miércoles, abril 25, 2007

El nuevo Bachillerato

Imagino que ya estarán al tanto de la propuesta del MEC de que
Los alumnos [de Bachillerato] que aprueben más de la mitad de las materias de primero pero no estén en condiciones de promocionar de curso podrán consolidar ese resultado y repetir sólo las asignaturas suspensas.
Tal y como señaló Tiana, Secretario General de Educación:
“Hasta ahora la única posibilidad era o pasar de primero a segundo hasta con dos materias suspendidas o repetir el curso entero. Ahora introducimos una propuesta, que hacemos a las Comunidades Autónomas y tendremos que debatir con ellas, que es que los alumnos que hayan aprobado un número importante de materias de primero, más de la mitad, pero les hayan quedado más de esas dos que les permitía pasar de curso, puedan consolidar lo que han aprobado, coger las materias que les faltan y completarlas con materias de segundo. Esto les va a permitir terminar primero e ir avanzando en segundo, con lo cual creemos que el estímulo que tiene para continuar estudios es mayor y pueden seguir avanzando con más seguridad”, ha destacado el secretario general de Educación.
Mi jefa, la ministra Cabrera, ha ofrecido hoy en el Pleno del Senado más información sobre la propuesta:
[La ministra Cabrera] Definió esto como 'una novedad organizativa', que no académica, en el sentido de consolidar los conocimientos adquiridos en una etapa educativa de 'puente' hacia la universidad.

Insistió en que se mantienen los niveles de exigencia y los sistemas de evaluación por materias, las condiciones para la promoción a segundo y de requisito de titulación 'exactamente iguales' que en las leyes anteriores.
Es fácil encontrar personas a las que no les haya gustado esta idea. Por ejemplo, Marcos Taracido, desde Libro de Notas, ofrece estas reflexiones:
El nuevo Bachillerato: Una educación banal

[...]
  • Las asignaturas que se imparten en Bachillerato no tienen como única finalidad el ser superadas individualmente, es decir, no suponen exclusivamente una adquisición de contenidos necesarios para la formación del alumno; en esta formación también es esencial el esfuerzo, la disciplina y la constancia que suponen tener que adquirir esos conocimientos en un determinado espacio temporal, un curso académico, y no extender ese aprendizaje en el tiempo. Las asociaciones de padres aplaudieron con premura la propuesta porque así la educación se adaptaba al ritmo de cada alumno… pero es que es el alumno el que ha de adaptarse al ritmo de la educación, precisamente porque lo que se le ha de enseñar es a superar etapas, a que si quieres llegar hay que hacerlo dentro del tiempo preestablecido antes de comenzar la etapa.
  • Y es que si uno de los objetivos del Bachillerato es preparar al alumno para incorporarse a la vida activa, no se encontrará allí a nadie dispuesto a adaptarse a su ritmo. Así, esta reforma incidirá en uno de los grandes problemas de la LOGSE: educar en el todo vale, incidir en la creación de ciudadanos sin las mínimas armas necesarias para enfrentarse al durísimo mundo que les espera en la adultez.
  • Supongamos la bondad de ley y legisladores; supongamos incluso que ese nuevo Bachillerato no acarreará los problemas descritos anteriormente. Queda entonces su puesta en marcha y la constatación práctica: sucederá lo mismo que ha pasado con la LOGSE y su aplicación en la ESO: que los niños ya saben desde el principio cuando pueden pasar curso sin hacer absolutamente nada y la realidad es que se encuentran un año después en un curso superior para el que no tienen absolutamente ningún recurso con que afrontarlo. Hay alumnos en 4º de ESO que por imperativo legal cursan todas las asignaturas de ese curso más todas las que suspendieron en 3º (8, 9, 10…): si tenían alguna posibilidad de reaccionar y recuperarse repitiendo el curso durante el que no superó los conocimientos mínimos requeridos, con la promoción automática se les dejó sin ninguna. Pasará entonces que los bachilleres que empiecen mal el curso, dejarán ya en la Segunda Evaluación todas las asignaturas difíciles para el curso siguiente, aplazando en la práctica el fracaso durante un año.
  • La gestión de ese nuevo bachillerato por parte de los Institutos es inimaginablemente complicada; si ya los itinerarios y las numerosas asignaturas optativas enmarañan la organización del curso esta propuesta convertiría esa organización en una quimera. Imposible saber con antelación cómo agrupar al alumnado; imposible prever qué carga de horas tendrá cada seminario; imposible programar la distribución del siguiente curso.
Más opiniones podemos leer en Magisnet. Hay algún solapamiento en las críticas que se encuentran ahí y las expresadas por Taracido.
Los docentes y su visión del nuevo bachillerato

Ante el borrador de nuevo Bachillerato presentado por el MEC la pasada semana y la polémica que ha suscitado en la opinión pública el sistema de promoción del primer al segundo curso, MAGISTERIO organizó el pasado viernes una mesa redonda con directores de algunos institutos y miembros de Ancaba. Todos resaltaron la dificultad organizativa que conlleva su aplicación y lamentaron que la Administración no les consulte y hayan tenido que conocer la noticia a través de la prensa.
También recoge Magisnet reacciones de distintos cargos políticos y responsables de asociaciones de padres. Supongo que no se lo creerán cuando se lo cuente, pero a todos los del PSOE les parece bien la medida y a todos los del PP les parece mal.

Yo, la verdad, no lo tengo nada claro. Por un lado, no entiendo por qué poner el grito en el cielo por hacer en el Bachillerato lo mismo que se hace en la universidad. Por otro, me planteo si, con medidas, estará enviando el mensaje de que lo mismo da hacerlo en dos que en tres. El trivializar la sanción social de demorar un año más en completar unos estudios puede que haga que haya más alumnos que alarguen de un modo innecesario sus estudios. No lo sé, no lo sé...

Pero lo que más me preocupa es que decisiones de este calibre estén tomadas sobre la base de un "a mí me parece que". Tantos investigadores educativos como hay en este país... ¿No hay ninguna base cuantitativa para poder tomar decisión? No digo yo que los números tengan que tomar las decisiones políticas o morales. Los números son argumentos, no conclusiones. Pero, en este caso, los números, simplemente, ni son ni están por ningún lugar.

Si bien este punto es el que ha capturado en mayor medida la atención, la propuesta sobre el nuevo Bachillerato incluye más elementos que la reforma sobre los criterios de promoción. Yo, para acabar este post, me quedo con Ciencias para el mundo contemporáneo:
Otra de las novedades destacadas es que entre las materias comunes de bachillerato se considera una de ámbito científico, Ciencias para el mundo contemporáneo, que permitirá a todos los alumnos conocer los fundamentos de cuestiones científicas relevantes en el mundo de hoy. El secretario general de Educación ha explicado que esta materia tiene varios bloques temáticos: uno de contenidos comunes; “Nuestro lugar en el universo”; “Vivir más, vivir mejor”; “Hacia una gestión sostenible del planeta”; “Nuevas necesidades, nuevos materiales”; y “La aldea global. De la sociedad de la información a la sociedad del conocimiento”. “Son grandes campos científicos muy cercanos a la vida cotidiana donde damos las componentes de cultura científica necesarias para entender cuales son sus fundamentos y modos de funcionamiento”, ha subrayado Tiana.
¿Qué les parecen los títulos de los bloques temáticos? A mí me parecen nombres de lo más simpáticos... para chavales de 8 años. "Nuestro lugar en el universo". "Vivir más, vivir mejor". "Aprende a hacerte el nudo de los zapatos". "Yo soy chupi, tú eres chupi, somos chupis". Lo que no me cuadra es que personas de más de 16 años necesiten que se dirigan a ellas como si fueran medio lelos. Da la impresión de que les van a poner esto:

2 comentarios:

  1. ¡¡¡Muy bueno, sí señor!!! Como profesor de secundaria desde hace años, te garantizo que es la impresión que tenemos muchos, aunque no los suficientes para cambiar algo las cosas.

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  2. Lo que resulta sorprdente es la tímidez de mantener aún el bachillerato. Suprimirlo sería más práctico y eficiente. Al fin y al cabo, la idea del bachillerato pasaba por la realización de un ideal personal y cultural en el que cree muy poca gente y desde luego no el ministerio

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