lunes, noviembre 27, 2006

Aprendizaje social y maltrato

El Consejo de Europa afirma que una cuarta parte de las europeas ha sufrido malos tratos al menos una vez en su vida. Así recoge la noticia El Mundo. Yo, al no ser especialista en el tema ni tener acceso al informe, no puedo valorar este dato. Pero sí puedo analizar uno de los párrafos incluidos en el texto:
El informe [..] llama la atención sobre los efectos que provocan estas situaciones en los menores, como estrés postraumático y advierte de que los niños que son testigos de violencia sobre sus madres, tienden a reproducir estas conductas cuando son mayores, mientras que las niñas, son más proclives a sufrir violencia de género al llegar a adultas.
Tal y como se entiende, los niños acabarán imitando a sus padres, convirtiéndose en futuros maltratadores. Las niñas, por contra, aprenden pautas de relación con los hombres que las llevarán a ser maltradas en el futuro. Los hijos aprenden en casa patrones que emplearán en el futuro.

¿Cómo puede saberse esto? De un modo bien sencillo. Cojamos dos grupos de niños, unos hijos de maltratadores y maltratadas, otros sin antecedentes de agresión. Hacemos un siguimiento a lo largo de los años y evaluamos la tasa de maltrato. Si los dos grupos difieren (maltrato familiar de niño lleva a maltrato familiar de adulto), la conclusión es clara: uno hace lo que ve de pequeño.

Lástima que la conclusión no pueda extraerse sobre las bases que hemos aportado. Los niños y sus padres no sólo comparten el ambiente familiar. Lo que los padres enseñan a los hijos no es la única causa que los hace similares. Padres e hijos comparten algo quizá incluso más importante que un mismo techo: comparten la mitad de la carga genética.

Con el diseño de investigación que sugeríamos (que es el aplicado todavía, por desgracia, en multitud de estudios) no podemos saber si los niños serán futuros agresores por haber visto a su padre zurrando a su madre o porque su padre les ha transmitido genes que propician la violencia. Lo mismo puede decirse de las hijas. Lo que una mujer busca en un hombre, la capacidad para detectar hombres peligrosos y evitarlos, la habilidad para lidiar con la violencia... todo eso es parcialmente heredable. Eso implica que una hija de mujer maltratada sería más propensa a ser maltratada... incluso aunque no viviera con su madre.

El modo correcto de realizar estas investigaciones es mediante el estudio de gemelos adoptados criados en ambientes distintos, comparándolos con parejas de hijos adoptados criados en la misma familia. (Y todas las variantes y combinatoria que uno pueda imaginar). La idea es separar el efecto del ambiente del efecto de la herencia. Según una visión mayormente ambientalista, los pares de hermanos que más se parecerán serán los adoptados, ya que comparten lugar de crianza. Desde el lado más genetista, los gemelos criados por separado serán más parecidos, en tendencia al maltrato, que aquellos que sin compartir genes han sido criados en conjunto. En la abundante investigación hasta el momento, gana por goleada la visión genetista.

¿Han aplicado este tipo de diseño en el informe citado o en las referencias que maneja? Apostaría por el no. Si lo hubieran efectuado el estudio de un modo conveniente, lo más probable es que hubieran encontrado un resultado habitual en el campo de genética de la conducta: lo que más explica de las diferencias entre personas es la herencia genética; después, el ambiente extrafamilar, como pueden ser, por ejemplo, el grupo de amigos; por último, la conducta concreta de los padres.

7 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo. ¿Alguna vez se darán por enterados nuestros "padres protectores" de conocimientos y evidencias como los que tú comentas en esta anotación?

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  2. Deberían leer a Steven Pinker (en "La tabla rasa" lo cuenta muy bien) pero no hay cuidado, no lo harán...(por cierto, ¿qué leerán nuestros políticos?¿leerán algo?)

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  3. Pseudopodo, veo tu apuesta de Pinker (una gozada de libro) y la subo con uno de los textos más fascinantes de los que he podido disfrutar: 'El mito de la educación'. Una reseña en castellano del mismo puede encontrarse aquí:

    http://home.att.net/~xchar/tna/colomsp.htm

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  4. (¡Vaya vista tienes para ser un topo!)...También he leído el libro de Harris (que además me costó 3 euros en la Feria del Libro de Ocasión de Recoletos...;-). Fascinante como dices, pero descorazonador también para los que tenemos hijos, y vemos que sus compañeros del cole les van a influir mucho más que nosotros... Me leeré la reseña.

    Un saludo

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  5. Discrepo, Pseudopodo. Tú ya has puesto tu parte de genes, así que nadie podrá negar tu influencia.

    Bromas aparte, creo que el libro de Harris es positivo para los padres por varias razones:

    1.- Desculpabiliza: ya no hay que vivir con esa sensación perpetua de "¿qué habré mal?".

    2.- Permite una vida más sencilla: como los hijos son relativamente insensibles a la influencia ambiental familiar, los padres ya no tienen que andar tan pendientes de crear el hogar maravilloso. Cuando no todo va a dejar huellas imborrables en el hijo, uno tiene más tiempo para vivir con frescura.

    3.- Enfatiza lo que la sabiduría popular ya decía, "dime con quien andas...", a ahí los padres sí que tienen cierta mano. Y si uno no tiene que estar tan atento a lo que pasa dentro de la familia, más opciones tiene de ver qué pasa con la vida de su hijo fuera.

    Creo, sinceramente, que ahora muchos padres y madres viven con miedo lo de tener hijos, atenazados por un perpetuo temor a traumarlos. Para esa gente, el libro de "El mito de la educación" podría enseñarles que la vida es más sencilla.

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  6. Me sumo a las loas al libro de Harris. Yo procuro difundirlo todo lo que puedo entre mis amistades, y como también lo compré muy barato, ya he regalado unos cuantos.

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  7. Muy buena la reseña, Topo, si no te importa la divulgaré.
    En cuanto a que el mensaje de Harris sea optimista, quizá depende de los prejuicios de cada uno. Para mí, que (qué le voy a hacer) tengo mejor opinión de mí mismo que del ambiente social en que vivimos, resulta desalentador...Aunque te doy la razón en que desculpabiliza y eso es bastante necesario.
    (Para Wonka: si yo vuelvo a encotrar este libro por tres euros, compro diez para regalarlos...)

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