martes, noviembre 11, 2008

Xavier Sala y Fundación Bofill: Segregación escolar en Cataluña

La Fundación Bofill es una máquina de lo más engrasada en lo que se refiere a redacción de informes sobre educación. Cierto es que parecen más de lo que son porque, para un mismo informe, sacan varios resúmenes de prensa, lo que incrementa su presencia en los medios de un modo un tanto artificial.

Uno de sus últimos informes es una elaboración de los datos de PISA 2006, con la mirada especialmente centrada en Cataluña. Lo que más ha calado de su último resumen de prensa (¿nadie ojea y hojea los informes completos o, quizá, de nuevo la Fundación Bofill primero suelta la noticia y ya, tiempo después, publica el informe?) ha sido la alta proporción de centros catalanes que separan a sus alumnos por capacidades y el efecto negativo que esto parece tener en los resultados académicos de los alumnos (El País, El Periódico, La Vanguardia...).

Aquí, de la página 4 del resumen de prensa, la gráfica que ilustra el efecto:

Los alumnos de centros donde se divide según capacidades obtienen 33 puntos menos PISA menos que los que aquellos que acuden a centros donde todos van juntitos y revueltos. En el resumen de prensa y en el informe completo (todavía provisional), se ventilan este resultado con la siguiente frase: "la agrupación según capacidades en los centros de secundaria parece influir negativamente en los resultados del alumnado" (pág. 176 del informe completo).

Estos resultados llevaron al profesor Xavier Sala (de la Universidad de Columbia y no sé cuántas filiaciones más, que este hombre, dentro de poco, a la hora de publicar, va a dar hasta su número de socio del Barça) a escribir, en su habitual columna de opinión en La Vanguardia, lo siguiente:
Las escuelas que deciden agrupar por niveles lo hacen porque tienen más problemas de adaptación, integración y educación de una parte de los estudiantes. No es que la agrupación cause peores resultados, sino que los peores resultados causan la agrupación. Es más, los centros que no agrupan por niveles tienden a rebajar el listón para que los niños menos avanzados puedan seguir, y con ese listón inferior los estudiantes con más talento sacan mejores notas, cosa que hace subir el promedio en las escuelas que no separan. Pero esas notas superiores no deben ser confundidas con un mejor resultado, sino con una menor exigencia.
Y aquí es donde el profesor Sala mete la pata. Los datos básicos con los que trabaja la Fundación Bofill no son las notas medias, sino los resultados por alumno en puntos PISA. Comparar notas no tiene el menor sentido, puesto que arrastran todo el error de medida inherente a la disparidad de juicios entre evaluadores. ¿Es lo mismo un aprobado en el colegio de la esquina por el profesor Pepito que un aprobado en el colegio de tres pueblos más allá por la profesora Puri? Sin embargo, la informe PISA ofrece una evaluación externa, gracias al cual los alumnos, centros y países pueden ser comparados directamente.

La segunda metedura de pata del profesor Sala es considerar que los de la Fundación Bofill no han sido capaces de eliminar la influencia de las variables de confusión que pueden estar contaminando los resultados. Los centros en los que se separa al alumnado difieren no sólo en ese aspecto de su política de escolarización, sino también en otras variables importantes que se sabe que inciden en los resultados académicos: educación de los padres, de los compañeros de aula, tipo de centro, etc... Por suerte, todas estas variables están recogidas en la matriz de datos de PISA, de tal modo que, mediante técnicas estadísticas más o menos complejas, puede separarse el grano de la paja y ver qué queda de la política de segregación cuando se controla todo lo demás. Gracias a la estadística, con las limitaciones que lleva aparejadas, no es necesario un diseño experimental como el que reclama Sala para establecer conclusiones. Aquí, el resultado (de la página 177 del informe completo):

Cuando se controla la influencia del estatus socio-económico de alumnado y centro, ¡tachán!: ya no hay efecto según política de separación de alumnado.

Queda una duda importante, muy importante: ¿por qué los de la Fundación Bofill esconden en el informe completo, en una página que saben que no va a leer casi nadie, un dato que matiza (por no decir que cambia radicalmente el sentido) la noticia que han llevado todos los periódicos en sus páginas?

La conclusión básica a la que llega el informe, respecto a separación de alumnado por capacidades, es que lo mismo da que da la mismo, que los resultados no se ven determinados por esta práctica. Preferir una práctica sobre otra es, más bien, una cuestión de estética. Al menos, con lo que nos dice este informe.

Dejo para el final lo que sí apunta, con claridad, el informe de la Fundación Bofill, que es lo mismo que yo ya he escrito aquí varias veces: los resultados de Cataluña son pobres. Son pobres, en general, y, lo que es casi peor, son pobres cuando se tienen en cuenta las condiciones sociales de esta Comunidad. Cataluña tiene mejores condiciones que el promedio de España y no consigue resultados que reflejen estas condiciones favorables.

Gracias, Athini.

5 comentarios:

  1. Por complementar tu entrada, algunas consideraciones y datos que podrían dar que pensar algo más:
    1. El informe hace un tratamiento bastante escasamente profundo del tema, y no se entiende bien por qué, porque les habria dado lo mismo seguir un poco más. También lo hace con el tema de castellanohablantes y catalanohablantes. Pero si sacas informes como churros, pues a lo mejor no te da la vida para profundizar un poco.
    2. Creo que no en el informe, pero sí en declaraciones a prensa, los de la Bofill dicen que la administración desconocía lo de los itinerarios (desde hace años los llamo "itinerarios encubiertos", y no porque estén ocultos, sino porque no tienen el menor apoyo de la Administración), y eso es falso. Carme Laura Gil sabía que los tenía en la mayoría de los institutos, pero tenía la jeta de clamar contra los itinerarios de la LOCE. Y Maragall también lo sabe hace tiempo, yo mismo le hablo de ello en esta entrevista, que se publicó hace año y medio (está en el último tercio).
    3. En esa manía por no mirar lo que se hace más allá de las fronteras de Cataluña, los de la Bofill se olvidan de que los itinerarios apoyados por la Administración existen en otro lugar de España, llamado Navarra, y que consigue resultados apreciablemente mejores que Cataluña en todas las áreas. Y no sólo eso, también consigue mejores resultados con los alumnos de bajo nivel económico, y mucho mejores con los inmigrantes.
    4. En realidad, creo que la única comparación válida es el gráfico de la página 176, donde se ve el efecto de los itinerarios encubiertos en la pública (que es cero sin ningún tipo de detracción). Cuando juntas a todos los alumnos en el análisis, estás encubriendo en realidad el efecto pública-privada, que aquí tiene mucho que ver.
    5. Por si te da que pensar, no tengo demasiado claro que se pueda quitar sin más el efecto del nivel socioeconómico medio del centro, pues creo que con ello detraes también la calidad del centro, por ejemplo. He hecho algunos números, pero sin conclusiones definitivas en un lado u otro. Cuando tenga que algo claro (todavía me estoy poegando con el HLM) te lo haré saber.
    6. Quizás convendría recordar por qué se establecieron los itinerarios encubiertos en Cataluña: el talibanismo logsiano se negó a que se introdujera abandonara la promoción automática en el último ciclo de la ESO en Cataluña cuando se hizo en el resto de España. Por eso Cataluña tenía unas tasas de repetición muy bajas comparado con el resto de España. Pero, naturalmente, esa promoción automática no iba acompañada de ninguna medida de refuerzo apoyada por la Administración (vamos, pagar más profesores y utilizarlos para apoyar a los alumnos descolgados). Por ello, y como era imposible dar una clase con alumnos tan dispares, hubo alguien que comenzó a trabajar en la idea de los itinerarios encubiertos hace más de una década (no voy a contar quién ni como, si quiere que lo cuente el protagonista, que también lee este blog), y ese sistema se extendió por los IES catalanes. Desde luego, ni un solo político de medio pelo ha cogido el toro por los cuernos en Cataluña, de la misma forma que tampoco han cogido el de la escasa calidad de la enseñanza catalana. No da problemas, pues vale.
    Sobre este tema de la promoción automática catalana hay una anécdota divertida relacionada con la Bofill: en uno de sus informes detectaban que en la pública había un gran incremento de alumnado; como parecen saber demasiado de las cuestiones técnicas de la educación, dijeron que provenía de la inmigración, que iba todo a la pública. Incluso CCOO en Madrid utilizó ese dato para decir que Cataluña apuesta por la educación pública catalana, pues hay más crecimiento de alumnos, que Madrid. El problema es que ese incremento de alumnos era simplemente un aumento desmesurado de la repetición porque al entrar en vigor el sistema de evaluación por cursos de la LOCE (de lo poco que la dejaron), todos los alumnos que no repetían en 1º, 2º o 3º de ESO antes comenzaron a repetir como locos, la tasa de idoneidad a los 15 años pasó de un curso para otro del 81% al 70%, y los repetidores se comenzaron a acumular.

    Bueno, creo que el comentario ya es más largo que el post, voy a dejarlo aquí. Lo siento.

    José M. Lacasa

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  2. Cuando se analiza la educación, salvo contadas excepciones, la variable género tiende a olvidarse. En mi opinión, sin embargo se trata de una variable central, no sólo porque finalmente marca diferencias enormes entre los estudiantes (el fracaso escolar masculino duplica el femenino), también en la composición del profesorado, particularmente el de primaria. Sería interesante que los estudios que al respecto se realizan comenzasen a incluirlas e incluso la adaptación a la escuela de niños y niñas principalmente en los primeros años y la adolescencia, momento este último donde se produce la gran criba del alumnado masculino. Datos como los que nos ofrece el señor Lacasa sobre la equidad de un sistema en el que un alumno valenciano tiene 5 veces más opciones de fracaso que una chica del País Vasco o Asturias creo que debieran dar tema para más de una reflexión.

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  3. Me ha encantado tanto el post como los comentarios, realmente muy interesantes todas las aportaciones. Yo únicamente apunto algo que todos sabemos...

    Hace tiempo que los periódicos y los medios de comunicación en general dan sus opiniones encubiertas de estadísticas (gráficos y porcentajes muy bonitos, que todos sabemos manipular para que dé lo que nosotros queremos) y datos, dandole una apariencia "científica" y por hende afirmando que lo que se dice (que en realidad es un punto de vista sesgado de la realidad) es real. Es triste, pero es la realidad... me acuerdo que en primero de carrera leí un libro que me encantó sobre este tema del escritor John Allen Paulos titulado "Un matemático lee el periódico".

    Saludos

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  4. José Manuel:

    Siempre es un placer leer tus aportaciones. Yo soy un simple paseante por los temas de educación. Tengo claro a quién le toca el papel de experto.

    Los de la Bofill sí que apuntan que Comunidades con alta tasa de segregación obtienen buenos resultados. Creo que es un informe con el mérito de servir tanto para defender una postura como la contraria. Quizá jueguen intencionalmente al equívoco.

    Me encantará leer los datos que elabores. Si aprendes sobre modelos multinivel de un modo autodidacta, serás por siempre mi héroe.

    Me dejas con la duda de quién me lee. ¡Yo que creía que erais pocos y os tenía a todos bien ubicados!

    Emilio:

    La variable género ya sabes que sólo sirve cuando es para denunciar injusticias y miserias, reales o imaginadas, de las mujeres.

    psi-investigación:

    Precisamente, los Reyes Majos de Oriente me regalaron ese libro las Navidades pasadas.

    Está claro que la lectura de la prensa no sirve de mucho si uno no dispone de una capacidad crítica siempre en marcha y tiempo para contrastar información. Intentar omprender el mundo es agotador.

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  5. Pues ves preparando la hornacina y la vela, porque ya me entiendo medianamente bien con la versión capada (la que sólo admite hasta 1.500 datos), aunque te mentiría si entiendo del todo los resultados (es como leer a Hegel, por un momento te crees que lo entiendes, y el siguiente párrafo te hace ver que de eso nada). Cuando me haga con versión buena y haga los cálculos, te diré.

    Sobre que defiendan de todo, creo que el problema es que no profundizan, y por tanto no pueden quedarse con nada. Pero si lees sus declaraciones a la prensa, por ejemplo, su toma de partido es clara.

    Emilio, no conocía tu blog. Muy interesante. Yo creía que mi reflexión sobre las posibilidades de fracaso de chicos y chicas en distintas comunidades no hacía mella en nadie, pero veo que a tí sí. LLevo años poniéndola en todos mis artículos sobre fracaso. Sólo hay que esperar a que a un político también le impacte.

    JML

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