miércoles, noviembre 01, 2006

Democracia y muestreo

La democracia es un buen sistema político:
  • Las personas somos egoístas y votamos según nuestros propios intereses. El sufragio universal permite equilibrar y anular, al menos parcialmente, los egoísmos individuales y escoger la mejor alternativa para el colectivo.
  • Las personas somos ignorantes. No tenemos idea siempre acertadas acerca de cuáles son los mejores medios para satisfacer nuestros deseos. Las elecciones periódicas nos permiten manifestar nuestras ideas provisionales, sentir las consecuencias de nuestras decisiones y reajustar nuestro voto si lo vemos pertinente.
  • Las personas somo racionales. No porque seamos perfectamente lógicas, sino porque necesitamos razones. La democracia justifica el acceso al poder de un modo aceptado por casi todo el mundo. Cuando pierde nuestro partido, agachamos la cabeza, sin pensar en salir a las calles a montar la revolución. La democracia alimenta la paz social.
Las alternativas a la democracia implican que uno o varios listillos creen que saben manejar un país a la perfección, que se van a eternizar en el poder lo hagan bien o mal y que, para llegar a la poltrona o para sacarlos, habrá problemas. Así dicho, mejor democracia.

Pero, ¿qué es la democracia? Recurramos a los clásicos (click en la imagen para ampliar):

O, siguiendo a otros, democracia es un sistema de organización política en el que el poder reside en el pueblo. Pero como yo, y casi todos, sólo sentimos el poder que fluye por nuestras venas cuando nos llaman a las urnas, mejor haremos si hablamos de democracia representativa: forma de gobierno [en la que ] el pueblo delega la soberanía en autoridades elegidas de forma periódica mediante elecciones libres.

Como cada vez que se habla del pueblo, yo me acuerdo de María Ostiz...
Un pueblo es, un pueblo es, un pueblo es
abrir una ventana en la mañana y respirar
La sonrisa del aire en cada esquina
Y trabajar y trabajar
... creo que vendrá bien aclarar qué es eso del pueblo. Pueblo son las personas con derecho de voto. Así que el pueblo es uno y las personas muchas. Cuando uno se pone a hablar de estos temas, es habitual dejar de hablar de personas y empezar a hablar de cuidadanos. Suena más respetable.

En una democracia representativa, el pueblo se expresa. Lo que en realidad ocurre es que unos se expresan y otros se callan. Unos van a votar y otros o no pueden o no quieren. (Dato al margen: yo me encuentro, esta vez, entre los que no pueden, puesto que llevo poco tiempo empadronado en mi nuevo hogar, dulce hogar).

Conceptualmente, se produce un salto. La democracia es manifestación del deseo de aquellos que votan, que son un subconjunto de las ciudadanos. Generalizar que los resultados de las votaciones recogen los deseos de la totalidad de la ciudadanía supone enfrentarse a un problema clásico en el campo de las ciencias sociales: el muestreo. ¿Es representativa la muestra de votantes de la población de posibles votantes? Piénsese que, en la medida que la respuesta sea no, se estará deteriorando las ventajas que atribuíamos a la democracia.

Varias son las posibilades que se plantean:
  • "Se siente, esto es lo que hay". El voto es un derecho y quien no lo ejerce se excluye del pueblo al que han de representar los políticos.
  • "Hagamos el voto obligatorio". Esta opción está implantada en algunos países, en los que no votar está penado.
Lo que no se puede es negar que el problema de la representatividad está presente. Prueba de ello son dos votaciones recientes en Cataluña. La primera, el referendum sobre el nuevo Estatuto de Autonomía, en el que la tasa de participación no alcanzó ni el 50%. Los análisis posteriores eran absolutamente distintos, según se considerase que el voto positivo era extensible a la población (promotores del Estatuto) o no (detractores).

La segunda votación es la que estamos viviendo hoy. Los partidos políticos son conscientes que los votantes no son representativos de los deseos de la totalidad. Evidentemente, corresponde a los políticos intentar conseguir que el sesgo que se produce les resulta lo más beneficioso posible. Por esto, no es casual que las elecciones sean un miércoles festivo. El partido en el poder ha realizado el siguiente análisis:
  • Una votación entre semana, en festivo, en comparación con un domingo, obtendrá mayor participación. Uno tiene más actividades que justifiquen el no votar en domingo que en miércoles.
  • La alta participación beneficia a la izquierda.
  • Yo, partido en el poder, soy la izquierda.
Así las cosas, el día en el que poner las elecciones era bien sencillo de decidir.

Esta voluntad de beneficiarse de los posibles sesgos del muestreo de votos está en todos los partidos. (Es lo suyo, el fin de los partidos es acceder al poder). Si la campaña será más o menos agresiva, si se transmitirá imagen de victoria segura o no, el día en el que habrá que pasar a dejar la papeleta... todo está bien pensado para intentar aprovecharse de un problema de muestras no representativas.

1 comentario:

  1. La democracia levanta las banderas de la libertad, de la libre expresion, de libre pensamiento, que cada uno puede "elegir", que somos todos iguales ante la ley, etc, etc.
    Pero debo confesar que no conozco, sistema mas dogmatico, rigido y opresor de la democracia.
    Tu crees que eliges, tu crees que puedes expresarte libremente, que eres igual ante el incompetente que, por serlo, es tirano y dicta justicia. Piensa dos minutos y dime si puedes decir, hacer y pensar algo que sea contrario a lo que el "sistema democratico" que impera en tu pais te lo permite?.
    Cada cada uno de los presidentes que cada uno de los paises que dicen vivir en democracia cuentan con un sistema que impide cualquier tipo de oposicion "real", hasta con el dinero del pueblo compran los medios de comunicacion para que informen lo "mas conveniente para el pueblo", que nunca son las atrocidades que comenten cada uno de los funcionarios.
    Solo se denuncian los actos de corrupcion que el mismo sistema autoriza que se publique o se de a conocer.
    Por lo menos esta es nuestra experiencia en Argentina. No desde hace 3 años sino precisamente desde que estamos en democracia.

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