La asignatura de Ciencias para el Mundo Contemporáneo, que será común en primero de Bachillerato a partir del próximo curso, podría impartirse en la Comunidad Valenciana en inglés y por profesores de Filosofía, entre otras especialidades, para que así estos docentes recuperen las dos horas lectivas que habían perdido en este nivel educativo. (El País, 14/07/08).La pregunta no es "¿quién puede dar mejor esta asignatura?", sino "¿a quién tenemos libre para ello?".
jueves, julio 24, 2008
Criterios para organizar el Bachillerato
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¿De qué va esa asignatura? ¿Es que la teoría de la relatividad era falsa en el mundo antiguo?
ResponderEliminarDesde mi punto de vista han de impartirla los filósofos. El motivo es que en sus preparación no sólo reciben una enorme dosis de "historia de la ciencia" sino que, a su vez, tienen las capacidades para mostrar la "historicidad" interna a la ciencia y con ello evitar los enfoques ingenuos. Si tratamos de la ciencia contemporánea hemos de relacionarla con el concepto de "verdad" en general o, al menos, con el de "validez". En este sentido se han de mostrar que la ciencia actual no es más que un momento del desarrollo de una ciencia, mostrar, a su vez, cuál ha sido ese desarrollo y de qué métodos se vale. Todas estas disciplinas entrarían de lleno en el seno de la filosofía (epistemología, historia de la ciencia, filosofía y sociología de la ciencia, etc).
ResponderEliminarHemicéfalo, fíjate que no cuestiono la elección, sino los motivos para la misma. Esa asignatura ha conseguido convencer a casi todos los Departamentos de que ellos son los que tendría que impartirla. Yo me acerco más a la idea de que habría que borrarla y dejarse de dar barnices de cultura, que ya estamos hablando de bachillerato. Pero, en cualquier caso, que uno de los criterios sea el completar los horarios de un grupo de profesores me parece lamentable.
ResponderEliminarImagina que un político dijera: "Hemos decidido dar menos horas de Educación Física. Por ello, a los licenciados del INEF que ya son funcionarios, que no los podemos despedir, vamos a recolocarnos dando clases de Matemáticas". Sería bastante de risa.
Me da igual que los de Filosofía puedan dar genial la asignatura. Si a una buena conclución se llega por caminos incorrectos, también hay que denunciarlo, porque, probablemente, no se tenga la misma suerte.
¿No sabeis que en los institutos de bachillerato existen las llamadas "materias afines"? Un profesor "de letras" está ahora mismo por ley obligado a completar su horario con cualquier materia "afín". Un profesor de historia, por ejemplo, puede ser obligado a dar clases de lengua española (o catalana, o gallega), latín, francés, filosofía, griego o inglés. Y no es ninguna exageración: cualquier profesor de instituto os podrá citar casos a montones. Yo, de primera mano, conozco el caso de un profesor de filosofía dando clases de francés (lengua que el pobre hombre jamás en su vida había estudiado..., pero la directora insistía en que había que mantener un grupo abierto de francés para que al curso siguiente se pudiera convocar una plaza de esa especialidad destinada a la hija del inspector). Sé de una licenciada en medicina, con especialidad cursada en Estados Unidos, que aprobó unas oposiciones de inglés..., y fue obligada a dar latín. Conozco a una interina que es la personificación de la ignorancia (licenciada, sí, en pedagogía), adscrita al área de filosofía (de la que no sabe nada) dando clases de griego (y no conoce ni el alfabeto). Y podría seguir durante mucho tiempo, pero sólo recordaré que yo misma, que soy profesora de latín, he tenido que dar clases de música (y por entonces yo no sabía ni lo que era una clave de sol), de lengua española, de historia, y de ética; naturalmente también doy clases de griego (aunque, de acuerdo con la oposición que realicé, no había ni un sólo tema de tal especialidad).
ResponderEliminarLo de las "afines", por cierto, ahora va a llegar a la universidad: con la nueva reforma desaparece la adscripción de las asignaturas a las "áreas de conocimiento". El Decano de la Facultad, desde su buen criterio, decidirá qué profesor es el que imparte una determinada asignatura; esto quiere decir que las materias con poco horario lectivo corren riesgo cierto de quedarse, dentro de algún tiempo, sin profesorado propio que las imparta. En la facultad en la que trabajo de profesora asociada, por ejemplo, el latín quedará reducido a una única asignatura en uno sólo de los futuros "grados" que allí se van a impartir (en las filologías ha habido que hacer sitio para "literatura de mujeres" o "lenguas minorizadas", y no ha quedado sitio para el latín o la lingüística histórica); tan pronto como se jubile la profesora titular actualmente existente, como es obvio, no es de esperar que se convoque ninguna nueva plaza de esa área, sino que otras áreas supuestamente "afines" aprovecharán para expandir su horario (quien conozca un poco la universidad española sabe que lo de disponer de muchas horas de clase es la justificación imprescindible para contratar profesores asociados o para convocar nuevas plazas de titular, cosas todas ellas que constituyen el tipo de premios que pueden repartir los caciques universitarios).