector (EPS corresponde a la Escuela Politécnica Superior):
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Pero, me temo, no es así. El criterio no son las necesidades. La dinámica es bien distinta: las facultades con un alto número de profesores detentan un mayor poder. En la elección a rectores, el voto ponderado de profesores funcionarios es el 51% del total. Este mayor poder permite que estos centros atraigan un mayor número de plazas para ellos. La ratio no evoluciona hacia la convergencia, sino al contrario. Cuando el reparto de bienes se realiza, o bien por votación democrática o bien por presiones, contar con el 51% del poder o votos permite conseguir el 100% de los recursos.
Hay algunos datos que indican que esto puede estar ocurriendo. En la siguiente gráfica se muestra la relación entre número de profesores y ratio estudiantes/profesores (click para ampliar):
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¿A alguien se le ocurre una interpretación alternativa?
Sin opinar sobre el tema de que tengan o no más poder y repartan como quieran y desde el más abosluto desconocimiento del funcionamiento interno de la universidad, me parece bastante lógico que en el reparto de profesores coincida un mejor ratio con las carreras de ciencias en general, que son las que tienen actividades prácticas (laboratorios,...)
ResponderEliminarEs decir, en Derecho, por ejemplo, o en cualquier carrera de la rama de las Ciencias Sociales o Humanidades, la asistencia a clase se limita generalmente a que el profesor dé la clase (teórica) y se vaya a su despacho. En cambio una carrera como medicina, tiene, aparte de las tradicionales clases teóricas, innumerables prácticas que les amntienen en la facultad todo el día y que necesitan de muchos más profesores. En una carrera tipo Derecho, es perfectamente posible dar todas tus calses del curso en jornada de mañana y de tarde y tener el resto del día libre. En carreras como Biología, tienen las mismas clases que todos y, además, todo tipo de práticas y laboratorios.
Por lo menos la gente que ocnozco en ese tipo de carreras es "esclava" de las mismas; mientras que las personas que conozco de Empresariales, Derecho o Filologías tienen la asistencia a la Facultad como labor a media jornada (o jornada intensiva, como prefieras verlo)
Resumiendo, que sin saber nada el reparto me parece lógico. Otra cosa es que haya detrás un politiqueo sucio; que seguro que lo hay. Al fin y al cabo vivimos en España.
Se supone que todas las titulaciones tienen, más o menos, la misma carga práctica. Claro está que lo que es práctica difiere notablemente por carreras: un estudiante de químicas se irá al laboratorio, mientras que un psicólogo puede estar haciendo 'simulación', donde él es el terapeuta y otro compañero el cliente...
ResponderEliminarLa explicación de las diferencias en la ratio basada en una mayor carga práctica de las carreras de ciencias, en todo caso, no podría explicar la baja ratio de Filosofía y Profesorado o la alta ratio de la Politécnica.
Acepto, eso sí, que algunas titulaciones han sabido vender muy bien la necesidad de contar con una baja ratio. 'No podemos tener a muchos a la vez en un laboratorio con productos tóxicos, necesitamos profesores'. No digo yo que no sea así. Pero, ¿acaso uno dar prácticas sobre cómo hacer manejar un software de análisis estadístico con cien alumnos metidos en un aula de informática?
Espero poder encontrar datos similares a los de la UAM para otras universidades. Ya informaré.
Estamos con el viejo prejuicio -por otra parte, ganado a pulso- de que las letras necesitan menos horas que las carreras "realmente" científicas.
ResponderEliminarLa realidad es que para ser medianamente bueno en una carrera de letras necesitas mucha más preparación que para alcanzar un nivel similar en una de Ciencias. Lo que no es óbice para que sea mucho más fácil sacar adelante una carrera de ciencias que una de letras. Sencillamente, las letras son un coladero, y si pidieran nivel, y no se pasase sin leer lo imprescindible, las cursarían cuatro.
De hecho, cada vez que muere uno de letras, la sensación es de pérdida irreemplazable, y sólo se habla de la falta de discípulos. No creo que pase lo mismo con Grande Covián o García Bellido, por poner dos ejemplos.
Tampoco le ha beneficiado mucho a las letras la incorporación de carreras que son en realidad oficios, como la de Periodismo, que es el colmo de la blandura.
Sí, yo también apostaría por el argumento de "por una itv", aunque el caso de Filosofía lo contradice. ¿En las EPS hay tantas horas de prácticas en las escuelas o más bien las hacen los alumnos por su cuenta?
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