Yo lo recuerdo como algo caótico. Me "dieron" el trabajo cuando el curso ya estaba bastante empezado (comencé las clases en diciembre o enero, no recuerdo bien). El profesor que daba la misma asignatura que yo tuve que dar no fue de ninguna ayuda. Nadie en el departamento me dijo lo que tenía que hacer. Así que hice lo que, con perdón, me vino en gana, partiendo de mis conocimientos: improvisé un programa para cinco meses a partir de mis investigaciones previas en los temas que trataba en la asignatura. Salió relativamente bien, pero por azar.
Yo debuté en 5º de ingeniería siendo biólogo. Menos mal que me manejaba bien con la materia. La verdad es que no recuerdo haberme puesto nervioso pero es que entré a la universidad con bastante trayectoria previa como profesional y eso da seguridad (aunque no calidad). En fin, que todo vaya bien.
Mmm... de momento, una relativa sensación de tenerlo todo bajo control. Me encanta dar clases, tengo algo de experiencia en otros ámbitos educativos y el temario no me resulta ajeno. Las condiciones de partida no eran malas.
He intentado hacer las clases participativas. Mi idea es que una clase tiene que aportar más que lo que pueda dar un libro. Hay profesores que consiguen esto gracias a que su discurso es tan bueno que mejora el de el mejor libro. (Yo he tenido profesores con los que he sentido que podía ponerles una grabadora y sacar por cada par de clases un libro). Yo, con conseguir que no les resulten ajenas las asignaturas que doy, que forman parte de las 'antipáticas' de la carrera, y, además, que avancen hacia el conocimiento conmigo, no que yo les indique la meta y que ellos se lo curren, ya lo doy por bueno. Creo que ya es bastante.
Reconozco que la sensación de ser profesor de prácticas es extraña. Cuando he estado en cualquier cosa de educación, yo he participado en el diseño e implantación de todo. En los scouts, todos los monitores decidíamos y estábamos en todo. Cuando he dado clases de informática, yo he diseñado mis materiales y temarios. Esto de ser una especie de 'peón' de otro profesor, con cosas que creo que se pueden mejorar pero en las que no puedo intervenir, es... rematadamente extraña.
Me encantaría ser un buen profesor. Me queda darle muchas vueltas para ver cómo puedo conseguirlo.
No la recuerdo especialmente. Fue en Almería, en el salón de actos, para los alumnos de primero de Informática. Empecé también tarde, como a finales de octubre. Pero hace ya de esto, ahora, 18 años. Ánimo, y a seguir con ese espíritu.
Yo lo recuerdo como algo caótico. Me "dieron" el trabajo cuando el curso ya estaba bastante empezado (comencé las clases en diciembre o enero, no recuerdo bien). El profesor que daba la misma asignatura que yo tuve que dar no fue de ninguna ayuda. Nadie en el departamento me dijo lo que tenía que hacer. Así que hice lo que, con perdón, me vino en gana, partiendo de mis conocimientos: improvisé un programa para cinco meses a partir de mis investigaciones previas en los temas que trataba en la asignatura. Salió relativamente bien, pero por azar.
ResponderEliminarYo debuté en 5º de ingeniería siendo biólogo. Menos mal que me manejaba bien con la materia. La verdad es que no recuerdo haberme puesto nervioso pero es que entré a la universidad con bastante trayectoria previa como profesional y eso da seguridad (aunque no calidad).
ResponderEliminarEn fin, que todo vaya bien.
Sin duda, la primera clase es la que más he preparado en mi vida. Y esas mariposas en el estómago... uff.
ResponderEliminarAún hoy, el primer día de clase de cada curso académico siento esas mariposas. El día que no te ocurra... preocúpate.
¿Cómo fue?
ResponderEliminarMmm... de momento, una relativa sensación de tenerlo todo bajo control. Me encanta dar clases, tengo algo de experiencia en otros ámbitos educativos y el temario no me resulta ajeno. Las condiciones de partida no eran malas.
ResponderEliminarHe intentado hacer las clases participativas. Mi idea es que una clase tiene que aportar más que lo que pueda dar un libro. Hay profesores que consiguen esto gracias a que su discurso es tan bueno que mejora el de el mejor libro. (Yo he tenido profesores con los que he sentido que podía ponerles una grabadora y sacar por cada par de clases un libro). Yo, con conseguir que no les resulten ajenas las asignaturas que doy, que forman parte de las 'antipáticas' de la carrera, y, además, que avancen hacia el conocimiento conmigo, no que yo les indique la meta y que ellos se lo curren, ya lo doy por bueno. Creo que ya es bastante.
Reconozco que la sensación de ser profesor de prácticas es extraña. Cuando he estado en cualquier cosa de educación, yo he participado en el diseño e implantación de todo. En los scouts, todos los monitores decidíamos y estábamos en todo. Cuando he dado clases de informática, yo he diseñado mis materiales y temarios. Esto de ser una especie de 'peón' de otro profesor, con cosas que creo que se pueden mejorar pero en las que no puedo intervenir, es... rematadamente extraña.
Me encantaría ser un buen profesor. Me queda darle muchas vueltas para ver cómo puedo conseguirlo.
No la recuerdo especialmente. Fue en Almería, en el salón de actos, para los alumnos de primero de Informática. Empecé también tarde, como a finales de octubre. Pero hace ya de esto, ahora, 18 años.
ResponderEliminarÁnimo, y a seguir con ese espíritu.