- He trabajado, como becario FPU, Ayudante y Ayudante Doctor, en tres universidades distintas. Luego no voy a justificar mi propio recorrido académico.
- Defender la endogamia no es igual a considerar que la endogamia es correcta. Es intentar equilibrar el discurso, dado que ahora mismo casi todo son opiniones críticas.
Dicho lo cual, al tema.
La endogamia académica fosiliza las universidades españolas (El Periódico, 14/01/2014).
La endogamia alcanza al 73% de los docentes (El País, 30/11/2014)
Uno de los principales problemas que aquejan a la universidad española es la endogamia (El Diario, 12/03/2015)
Sobre la alta extensión de la endogamia en la universidad española hay poca duda. Bien puede ser que el 73% referido sea una cifra engañosamente baja. En las últimas décadas el sistema universitario ha crecido importantemente y se han implantado titulaciones donde no había candidatos internos a los cuales recurrir. Yo llegué a Teruel no solo por mi currículum, sino también porque no había nadie en la Universidad de Zaragoza de mi área de conocimiento con quien competir, luego no cuento como 'endógamo'. Ese 73% se refiere a profesores que estudiaron en el centro en el que están contratados. La probabilidad de que una plaza la gane un candidato interno en concursos donde hay disponible uno de la casa puede ser mucho mayor. El sistema está diseñado para que entren los de la casa. En este blog he escrito sobre cómo la Universidad de Zaragoza da más valor a los méritos conseguidos trabajando en ella que a los acumulados en otro lugar de trabajo.
Lo que es mucho más dudoso es que la endogamia fosilice la universidad o sea uno de los sus mayores problemas. Si nos ceñimos a la función investigadora de la universidad y a su resultado estrella, el artículo, España se sitúa básicamente donde le corresponde por su nivel económico y tamaño. En España no se publica a mal ritmo, pero se puede argumentar que lo que ve la luz no es especialmente relevante, en promedio, a juzgar por citas/artículo. En cualquier caso, si la endogamia está generalizada y la endogamia fuera tremendamente dañina, la conclusión lógica sería que España tendría que caer mucho más abajo en estos ránkings. Uno no puede tener un parásito devorando la universidad entera y estar como décimo país con mayor producción científica en el 2014.
Revisemos cuáles son los fines de la universidad: Generar y transmitir conocimiento. A estas dos patas del banco de las funciones del profesorado hay que añadir una tercera, la que permite mantener la máquina en movimiento: la gestión. Y definamos endogamia como que, a iguales méritos, la probabilidad de contratación del candidato interno es mayor que la de uno externo. La endogamia es contraria a la pura meritocracia.
Pero resulta que entre los fines de la universidad no está es ser el templo de la meritocracia. (Aquí me pueden sacar el artículo 103.3 de la Constitución y eso de "el acceso a la función pública de acuerdo con los principios de mérito y capacidad" y me rompen el discurso, así que, por favor, no lo hagan). Queremos que la universidad española genere y transmita conocimiento en la mayor medida posible y puede que algo de endogamia sea bueno para ello.
Veámoslo con un ejemplo ficticio. Sale una plaza en un área de Psicobiología. Como área, están especializados en primatología y el candidato de la casa ofrece una extensa investigación en el campo, junto con experiencia docente propia del tema. Si hubiera algún modo de poder cuantificar méritos de forma absolutamente objetiva, su valoración sería de 50 puntos. La candidata externa se ha especializado en memoria a corto plazo con experimentación con ratas. Sus méritos alcanzarían los 65 puntos.
En un mundo sin endogamia, la candidata externa es seleccionada. ¿Qué pasará probablemente? El que se les prometía muy felices como candidato interno y se encuentra con la sorpresa de irse a la calle o bien deja la universidad o el país. O se arma de mucha paciencia a la espera de otra excepción donde él pueda ganar siendo él quien hace de externo. Cunde el pánico entre el profesorado del área, al ver violado al sacrosanto principio de promocionar al de la casa. Si hay garantía de que el criterio ha sido atención al mérito, todos tienen clara la lección a futuro: Apretad y trabajad duro, que nadie asegura nada. Pero es imposible saber si el candidato interno ha sido tumbado por eso o por alguna discrepancia con los Titulares y Catedráticos del departamento. Cuando uno no tiene claras las reglas de estabilización y promoción laboral, es muy, muy probable que se extienda la sumisión absoluta ante las figuras de autoridad. Si sabíais que ibas a ganar la plaza porque eras el de dentro, todavía medio tosías. Ahora... antes de grapas la boca que toser.
La candidata externa cambia de cuidad dispuesta a arrancar un nuevo proyecto. Descubre que en su nueva facultad no hay medios para continuar con la investigación que venía haciendo hasta ahora. Descubre que trabajar a distancia con su antiguo grupo es complicado y que no la tienen muy en cuenta en futuras ideas, publicaciones... Descubre que, como en España los profesores jóvenes apenas tienen el acceso a financiación para investigación, no puede seguir el ritmo. Se le va la vida yendo y viniendo entre la ciudad antigua y la nueva. Esto supone, claro, que vive sin realmente vincularse a ninguno de los dos centros. Como los doctorandos son un bien escaso y ella no tiene apoyos en el área, ni tampoco especialización en la línea dominante, nadie, ni mayor ni más joven, investiga con ella. Su ritmo de producción va cayendo. Eleva todas sus oraciones a Santa Endogamia para que salga una plaza en su anterior departamento y pueda volver. Así, vive con sensación de provisionalidad su puesto actual. Con suerte, con mucha suerte, lo consigue.
No es nada descabellado pensar que, en un escenario así, la contratación del candidato interno hubiera supuesto un mayor rendimiento de los sueldos públicos. Gracias a atenernos al mérito, hemos conseguido un ritmo de publicaciones por debajo de lo esperable si hubiésemos recurrido al candidato interno. Romper la endogamia no tiene especial sentido si uno no trabaja para que los desplazados puedan seguir siendo productivos en sus nuevos centros. Ahora mismo, el último en llegar es el último en escoger docencia; ahora mismo, conseguir apoyo económico para investigar si uno no es Titular o Catedrático es tarea casi imposible. Ya es duro siendo funcionario... En estos momentos, hay cientos de profesores sin contrato estable que viven acobardados ante la idea de discrepar de quien saben que tendrán en sus tribunales. Desmontar la endogamia es decirle a la gente "No tendrás un contrato estable hasta los 40 o más allá". Porque ahora pasamos por múltiples oposiciones pero asumimos que nuestro contrato es estable (aunque no lo sea cuando vas al banco a pedir una hipoteca).
Criticar la endogamia está bien, pero necesitamos hacer el ejercicio mental de "¿Y qué pasaría si no la hubiera?". A veces pensamos que sistemas tan complejos como la universidad pueden arreglarse tocando únicamente una de sus piezas, como si no estuvieran conectadas entre ellas. O queremos copiar modelos extranjeros de éxito en solo algunas partes. En otros países los profesores no siguen donde se doctoraron... y otros tantos aspectos más que cambian entre ellos y España.
Repito: No creo que la endogamia sea el mejor modo de seleccionar profesorado. Pero creo que el análisis sobre este tema, hasta ahora, ha sido demasiado simple.
[14/10/2015] Permítanme que reelabore algunos puntos, para aclarar:
- Quien está en contra de cualquier tipo de endogamia universitaria entiendo que está en contra, también, de perfilar lo más mínimo cualquier plaza. No hablo de perfiles que casi llevan la foto del DNI del candidato que queremos que gane, sino de perfiles donde se indica tema de investigación o docencia en la que ha de ser experto quien opte a la plaza. Porque los perfiles, aparte de, en muchos casos, para favorecer la entrada del candidato interno, están pensandos para buscar que el candidato encaje y resuelva las necesidades del lugar al que va. Lo contrario sería como un equipo de fútbol que necesita un portero y busca un buen jugador a secas y acaba contratando a un delantera porque era "el mejor que se presentó".
- Para aumentar el rendimiento del dinero público invertido en la universidad creo que es necesario aumentar el nivel de especialización de los centros. Ahora mismo en cada departamento o facultad pueden coexistir decenas de micro-líneas de investigación. Sinceramente, creo que así va a ser muy complicado despuntar. Son necesarios equipos grandes, especializados, y eso supone tener muy claro qué perfil de persona queremos que entre y eso aumenta la probabilidad de que esa persona se haya formado dentro.
- ¿Realmente creemos que un Ayudante Doctor lanzado en un departamento ajeno sin apoyos tiene fácil seguir investigando? Porque ahora mismo el conseguir una plaza fuera de tu universidad de origen se traduce en bastantes casos (y no, no puedo ponerle proporción) en esto, en soledad laboral.
- Cambiar la endogamia por un sistema basado en el mérito y donde la retribución de todos esté basada en resultados sería maravilloso. En ese caso, habría incentivos y modos de intentar contratar a los mejores. Pero si solo cambiados el cuasi-derecho a la promoción automática y no introducimos un sistema basado en méritos y con razones para buscar a los mejores candidatos, si pasamos a un sistema de promoción discrecional, lo que estaremos haciendo es darle todavía mayor poder a los directores de departamento y catedráticos. Bastante sometidos viven muchos profesores universitarios frente a ellos como para incrementar más el poder de los funcionarios.
- Quien está en contra de cualquier tipo de endogamia en la universidad entiendo que está a favor de que la gente, dentro y fuera de ella, haya de estar encadenando contratos temporales de cuatro años durante al menos doce años sin garantías de conseguirlos. Además creemos que esta dinámica laboral consigue atraer a los más capaces y que no tiene implicaciones adversas en el rendimiento laboral.
- Quien quiera ver cómo creo que ha de ser un baremo para Ayudantes Doctores, aquí el que elaboramos para mi área de conocimiento.
Es genial decir que el análisis ha sido demasiado simple en un post sin datos que sólo argumenta en base a un ejemplo inventado.
ResponderEliminarTengo gran confianza en tu capacidad de abstracción y generalización a partir de un ejemplo ficticio.
ResponderEliminarOtro factor importante a tener en cuenta es que para acabar con la endogamia debería existir un mercado laboral de profesores universitarios como el que puede existir por ejempplo para gerentes de empresa, y por lo tanto también un nivel salarial que no penalizará la movilidad entre universidades. En la universidad de Barcelona donde trabajo ya existe desde hace años, como supongo que ocurre en otras, la figura de los contratados laborales, pero no están extendidos a todos los departamentos ni creo que sus contratos funcionen desde una óptica de libre mercado donde la selección se acaba realizando por la intersección entre los méritos de los profesores aspirantes y las necesidades de las Univesidades que contratan.
ResponderEliminarConclusión, el problema de la endogamia es más complejo que estudiar solo el ratio de profesores doctores que permanecen trabajando en la misma universidad donde han obtenido su doctorado.
El argumento de que: "En cualquier caso, si la endogamia está generalizada y la endogamia fuera tremendamente dañina, la conclusión lógica sería que España tendría que caer mucho más abajo en estos ránkings" no se sostiene por muchas razones, entre ellas esta: Aunque en producción científica global no estamos mal, la calidad de esta es en general bastante baja en cualquier comparación. También esta bajo mínimos la innovación, puesto que la endogamia favorece el trabajo y las publicaciones en el mismo campo "ad eternum" y dificulta la adquisición e intercambio de nuevos conocimientos. La casuistica es siempre muy variada y se pueden dar multitud de situaciones en las que podría darse que evitar la endogamia tenga un efecto dañino. Pero la problemática actual y real no es esa, sino la contraria. Por cada ejemplo futurible de endogamia beneficiosa hay 300 reales de endogamia desastrosa. Y lo dejo aqui
ResponderEliminarY no hablamos sólo de la endogamia para acceso a puestos de trabajo o becas, sino también a plazas de doctorado... En una facultad de cuyo nombre no quiero acordarme, aún sobrando plazas, no me admitieron, supuestamente por no llegar a la puntuación de corte (objetivamente y autobaremándome, llegaba de sobra). Después me enteré, por "charlas de pasillo", que no me conocían en el departamento en cuestión y, ¿cómo se iban a fiar de que no abandonase los estudios y les perjudicase en su evaluación de calidad? Como se suele decir, "primero te doy la hostia y después te pregunto si has sido tú".
ResponderEliminarYo añadiría también que criticar la endogamia en el sentido de "favorecer a los candidatos de casa" aludiendo al porcentaje de profesores que acaban contratados en la misma misma universidad en la que leyeron la tesis es algo engañoso. Habrá bastante gente que ha acabado en la misma universidad en la que leyó su tesis porque, directamtente, no le interesaba moverse.
ResponderEliminarNo sé cuál será la edad media a la que la gente lee su tesis, ¿30 años? A esas edades es normal que tengas una familia y una cierta vida social en la ciudad donde vives. En el caso de que alguien tenga claro que quiere ser profesor de universidad y quiere seguir viviendo en su ciudad, no tiene muchas opciones más que esperar a que salga una plaza en su universidad/centro y optar por ella. Normalmente en cada ciudad hay solo una universidad y, si no quieres cambiar radicalmente tu linea de investigación, tampoco tienes muchos centros para elegir.
Por comparar, quizás habría que plantearse: ¿cuántos licenciados trabajan en una ciudad distinta a la ciudad en la que se graduaron? ¿Cuánta gente cambia de trabajo y ciudad a partir de los 30 años?