viernes, noviembre 10, 2006

La verdadera reforma universitaria

Oración de la mañana: Dame, Dios mío, la claridad de ideas de Juan Freire y su misma capacidad para ponerlas por escrito.
En mi opinión una buena aplicación del EEES pasa por construir una universidad de calidad que proporcione una buena formación intelectual y facilite la inserción profesional, que favorezca la libertad y responsabilidad de los estudiantes, y meritocrática en su acceso que permita a todos los potenciales estudiantes acceder a los estudios universitarios dependiendo de su capacidad intelectual y no de sus recursos económicos. La consecución de estos objetivos pasa por:
  • permitir la diversidad entre universidades dentro de un mismo país basada en la competencia entre instituciones (en precios, oferta curricular y metodológica, requisitos de acceso, ...)
  • repercutir el coste de la enseñanza en los estudiantes, pero con sistemas de pago diferido (créditos pagables tras la graduación). Como alternativa, un sistema subvencionado, que en mi opinión sólo parece funcionar en casos muy particulares (países nórdicos), debería ser muy estricto en la exigencia de resultados a los estudiantes y en el control de los tiempos de permanencia
  • métodos docentes centrados en el trabajo activo del estudiante (especialmente sistemas tutorizados y de aprendizaje basado en problemas)
  • oferta de itinerarios curriculares cortos que permitan a los estudiantes que así lo deseen incorporarse al mundo laboral tras un paso “breve” por la universidad. Este modelo debería complementarse con una oferta diversificada para estudiantes que deseen continuar estudios (y completar su formación intelectual y/o acceder a puestos de mayor cualificación) y “estudiantes de retorno” que se encuentren en diferentes fases de su carrera profesional (“life-long learning”)
  • posibilidad de establecer currículos diversificados, pero que la universidad establezca sus propias recomendaciones. De esta manera una mayoría de estudiantes pueden seguir los itinerarios estándar, mientras que unos pocos, más “aventureros” o con demanda de formación especial, pueden seguir itinerarios propios.
Las reflexiones de J.F. sobre la adaptación al Espacio Europeo de Enseñanza Superior las tenéis en formato html y en pdf. No dejen de leerlo.

4 comentarios:

  1. Muy interesante lo de los estudiantes de retorno.

    Es una pena que hoy en día se tenga que recurrir a la UNED, que además sólo oferta lo mismo que el resto, pero a distancia.

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  2. Faltarían mecanismos que estimulasen (casi, obligasen) la libertad y responsabilidad de profesores y centros de enseñanza. Por ejemplo, que no tengan ingresos asegurados, sino que tengan que ganárselos, bien atrayendo estudiantes, bien atrayendo otro tipo de financiación. Y, por supuesto, habría que acabar con la absoluta seguridad en el puesto de trabajo que tienen los profesores funcionarios.

    Lo que quiero decir es que la libertad y la responsabilidad la tienen que practicar todos los agentes implicados.

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  3. A mí lo de Juan Freire me parece bastante bien. Solo que se olvida de algo: ¿de dónde vienen los alumnos que llegan a la universidad, y a que edad? (me diréis que estoy siempre con lo mismo, lo siento).

    Vamos, que alguien me explique cómo con un sistema que les mete entre los 12 y los 18 años (por no decir antes) justo las ideas contrarias (irresponsabilidad, capitalismo/liberalismo=diablo redivivo, aburrimiento, falta de base para poder aplicar metodologías activas, las cosas que me merezco no deben costar) va a ser la universidad ni remotamente parecida a la que propone Juan Freire.

    O se cambia lo de antes o lo de antes cambiará --está cambiando-- la Universidad. Ay de vosotros, que estáis allí.

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  4. Para Wonka ¿y quién iba a pagar esa educación en centros sin ingresos asegurados? ¿los estudiantes?

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