Para poder interpretar este gráfico, es oportuno recordar los puntos de corte recomendados por la Organización Mundial de la Salud para transformar el índice de masa corporal² en categorías de estatus nutricional. Estos puntos de corte son iguales a lo largo de toda la edad adulta y no difieren según sexo:
- Por debajo de 18.5 kg/m^2, infrapeso.
- Entre 18.5 y 25, normopeso.
- Entre 25 y 30, sobrepeso.
- Por encima de 30, obesidad.
Mirando el gráfico, vemos cómo:
- El IMC pronosticado para personas jóvenes se sitúa, aproximadamente, en el punto de corte entre el normopeso y el sobrepeso.
- El IMC que esperamos encontrar aumenta con la edad, y este incremento paulatino es más marcado para hombres que para mujeres.
- Para cualquier edad, el IMC pronosticado para los hombres es mayor que para las mujeres. En coherencia con el punto anterior, la diferencia en IMC esperado entre hombres y mujeres crece con la edad.
En la Encuesta Nacional de Salud se le pregunta a la gente no sólo por su peso y altura, sino también por su percepción: "En relación a su estatura, diría que su peso es:
- Bastante mayor de lo normal
- Algo mayor de lo normal
- Normal
- Menor de lo normal"
Tenemos, así, el IMC autoinformado y el estatus de peso percibido. Podemos plantearnos para cada valor de IMC cuál es la probabilidad de situarse en cada uno de los diferentes niveles de peso percibido. Puesto que hombres y mujeres difieren en sus IMC promedio y éste cambio según la edad, es esperable la edad y el sexo sean variables relevantes a la hora de explicar la percepción de peso. Para poner a prueba esta idea, ajustamos un modelo de regresión logística multinomial, con estatus de peso percibido como variable dependiente y, como independientes, sexo, edad e IMC.
En la siguiente gráfica representamos las probabilidades de considerarse en cada uno de los cuatro estatus de peso percibido, para hombres y mujeres de 25 y 55 años. Ya que la edad es una variable continua, es necesario fijar un par de valores (arbitrarios) para poder representar gráficamente la relación:
¿Qué podemos ver aquí?
- Lo más evidente, que según vamos incrementando el IMC va subiendo el nivel de estatus de peso percibido en el que es más probable situarse.
- El IMC a partir del cual una persona empieza a considerarse con un peso bastante mayor del normal está marcadamente por encima de 30, el punto de corte de la OMS para definir la obesidad.
- En general, a mayor edad, las líneas se desplazan hacia la derecha. Esto es, los IMC de corte para pasar de considerarse con algo de peso de más o bastante peso de más van siendo valores más altos.
- Para las mujeres, las líneas se situán a la izquierda de las líneas de los hombres. Esto es, pese a que para la OMS no hay diferencia por sexo en cómo categorizar los IMCs, las mujeres necesitan un IMC menor que los hombres para considerarse con sobrepeso. O, visto por el otro extremo, se consideran con un peso normal hasta IMCs más bajos que los hombres, antes de pasar a considerar que pesan de menos.
Por tanto, tenemos que las líneas de probabilidades de autodescripción son cambiantes según sexo y edad. Para poder ver este patrón de resultados, vamos a representar la gráfica que marca los diferentes puntos de corte entre las líneas. Los puntos de corte de IMC nos indican a partir de qué valores de IMC pasa a ser más probable considerarse en un determinado nivel de peso percibido en comparación con su nivel adyacente.
Aquí vemos lo anteriormente comentado con mayor claridad:
- Los puntos de corte van aumentado con la edad.
- Para las mujeres, estos puntos de corte están por debajo que para los hombres.
- El punto de corte que diferencia entre peso por debajo del normal y peso normal viene a corresponderse con el punto de corte de la OMS para señalar el infrapeso
- También lo hace, aunque en menor medida, el punto que marca el cambio entre peso normal y peso algo mayor del normal con IMC que según la OMS señala el paso al sobrepeso. Para los hombres mayores, tienden a considerarse como con algo de peso por encima del normal cuando según la OMS ya están bastante cerca de la obesidad.
- Importantemente, el punto de corte entre tener algo de peso de más y bastante peso de más se sitúa muy por encima de un IMC de 30, la frontera entre el sobrepeso y la obesidad. Se sitúan más bien en donde la OMS corta entre obesidad clase I y obesidad clase II.
Por tanto, si bien cabe esperar que vayamos ganando peso con los años, esto tiene un efecto limitado sobre nuestra percepción de estatus de peso, dado que vamos acomodando, correspondientemente, los puntos de corte. En general, a igualdad de IMC, las mujeres tienden a atribuirse un estatus de peso percibido superior al de los hombres. La frontera para estimar que tenemos bastante más peso del normal está muy por encima de punto en el que la OMS señala el comienzo de la obesidad.
En un futuro post espero poder discutir por qué la preocupación por el peso y el IMC son entre una tontería y contraproducentes y cómo estos datos cuadran con lo que sabemos sobre la relación entre el IMC y la salud.
Por cierto, si alguien se anima a convertir este pequeño post en un artículo científico, será muy bien recibido. Aquí hay material para ello, diría yo.
¹ Gran batería de preguntas en la que la salud mental ocupa un papel mínimo, del que se puede deducir sin demasiado problema la relevancia de este campo para el Ministerio de Sanidad.
² Estos puntos de corte tienen sentido a nivel epidemiológico, no individual. El estatus nutricional de una persona no puede determinarse considerando únicamente su IMC.
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