Report of the APA Task Force on the Sexualization of Girls
The proliferation of sexualized images of girls and young women in advertising, merchandising, and media is harming girls' self-image and healthy development. This report explores the cognitive and emotional consequences, consequences for mental and physical health, and impact on development of a healthy sexual self-image.
De la existencia de este informe me enteré gracias a
Libro de Notas, donde se hacían eco de lo publicado en el
Nuevo Digital Internacional. Copio algunos párrafos de lo que ahí escribieron:
En un durísimo informe, la American Psychological Association (APA) no sólo advierte sobre la desatada “sexualización de las niñas” sino incluso sobre cómo las muñecas con las que juegan son cada vez más “obscene and tarty”, equivaliendo la segunda palabra a una expresión que el siempre comedido Oxford Dictionary traduce, con excesiva indulgencia y suavidad, por “pinta de ordinaria”, “putilla” o “fulana”. La organización que agrupa a los psicólogos estadounidenses denuncia cómo niñas “desde los cinco o los seis años” van vestidas siguiendo el modelo de artistas pop que, a su vez, ya eran iconos sexuales cuando apenas habían alcanzado la pubertad o de juguetes como las ‘Bratz Dolls’, las muñecas de moda en el orbe anglosajón que han normalizado entre niñas y preadolescentes unas formas de vestir que habrían parecido escandalosas a las más desorejadas prostitutas de polígono industrial de hace menos de diez años.
[...]
Los psicólogos estadounidenses describen el neologismo “sexualización” como lo que sucede cuando “los valores de una persona proceden sólo de su apariencia o comportamiento sexuales, con exclusión de otras características, y cuando la sexualidad de una persona es convertida en objeto, por ejemplo, transformada en una ‘cosa’ para el uso sexual de otro”.
Las consecuencias de este comportamiento son devastadoras, en especial, para el desarrollo de las niñas y su propia autoestima, pero también para los chicos, que aprenden a ver en las niñas simples objetos sexuales con un grave corolario posterior de disfunciones en su relación con ellas que incluyen iniciaciones extremadamente tempranas de relaciones sexuales cuando no agresiones o incremento desenfrenado de consumo de pornografía pedófila cuando van adquiriendo edades más adultas.
[...]
En declaraciones al Telegraph, la doctora Jean Kilborune, coautora de un libro de próxima aparición titulado "Tan sexys, tan pronto: La sexualización de la niñez", veía una relación directa “entre lo que está pasando y el incremento del sexo entre menores”. “Ves esos vestidos por todas partes, camisetas ajustadas para niñas pequeñas que dicen ‘Tantos chicos y tan poco tiempo’, esa clase de cosas”, afirmaba Kilbourne antes de concluir cómo "los padres creen que eso demuestra inteligencia pero dejan de pensarlo cuando sus hijas se convierten en sexualmente activas a los doce años".
Muy cierto. Basta darse un paseo de 5 minutos por una juguetería para asustarse de cómo son las muñecas de moda hoy en día...
ResponderEliminarEs verdad, pero parece que es políticamente incorrecto decirlo.
ResponderEliminarLo que cuentas aquí me recuerda a "The disappearance of childhood" de Neil Postman (no sé si está en castellano, sí que hay versión en catalán). No sé si lo conoces, es un libro ya antiguo, la primera edición es de los 80, creo, pero plenamente vigente. Su tesis es que lo que entendemos por infancia -un periodo de tiempo de preparación para la vida adulta en el que los niños son protegidos de las realidades "inapropiadas" como el sexo o la violencia- es algo que no existía en la Edad Media, antes de la imprenta, y que está dejando de existir ahora, con la TV. Y correlativamente a la desinfantilización de los niños, tenemos una infantilización de los adultos...
En relación con este tema, me gustaría recomendar la lectura de un escrito que anda por Internet. Se trata de una conferencia del psicoanalista Serge André, titulada "La significación de la pedofilia".
ResponderEliminarPodeis encontrar la versión española en:
http://antroposmoderno.com/word/lapedofilia.doc
Os adelanto algunos párrafos:
"¿No estamos al borde de una especie de delirio colectivo? ¿Quién no ve la hipocresía de este culto al niño inocente, virgen de cuerpo y alma, el niño maravilloso y puro cuyo universo se considera poblado únicamente de sueños y de juegos? ¿Quién no observa, en el lenguaje y en la imaginería publicitaria y mediática de hoy en día, que la mercancía más preciosa del mundo es un niño hermoso? ¿A quién no le choca constatar que el ejemplo de Ciudad ideal que se nos propone tiene dos versiones: Dysneyland y Las Vegas? De un lado, el mundo del niño imaginado como un adulto en miniatura, del otro, el mundo del adulto imaginado como un niño eterno. Hemos entrado, sin darnos cuenta, en una verdadera idolatría del niño, en una 'infantolatría', en la infantilización general del mundo. Los niños se visten como adultos mientras los adultos se atiborran de caramelos y de juguetes como niños - unos y otros se disputan los mandos de la consola del ordenador familiar. Lo ideal hoy en día es permanecer niño, ya no es convertirse en adulto. Y, cada vez más, es una cierta representación imaginaria del niño la que hace ley. Es el niño mítico cuya estatua se eleva al rango de ídolo en la medida misma en la que los adultos caen del pedestal, dimiten de su función y se infantilizan cada vez más.
"Curiosa, pero lógicamente, cuanto más se amplía esta celebración del niño imaginario, más se pone de manifiesto en el seno de la realidad económica y social, que el niño representa un coste. Además, cuanto más se le venera más se convierte en un bien escaso, más tiende a ser único. Si en todas las fases de la civilización que nos han precedido, y en las culturas que rodean nuestro territorio Occidental, se considera al niño como la primera riqueza, para nosotros constituye actualmente una carga y a cada cual le parece normal que el Estado corra con los gastos. En suma, el niño que adulamos y queremos proteger de todo, el niño que mantenemos en un estado artificial de infancia, es cada vez más irreal. Es nuestro sueño narcisista y en última instancia sólo le queremos para nuestro propio placer. Para nosotros el niño ya no es una riqueza, sino que se ha convertido en un lujo - lo que es totalmente diferente.
(...)
"Este movimiento, que he designado como 'infantolatría' de la época, ¿no corre el riesgo de llevarnos hacia una forma de pedofília generalizada y triunfante? Esta hipótesis podría en todo caso explicar las manifestaciones de horror y de pánico que el pedófilo despierta hoy en día en nuestra sociedad. ¿Este horror no sería finalmente el horror ante la revelación de la significación de nuestra propia idealización de la infancia?"
(athini_glaucopis@hotmail.com)
estoy en contra de la pedofilia, pero veo que realmente la sociedad hemos cometido la idolatria de los infantes (infantolatría) , pues arriba se escribe lo siguiente : afirmaba Kilbourne antes de concluir cómo "los padres creen que eso demuestra inteligencia pero dejan de pensarlo cuando sus hijas se convierten en sexualmente activas a los doce años". Pues bien, mi comentario es el siguiente : averiguen con sus bisabuelos o taratabuelos y veran que antiguamente los niños y niñas de 12 años ya estaban casados y en plena actividad sexual ya tenian hijos, ¿ porque nos asombramos que eso ocurra ahora ? hay un error en esto que debemos corregir como sociedad, pues la edad para casarse ha ido subiendo pero no asi la edad para sentir los primeros impulsos sexuales, que en mi caso ocurrio a mis 10 años, y lo se por experiencia propia. gracias, Joel
ResponderEliminarJoel, hace un siglo los niños trabajaban en la mina, la gente se moría como con 30 ó 40 años, los pobres y las mujeres no tenían derecho al voto... ¿Todo esto también hay que recuperarlo?
ResponderEliminarA muchos chicos de 12 años ya les apetece conducir un coche. ¿Les dejamos salir a la calle con un vehículo?