domingo, mayo 04, 2008

Un ordenador en cada aula - leído en la prensa

Un ordenador en cada aula

Frente a los que piensan que «lograr» que haya un ordenador en cada aula del país es una especie de conquista de la civilización similar al calendario de vacunación o la alfabetización universal, opino que la presencia de los ordenadores en los colegios e institutos debería retrasarse lo más posible. Si les soy sincero, en mi opinión los ordenadores no deberían usarse en el aula nunca.

¿Por qué?

Primero. Porque los niños no necesitan «aprender» a usar un ordenador. Los niños ya saben usar un ordenador, incluso los que no lo han usado nunca. En realidad, lo único que resulta verdaderamente difícil para usar un ordenador a nivel de usuario es escribir a máquina. Por lo demás, para saber usar un ordenador no hay nada que «aprender». Basta con tener dedos en las manos, no tener Parkinson y poder mover el dedo índice de arriba abajo.

Segundo. Porque los ordenadores no son «instrumentos de aprendizaje», por mucho que a algunos les guste pensar que lo son o que pueden serlo. El verdadero aprendizaje es el que se hace de forma oral y proviene de un maestro en una disciplina, sea la historia, el latín, la fisiología o las leyes, y los principales instrumentos de ayuda para este aprendizaje son los libros, siempre han sido los libros y siempre serán los libros. Los libros y las publicaciones periódicas de prestigio, claro está.

Madurez intelectual. Internet (que es, metonímicamente, de lo que estamos hablando realmente al referirnos a los «ordenadores») es, desde el punto de vista académico, una herramienta que nos facilita las cosas porque nos proporciona inmensas cantidades de información de forma instantánea. Pero esa información sólo es útil para aquellos que han alcanzado una madurez intelectual y poseen una formación previa. En ningún caso puede sustituir a las verdaderas fuentes de información que, insistimos, son los libros y las publicaciones periódicas prestigiosas.

Todos sabemos que uno puede fingir que es un experto en cualquier tema con sólo una hora de googlizar. Pero fingir un conocimiento no es lo mismo que poseerlo.

Tercero. Los ordenadores presentan el conocimiento, de forma fragmentaria y arbitraria, bajo la apariencia de trozos iluminados, frecuentemente acompañados de brillantes imágenes, por los que es posible transitar en cualquier dirección. Esta supuesta «libertad» de Internet es una mera apariencia, pero se presta a todo tipo de discursos estupendos donde se defiende la posibilidad de que cada uno cree su propio itinerario «personalizado» o se cantan las alabanzas del pensamiento «no lineal».

Un cierto orden. Pero todo esto no es más que basura. El conocimiento ha de ser «lineal» en el sentido de que para aprender cualquier cosa es necesario seguir un cierto orden y pasar por unas ciertas etapas, del mismo modo que leer una novela quiere decir leerla desde la primera página hasta la última y tal lectura no puede sustituirse por el chapoteo desordenado por una serie de pasajes «destacados» o «significativos». Nuestra vida es lineal porque sucede en el tiempo. La historia es lineal, porque lo que pasó después depende de lo que pasó antes. Es cierto que la vida de la imaginación, la del inconsciente, la de los sueños, no es lineal, pero a los defensores del arte de ratonear no les interesa la imaginación, ni el inconsciente, ni los sueños, y no están hablando de eso.

Muchas veces sucede que cuando creemos estar más allá de algo estamos, en realidad, más acá. En los años sesenta creíamos que una pastilla era algo más moderno que una manzana y que en el año 2007 ya no comeríamos manzanas, sino pastillas. Ahora estamos en el año 2007 y vemos que si hay algo más moderno que una simple manzana, no es precisamene una pastilla, sino una manzana de cultivo ecológico. Es decir, que lo más moderno resulta ser una manzana más antigua.

En las universidades americanas ya no se pide que se hagan trabajos sobre temas, que pueden fabricarse fácilmente picoteando aquí y allá en Internet, sino trabajos dedicados a un solo libro. De este modo, el profesor se asegura de que los alumnos lean, al menos, un libro. Uno solo, pero leído de verdad.

Sucede, pues, con el conocimiento como con los cultivos, y con los libros como con las manzanas.

Andrés Ibáñez - ABC (Cultural) - 15/12/07
Columna de opinión reproducida en la revista de abril del sindicato ANPE. Ahí la leí yo.

3 comentarios:

  1. Mira que me gusta Andrés Ibáñez y esta columna suya se me pasó. Me parece que tiene más razón que un santo, aunque quizá suene un poco extremista eso de que "los ordenadores no deberían usarse en el aula nunca".

    Ahora falta que saque otro artículo contra la moda de los colegios bilingües español-inglés en primaria, el otro ídolo educativo de nuestra época (es curioso, por otra parte, que tanto la izquierda como la derecha se postren por igual ante ambos ídolos...)

    ResponderEliminar
  2. Discrepo, cae en el conservadurismo, en hacerlo como se ha hecho siempre. A día de hoy no comprendería como comprendo el Cálculo Infinitesimal si no fuese por el Maple y sus gráficas en 3D, a caso un profesor es capaz de hacer 50 graficas diferentes a mano en 3D??? con sus curvas y todo?? Venga...
    Nos vamos a las aulas, al colegio, yo recibí clases de informática en la ESO y eran una basura, querían enseñarnos Word a usuarios que sabíamos usar Word desde años atrás, por parte de profesores que aún no sabían usarlo. Ahí reside el problema, que los profesores no están actualizados y no saben usarlos, todos sabemos trastear con el Word, el explorer, y sabemos modificar fotos con el photoshop, pero ninguno de nosotros sabemos optimizarlos, lo digo desde el punto de vista de una futura ingeniera informatica, y ojalá en el colegio me hubiesen enseñado a usar bien un procesador de textos.
    Por otra parte, mi padre imparte clases en un centro TIC y considero que es un método extraordinario, solo que ellos sí saben cómo impartir clases con un ordenador.
    ¿Los médicos se niegan a aceptar nuevos métodos y tratamientos? ¿Entonces por qué la educación está estancada en la antigua usanza?

    ResponderEliminar
  3. El hecho de que redactes de una manera tan pobre e insolvente ya dice mucho de por dónde ha fallado tu educación; te parecerá algo menor, una tontería, y como la mayor parte de los estudiantes poco lectores, dirás lo típico: "...pero se entiende ¿no?". No es algo secundario; la sintaxis y el conocimiento de la lengua es lo que te abre el paso a todos los conocimientos y a transmitirlos de manera lógica. La exposición caótica refleja una mente confusa.
    Confundes conservadurismo con mantenimiento de unas bases que se han demostrado como sustanciales, como el pilar de todo conocimiento posterior; por supuesto que se debe enseñar a los estudiantes a manejar el ordenador y que es muy útil para gran cantidad de cosas, pero hay muchos que -en épocas anteriores a la tuya- comprendieron el cálculo infinitesimal sin esa ayuda. ¿Eso no te hace recapacitar un poco? Me alegra que tu papá sí sepa impartir esos conocimientos; le vendrán muy bien a sus alumnos, pero si no hay un profesor que les enseñe de verdad a LEER, a redactar, a acompasar su pensamiento con el idioma, poco adelantarán, Como tú misma reconoces, aprendiste bastante de informática fuera de las aulas, como les ha pasado a todos los alumnos de todas las épocas cuando de verdad les ha interresado algo: se han buscado la vida para aprenderlo. La escuela debe modernizarse, pero la informática e internet son meras herramientas; no las convirtamos en dioses, en el centro de nuestra atención.
    Buscando cosas sobre ese artículo que también llamó mi atención, encontré esta interesante discusión; te mando el enlace.
    http://camarotic.es/?p=70
    Tómate como un buen consejo para cuando presentes textos, curriculum y trabajos escritos el repasar el uso de la coma, punto, dos puntos y el punto y coma en nuestro idioma. Y la acentuacíon. Te lo digo sin la menor acritud, que como chica inteligente que eres supongo que lo aceptarás.
    Un saludo.

    ResponderEliminar