El primer número de esta muy espaciada serie puede encontrarse acá. Esta entrada bien podría haber recibido también el nombre de ficción didáctica.
Recomiendo no leer del tirón la anotación, sino dedicarle un poquito de tiempo a reflexionar sobre las preguntas que se van formulando.
La capacidad de concentración correlaciona de un modo positivo con el éxito académico. Un grupo de psicólogos ha desarrollado un programa de mejora de la concentración, con una duración de seis meses, y quieren poner a prueba si su método da los resultados deseados. Para ello, seleccionan al azar 20 colegios de la provincia de Barcelona y evalúan la capacidad de concentración de todos los alumnos de 2º de Primaria. La puntuación en el test de capacidad de concentración administrado sigue, en la población, una distribución normal, con media 15 y desviación típica 3.
Los psicólogos seleccionan a los 5 alumnos de cada clase que menor puntuación han obtenido en el test. La puntuación media en el test de concentración para estos chicos es de 8’80. Les aplican el programa de intervención y, tras ello, evaluar de nuevo a los 100 chicos, encontrando que la puntuación media ahora es de 12’25.
1. ¿A qué conclusión podemos llegar? ¿Podemos decir que el programa de intervención de este equipo de psicólogos mejora la capacidad de concentración?
Al enterarse de estos resultados, un compañero de estos psicólogos les sugiere que estos resultados pueden estar contaminados por el efecto de la maduración normal de chicos a esas edades. Quizá los niños han mejorado su capacidad de concentración no gracias al programa, sino por haber crecido seis meses desde que se les evaluó por primera vez hasta que se les evaluó de nuevo.
Para eliminar este problema en el diseño de la investigación, el grupo de psicólogos repite de nuevo la recogida de datos. Seleccionan ahora 40 colegios y pasan el test de capacidad de concentración a todos los chicos de 2º de Primaria. La muestra tiene una media de 15’04 puntos en el test. En 20 colegios tomados al azar, aplican el programa a los 5 chicos que muestran menor puntuación en la prueba. En los chicos que pasan por la intervención, la media pre-programa es de 8’95 y la media post-programa es de 12’04. En los otros 20 colegios no se aplica el programa y los psicólogos se limitan a evaluar de nuevo a todos los chavales de estos colegios al cabo de seis meses, coincidiendo con la evaluación de los chicos que sí reciben la intervención. Las medias pre y post para de los chavales de los colegios donde no se ha aplicado la intervención son 15’02 y 14’94.
2. ¿A qué conclusión podemos llegar? ¿Podemos decir que el programa de intervención de este equipo de psicólogos mejora la capacidad de concentración?
Este grupo de psicólogos parece contento con los resultados obtenidos. Consideran que su programa es un éxito. Una vez demostrado, desde su punto de vista, el éxito en mejorar la capacidad de concentración en chicos con bajo nivel en esta carecterística, se proponen ver si el programa mejora igualmente la concentración en chicos con alto nivel en esta variable.
Para ello, vuelven a seleccionar 40 nuevos colegios, en 20 de ellos se aplicará el tratamiento y en otros 20 no se aplicará. En los colegios en los que van a aplicar el tratamiento seleccionan a las 5 personas con menor puntuación en el test que mide capacidad de concentración y a las 5 personas con mayor puntuación en el test. Para los chavales con bajo nivel encuentran resultados similares a los encontrados previamente: la media en la medida pre-programa es de 8’54 y la media post-tratamiento es de 11’53. En los chicos con alta capacidad de concentración, las medias son 21’10 y 17’50 para las medidas pre y post respectivamente. Para los chicos de los colegios que no reciben ningún tratamiento, las medias son 15’08 y 15’14 para los dos momentos.
3. ¿A qué conclusión podemos llegar? ¿Podemos decir que el tratamiento es eficaz? ¿La eficacia del tratamiento varía según la capacidad de concentración que tengan los chicos antes del tratamiento?
Un experto en psicometría, al conocer estos resultados, propone al grupo de psicólogos una nueva investigación. De nuevo, se seleccionan 40 colegios y se sigue el mismo procedimiento descrito para el caso anterior. La diferencia, ahora, es que no se aplica programa de intervención alguno.
Las medidas pre y post para el grupo de chavales bajos en capacidad de concentración son 8’68 y 12’13. Para los chicos con alto nivel en concentración, las medias pre y post son 20’86 y 17’50. Para los colegios donde se comparan todos los chicos de 2º de Primeria, las medias son de nuevo 14’87 y 15’01. Hay que recordar que ahora no se ha aplicado ningún tratamiento.
4. ¿Podemos decir que el programa de intervención sirve para algo? ¿Cómo podrían explicarse estos resultados?
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