martes, enero 24, 2017

Ser profesor de universidad desde la Resistencia

Me va llenando progresivamente la sensación de estar haciendo mi trabajo de profesor de universidad a pesar de... a pesar de las condiciones laborales y de desarrollo que me brindan. Creo que no estoy solo en esta sensación. Diría que somos cada vez más los profesores que habitamos el territorio de "a pesar de". Somos los profesores de la Resistencia.

A continuación hablaré de mi experiencia y situación. Espero que no quede como un ejercicio de ombliguismo, sino como la historia del caso que mejor conozco, el mío propio, en el que tal vez otros puedan verse parcialmente reflejados.

Contrato no estable
Desde el 2014 soy Contratado Doctor (CDOC) interino. Supuestamente, el contrato de CDOC es el primero indefinido que uno consigue en la universidad. En mi caso, tras doce años con contratos a término. Sin embargo, hace años el Gobierno restringió enormemente a través de la tasa de reposición la creación de empleó público con contrato estable. Esto supuso que las universidades tuvieran que optar entre echarnos a muchos profesores a la calle, dado que la ley impedía estar más de un cierto tiempo con contrato temporal, o crear unas figuras contractuales nunca vistas hasta ese momento, los CDOC-interinos. Somos indefinidos temporales, por raro que suene.

Esta figura de reciente creación no tiene todo el reconocimiento legal que podría esperarse. Así, por ejemplo:
  • No podemos pedir sexenios: Con esto ya no es solo el dinero que dejamos de percibir, sino que los criterios se van endureciendo año y año y, para cuando podemos solicitarlos, nuestros méritos ya habrán quedado obsoletos. Lo que hoy es un gran artículo en unos años pasa a ser algo mediocre con el ritmo que llevamos. Esto es una gran noticia, señal de la rápida mejora en la ciencia española, salvo cuando consecución de méritos y valoración de los mismos llevan un desencaje de años.
  • No podemos pedir proyectos de investigación: El ministerio exige para solicitar un proyecto garantías de que el investigador responsable seguirá vinculado a la universidad durante el tiempo de duración de la ayuda. Esto no es posible con un contrato de interinidad. Se nos paga un sueldo y apenas se nos ofrece margen no ya para lanzar nuestra propia línea de investigación, sino ni siquiera para intentarlo.
Adicionalmente, este estar en tierra de nadie desincentiva la mínima competividad ya de por sí presenta en los departamentos. Antes uno podía intentar promocionar antes que un compañero de mayor antigüedad si conseguía acreditarse antes que él. Ahora, para cuando podemos optar a ser Titulares, el siguiente paso, ya casi todos estaremos acreditados y mandará como criterio el habitual en la universidad, los años de antigüedad.

Titulación de reciente creación
Soy profesor en el Grado en Psicología de la Universidad de Zaragoza. Este grado se implantó en el año 2008. Se partió de prácticamente cero en su creación, basada fundamentalmente en la contratación de Ayudantes Doctores, casi uno de los escalones laborales más bajos. Esto ha tenido un impacto tanto docente como investigador en el profesorado de la titulación.

Por la parte docente, han pasado años hasta que se ha conseguido un máster de Psicología en la facultad. No fue hasta el curso 2015-2016 y en él la docencia de mi área de conocimiento es escasísima. No creo que sea obligatorio que todas las titulaciones cuenten en todas las universidades cuenten con un máster... hasta que la ANECA comienza a jerarquizar docencia, asignándole más valor a la impartida en el máster. Por razones que desconozco, parece que intentar enseñar a personas de 18 años luce menos en el currículum que hacerlo con personas de 25 años. No solo no consigo entenderlo, sino que claramente es un criterio injusto en tanto que no todo el profesorado de España tiene igualdad de acceso a ese mérito, con independencia de su calidad como profesional.

Por la parte investigadora, al ser la mayoría profesorado sin estabilizar no podemos pedir proyectos de investigación y, con ello, tampoco ofertar becas de doctorado. Súmesele a ello que seguimos sin programa de doctorado propio, logro de complicado acceso con el perfil de la plantilla. Esto disminuye el ritmo de publicaciones, al hacer los equipos de trabajo más pequeños, dado que no contamos con doctorandos. Igualmente, nos hace imposible acceder a otro mérito valorado por ANECA y agencias similares, tesis dirigidas. De nuevo se está pidiendo por igual al profesorado español unos méritos que, en algunos casos, resultan casi imposibles de conseguir.


Titulación pequeña
De entre los muchos grados en Psicología impartidos en universidades públicas de España el de la Universidad de Zaragoza es uno de los que acepto a menor cantidad de alumnos. Puede que, en términos de empleabilidad, sea lo correcto. Tenemos un único grupo de teoría. Eso tiene consecuencias docentes e investigadoras.

La plantilla es más pequeña que en otros grados y, así, es más probable que tengamos que impartir docencia sobre temas en los que no estamos especializados. Creo, sinceramente, que cuando esto ha ocurrido la motivación y capacidad del profesorado han servido para seguir ofreciendo docencia de calidad, pero con el coste de una mayor cantidad de horas invertidas para la preparación de clases en comparación con las necesarias en otros lugares.

Igualmente, es más probable que sea necesaria una mayor variedad de asignaturas para cubrir todo nuestro encargo docente. Si en otras universidades tienen tres grupos de mañana, por ejemplo, es sencillo que un profesor asumiendo una única asignatura ya tenga cubiertas todas sus horas de clase.

Al tratarse de una titulación pequeña es mucho más probable que no compartas asignatura con otro profesor. Eso reduce el margen de aprendizaje, no de los alumnos, sino de uno mismo como docente, al no haber intercambio de métodos y experiencias. Dificulta, también, la posibilidad de crear materiales docentes, de escribir un libro. No es lo mismo redactar uno solo un libro entero que una cuarta parte de un libro. No lo publicará con la misma facilidad una editorial si prevé ventas de cientos por año que si se mide por decenas. No es lo mismo pensar un proyecto de innovación docente para un equipo de asignatura que entre personas que no comparten asignatura o área de conocimiento.

El esfuerzo requerido para sacar adelante las horas de clase no son iguales en todas partes, si bien la ANECA cuenta las horas básicamente al kilo. En términos de aprendizaje desde una titulación pequeña uno puede realizar un trabajo de calidad, pero para el CV luce menos.

Campus periférico
Trabajo en el campus de Teruel de la Universidad de Zaragoza. Teruel es una ciudad pequeña en una de las zonas más despobladas de España. No voy a entrar en la conveniencia o no de los campus periféricos. Si el único criterio de la universidad pública es maximizar el rendimiento académico, dudo que tengan sentido. Pero es altamente discutible que la única función de la universidad sea esa, así que la respuesta dependerá de cuáles entendamos que son las misiones de la universidad pública.

Estar alejados del rectorado tiene sus implicaciones. Por más que se quiera reglamentar la vida universitaria para compensar la distancia, el acceso a información y poder depende en gran medida de las redes informales, de cruzarse por los pasillos con un vicerrector o de coincidir en la cola del cine con una decana. Desde Teruel nuestra acceso a los procesos de decisión suponen coger el teléfono o escribir un correo para pedir cita, hacerse 180 kilómetros de ida y otras tantos de vuelta, para una cita formal de tiempo predefinido. Y con esto no digo que estemos mal tratados, sino que las relaciones no pueden ser fluidas, por más que quieran estar cargadas de buena voluntad.

Una parte no menor del profesorado del grado de Psicología, incluyéndome a mí mismo, no vivimos de forma habitual en Teruel. Esto complica el establecer reuniones de coordinación o encontrar personas dispuestas a asumir cargos de gestión académica.

En un campus periférico el encontrar profesorado no siempre resulta fácil, especialmente para profesores asociados, quienes asumen como la mitad de la docencia. Cuando salen plazas para una misma área de conocimiento en Huesca, Teruel y Zaragoza, lo habitual es que se cubran por orden de tamaño de la provincia. A Teruel suele llegar profesorado que está más abajo en la lista de candidatos. Tampoco resulta sencillo retener al profesorado que llega. Un candidato te puede decir hoy "sí" a una plaza para pasado mañana irse porque le han ofrecido otra en Zaragoza. Eso significa que los profesores que ya estamos, con frecuencia, pasamos el comienzo de curso apagando fuegos.

En muchas ocasiones el reto de los campus periféricos es conseguir un trato equivalente al que se ofrece a los campus principales. Algún candidato a rector se ha presentado en Teruel con la propuesta de campaña de tratarnos igual que a los demás. Pero eso es simplemente injusto. Sí, que te traten por igual es injusto. Los campus periféricos se justifican por razones extracadémicas, por motivos políticos. Sacar adelante la vida universitaria en un campus periférico es más complicado y políticos autonómicos y universitarios han de estar dispuestos a aplicar medidas compensatorias, de equilibrio. Como cabía esperar, a la ANECA esto le da igual.


En universidad distinta a las de origen
Yo tuve una FPU en la Universidad Autónoma de Madrid y una plaza de Ayudante en la Universidad Autónoma de Barcelona. La casi totalidad de mis compañeros se han formado fuera de la universidad donde ahora trabajamos. Somos, aparentemente, una bonita excepción en la gran masa endogámica española.

Esto tiene sus costes, por más que algunos personas, sean académicos, políticos o periodistas, quieran vender el cambio de universidad como un chollo. Entras en un centro nuevo totalmente alejado de las redes informales. Simple y llanamente, no te enteras. No te enteras de cuándo salen según qué convocatorias, no te enteras de cuándo hay que solicitar según qué promoción laboral... Si después te quejas, te dirán "pues haberte enterado" y fin de tema.

Si sigues o vuelves a la universidad de formación, será mucho más probable que puedas mantener tu línea de trabajo. Tendrás, al menos, al equipo investigador de origen para compartir proyectos y en el que apoyarte. Indudablemente el continuismo tiene sus desventajas, pero que te planten en un lugar en el que nadie en 200 kilómetros a la redonda trabaja en lo tuyo también.

Ante la necesidad de intentar establecer equipo de trabajo propio una opción es empezar a trabajar con tus compañeros del momento. Eso supone abandonar, aunque sea parcialmente, la inercia del trabajo previo, perder ritmo (hola, ANECA, no me mires muy mal por esto), sin contar con financiación para lanzar ideas nuevas ni doctorandos.

Con la especialidad "equivocada"
Soy profesor en el área de Metodología de las Ciencias del Compartamiento, psicómetra, especializado en investigación mediante simulación psicométrica. He investigado principalmente sobre tests adaptativos informatizados.

No tengo ningún problema en reconocer que, en términos de relevancia social, los tests adaptativos no son precisamente como el cáncer. Pero durante años al ministerio no ha parecido impartarle especialmente, puesto que mi grupo de investigación ha conseguido convocatoria a convocatoria financiación para sus proyectos. Hemos podido publicar en algunas de las mejores revistas sobre tests adaptativos. Esas revistas suelen estar en tercer cuartil. Por más que a algunos en la ANECA o en la CNEAI parezca costarles el entender, en algunos campos que han venido tradicionalmente contando con dinero público las mejores revistas objetivo tienen índices de impacto relativamente bajos.

Ante este panorama y por los cambios de universidad empiezo a trabajar menos como psicómetra 'teórico' y más como 'aplicado', en la validación de cuestionarios al español. Es relativamente más sencillo publicar más, hacerlo en revistas de más impacto y conseguir más citas. Si validas el instrumento XYZ al español, quienes lo validen en otros idiomas posteriormente probablemente incluirán en sus artículos "este test ha sido también validado en español (y ahí está la cita que hará subir mi índice H para dejar contenta a la ANECA)".

Pero esta opción tampoco garantiza satisfacer por completo las exigencias actuales. La participación en un artículo como analista de datos habitualmente no te lleva a ser primer autor del texto. Tampoco eres el autor de correspondencia ni el último como líder del equipo. En un entorno de criterios de valoración volátiles tal vez esta opción no garantice cumplir con los estándares.

Hace poco me informaron que en un artículo en el que yo pensaba que iría de segundo autor me iban a colocar de último autor. Hasta hace poco me habría parecido algo por lo que reclamar y negociar, un paso atrás en mi reconocimiento como partícipe en ese trabajo. Ahora que parece que se valora más ser último autor que segundo no tengo claro si, en realidad, sin quererlo me están haciendo un favor.

Con esto no planteo que las citas, el factor de impacto o el número de publicaciones no tengan valor. Expreso lo que es puro sentido común y perfectamente conocido por los especialistas en cienciometría. Los indicadores de mérito  son dependientes de área de conocimento y requieren, especialmente si se valoran investigadores y no grandes instituciones, de más criterios. Especialmente, expertos dispuestos a revisar CVs. Estamos entrando en una dinámica en la que hay que estar loco para investigar en enfermedades raras y no en cáncer.

====================================

Puede quedar este como otro post más de quejas de un profesor de universidad. Espero que no. O sí, tal vea sea necesario marcar que hay grupos de profesores que, por varias circunstancias varias, tenemos problemas para sacar adelante nuestro trabajo. He hablado desde mi experiencia; sé que no agota los posibles problemas del profesorado


Considero que es oportuno que tengamos claro que no todos jugamos con las mismas cartas, luego no es adecuado valorar a todos por el mismo rasero. Por ejemplo, pedir o valorar tesis para acreditarse donde no hay doctorandos es marcar a unas facultades como de primera y otras como de segunda con independiencia de lo que se publique, de cómo se forme al alumnado. Pedir según qué ritmo de publicaciones en áreas donde prácticamente nadie en España lo tiene es invitar a decenas de profesores a abandonar sus líneas de trabajo, o bien para cambiarlas o bien para no hacer nada porque consideran un imposible superar el listón.

Veo necesario que seamos conscientes que hay grupos de profesores que van sintiendo que trabajar a pesar de... Esto tiene consecuencias en el ánimo y la productividad y, también, en la capacidad de atraer a jóvenes brillantes a la carrera investigadora.

Creo, sinceramente, que la una parte importantísma de quienes trabajan en condiciones no óptimas cubre con sobresfuerzo la falta de apoyo, las limitaciones. Con todo, pese a todo... creo que el profesorado de la Resistencia hacemos un gran trabajo.

(Y el siguiente post será sobre psicometría o estadística, para hablar "de lo mío".)

1 comentario:

  1. Sencillamente, lo que explicas no lo conoce todo el mundo y mucho menos se entiende con facilidad. Animo Juanra.

    ResponderEliminar