A finales de noviembre de 2006 la Fundación BBVA publicaba un interesante informe sobre los universitarios españoles. Se encuestó a 3000 universitarios matriculados en estudios de segundo ciclo y cursando los últimos dos años de estudio. Se descartó a quienes estudiaban en la UNED.
De entre todos los datos que ofrecen, me quedo especialmente con la siguiente gráfica (click para ampliar):
Me temo que la calidad de la imagen no es muy buena. Traduzco a palabras lo que malamente se ve. La pregunta es: Por término medio, ¿cuántas horas dedicas a la semana a estudiar las asignaturas de tu carrera? Las respuestas se ofrecen por área de las titulaciones: Humanidades (12 horas), Social/Jurídicas (12,3 horas), Experimentales (13,4), Salud (15,8) y Técnicas (16,3).
Lo más probable es que los estudiantes no tengan apenas capacidad para estimar la dedicación promedio a su carrera. Es normal. Cuando a uno le hace una pregunta de este tipo, uno acostumbra a responder más por lo que buenamente le parece que por un cómputo riguroso. Las horas de las que informan serán la combinación de horas reales de dedicación + sesgos e incapacidades de estimación + error de medida. ¿Significa esto que haya que tirar a la basura estos datos? ¡Qué va, ni mucho menos!
Estos resultados, desde mi punto de vista, no sirven para saber cuánto tiempo se les va en los estudios, pero sí que permite la comparación entre áreas. Si asumimos que los estudiantes de las distintas titulaciones tienen los mismos problemas para estimar el tiempo dedicado, estamos aceptando que la suma de sesgos e incapacidades de estimación + error de medida será la misma para todas las áreas. Por tanto, las diferencias en tiempo informado sí que serán informativas sobre diferencias reales entre grupos. Quizá no en valor exacto, pero sí podemos aceptar que la ordenación que hacemos de los grupos es la correcta.
(Lo mismo pasa con los cuestionarios sobre número de coitos anuales. La gente no hace muescas en la pared cada vez que añade uno a la lista, para poder responder cuando lleguen los de Durex con su encuesta. Uno responde en parte por lo que cree, en parte por lo mal que calcula y en parte por fanfarronear. Decir que la media de un país es de 90, por poner un valor, no equivale a decir que toca una vez cada cuatro días. Al menos, no debería entenderse así. Ese valor tendrá sentido en comparaciones entre países. Y detrás de esa comparación está el supuesto de que en todos los países los hombres inflan por igual las cifras).
Parece, pues, que la dedicación a la carrera no es equivalente por titulaciones. Nada que no cupiera esperar. Creo que esto puede explicar por qué las tasas de desempleo no son las mismas para todas las áreas universitarias.
Hay áreas en las que la nota de corte es más elevada y la gente que accede tiene, en promedio, mayor nota: Medicina, algunas Ingenierías... Cabe suponer que los alumnos que ahí entran serán más inteligentes. (Y sigo hablando de promedios). Pese a ser más inteligentes, le tienen que dedicar más horas a sacarse sus estudios que otros estudiantes menos brillantes en titulaciones menos exigentes, como Psicología o las Filologías.
Por tanto, un físico, un arquitecto... al licenciarse, habrán aprendido más (son más listos y trabajan más), cabrá esperar de ellos mejor capacidad de razonamiento y mayor capacidad de esfuerzo, cuando se los compara con un sociólogo o un geógrafo. Si fueran empresarios, ¿a quién contratarían?
Aún podemos ir más lejos. Si un alumno medio puede sacarse una carrera de Humanidades estudiando mucho menos que uno que hace una Técnica, ¿cuántas horas tendrá que dedicarle a su carrera un alumno de capacidad equiparable a la de quienes entran en las carreras más exigentes? Menos horas, incluso. De hecho, creo que un alumno brillante puede acabar por sentir que una ciertas carreras son poco estimulantes para él.
Y sigamos. Ahora, con el Espacio Europeo de Educación Superior, se pretende medir lo inmensurable: el tiempo de dedicación. Se supone que deberían de acabar las discrepancias en tiempo invertido por áreas. Los créditos ECTS van a hacer mención al tiempo dedicado en promedio por los alumnos. Pero, ¿de qué alumnos estamos hablando? De los alumnos promedio. Perfecto, ¿y esos cuáles son?
Pueden ser los alumnos promedio de la titulación y los alumnos universitarios promedio. Si son los alumnos promedio de la titulación, quizá se consiga que se homogenice las horas de dedicación por áreas, pero eso no equivaldría a que el aprendizaje sea el mismo para todas las titulaciones. Volvemos al mismo problema. Si la distribución de capacidades no es la misma por carreras, no puede ser igual el tiempo medio de estudio.
En el mundo idílico, y si esto pudiera medirse, lo que tendría que ser igual es el tiempo medio de dedicación por carrera condicionado al nivel de capacidad de los estudiantes. Que las personas de capacidad X, estén donde quiera que estén y estudien lo que quiera que estudien, dedicaran el mismo tiempo.
Lo contrario seguirá implicando que un psicólogo sea menos de fiar, profesionalmente, que un médico o un ingeniero.
Hola Topo. A toro pasado, permíteme aclarar lo que creo que es un sesgo en tu razonamiento:
ResponderEliminarLas notas de corte son la relación entre al oferta y la demanda de plazas. Lo digo porque yo no accedí a la carrera de mi vocación. Cuando llegó la hora de la verdad, mis cálculos se fueron al cuerno porque de repente mucha gente solicitó el acceso a la carrera elegida y la nota media ascendió más de un punto.
Una vez accedí a la carrera que no era de mi devoción, estuve a punto de abandonarla... Ahora estoy a punto de doctorarme con aportaciones relevantes en mi ámbito de conocimiento después de haber encontrado la rama dentro de mi nueva vocación que mejor se adapta a mis inquietudes.
¿Qué hubiera sido de mí si no me hubiesen dado clase determinados profesores que consiguieron motivarme?
Espero haber enriquecido la discusión. Enhorabuena por el blog.
Un saludo