Desde mi experiencia, se puede distinguir entre cuatro tipos de Asociados según su motivación básica para aceptar el puesto:
- El Asociado con aspiraciones de carrera académica. Está en su particular travesía del desierto mientras acumula méritos docentes e investigadores y a la espera de que se convoque alguna plaza. Los baremos para entrar en la rueda de los tiempos completos están tan mal construidos que es complicado pasar filtros sin pasarse unos años en puestos de este tipo.
- El Asociado disfrutón. Le gusta la docencia, el contacto con el alumnado, el ambiente universitario... Considera que colaborar en la formación de las nuevas promociones es un bien por el que implicarse.
- El Asociado de tarjeta de visita. Su plaza en la universidad es un medio para poder incluir en la firma del correo electrónico y bajo su nombre en las tarjetas de visita 'Profesor en la Universidad...'. Hoy por hoy la universidad mantiene prestigio y para ciertos proyectos profesionales sale a cuenta esa vinculación, que abre puertas o permite aumentar tarifas.
- El Asociado de la nómina. Para este el dinero que cobra fin de mes ya le compensa. Vale que no es mucho, pero en sus actuales condiciones va bien.
Y eso le podemos sumar el problema general de todo el profesorado: nos contratan para impartir docencia, no para impartir buena docencia. Si la calidad se entiende como trivial, no tiene sentido pagar por ella ni buscarla. Esto no ayuda tampoco a subir las retribuciones.
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