Vic y Reus acogerán los primeros Espacios de Bienvenida Educativa el primer trimestre del curso 2008-2009
El primer trimestre del próximo curso entrarán en macha las primeras iniciativas piloto de los Espacios de Bienvenida Educativa (EBE) en los municipios de Vic y Reus. Esta experiencia es una herramienta de acogida familiar previa a la escolarización, un primer contacto para los futuros alumnos recién llegados y sus familias con vista a que puedan incorporarse al sistema educativo con plenas garantías. (Generalidad de Cataluña, 11/07/08).
Otros municipios han solicitado ya contar con su propio EBE. Según la documentación que he conseguido localizar, no queda nada claro cómo se va a evaluar la experiencia, durante cuánto tiempo se va a extender la prueba piloto o cuántas localidades podrán sumarse durante esta fase.
La integración de los alumnos extranjeros en los centros escolares es uno de los aspectos más polémicos y conflictivos de la inmigración. La idea (tópica o real, según gustos) de que los estudiantes extranjeros hacen bajar el nivel es uno de los arietes más utilizados a la hora de criticar la presencia de extranjeros en las aulas nacionales.
Ahora el debate se reabre con la decisión del Departamento de Educación de la Generalitat de habilitar a partir del próximo curso centros especiales (los eufemísticamente llamados Espacios de Bienvenida Educativa) en los que se segregarán fuera del sistema escolar español a los alumnos inmigrantes de países no pertenecientes al ámbito europeo.
Los principales reproches son que este nuevo sistema supone el principio del fin de un modelo en el que la integración se hacía desde dentro de las aulas escolares y que se trata de una forma de apartar a los inmigrantes del sistema escolar, ya que los Espacios de Bienvenida Educativa no son centros oficiales. (Soitu, 14/07/08).
Veamos, primero, qué es eso de los Espacios de Bienvenida y, después, algunos de los reproches. La Generalidad describe
de este modo los EBE:
Espacios de bienvenida educativa:
Definición:
- Espacios de soporte y asesoramiento a los recién llegados y a sus familias previos a su escolarización.
- Espacios de diagnóstico y orientación, en colaboración con los Ayuntamientos.
- Conocer los diferentes aspectos relacionados con la educación del municipio.
- Facilitar la incorporación de los niños/jóvenes al sistema educativo con plenas garantías.
Objetivos específicos:
- Mejorar la atención y la acogida de los niños y los jóvenes y de sus familias como actividad dentro de los Planes Educativos de Entorno.
- Informar y orientar sobre el sistema educativo catalán.
- Detectar las necesidades específicas del alumnado recién llegado (físicas, afectivas, psicológicas, cognitivas y socioeconómicas) con el fin de arbitrar las medidas pertinentes.
- Dar a conocer el entorno.
- Promover la integración social (coordinación con actividades del Plan Educativo de Entorno).
- Sensibilización y fomento del uso de la lengua catalana.
- Iniciar procesos de familiarización con la realidad cultural catalana mediante talleres educativos, culturales y deportivos.
- Garantizar la escolarización equilibrada.
Entre las voces críticas, la de SOS Racisme, en
comunicado del 11 de julio. Plantean dudas muy sensatas.
¿Espacios de bienvenida?
Ante la presentación del Departamento de Educación de la Generalidad de las pruebas piloto en Vic y Reus de los llamados Espacios de Bienvenida Educativa (EBE), SOS Racisme nos reafirmamos y volvemos a denunciar estas iniciativas como segregadoras y discriminatorias, como ya hicimos ante el primer anuncio.
Con esta política educativa, el Gobierno de Cataluña, y frente a él el Consejero de Educación, transgrede y tira por tierra las líneas y criterios que han regido las políticas de integración y educativas de los últimos años en nuestro país. Desde SOS Racismo queremos hacer llegar las siguientes reflexiones:
- ¿Cómo se puede trabajar por la integración desde la segregación? Pese a la apuesta por un nombre afable, pese a intentar relacionar estos espacios con los planes de entorno, la esencia de los EBE es la misma que en sus inicios: se trata de centros específicos para el alumnado inmigrante recién llegado y sus familias que provocan segregación y racismo social.
- ¿Dónde queda el principio de no crear redes y servicios específicos para la población inmigranda y potenciar el acceso normalizado a los servicios? ¿No es más lógico reforzar las aulas de acogida y dotarlas de más profesionales (tanto en número como en perfil profesional) que crear espacios como estos? ¿No es más coherente aproximar a estas familias a la red de acogida del municipio para que reciban la información general? ¿No es mejor que si alguna familia necesita el soporte de los servicios sociales sea dirigida a esta red desde el comienzo? ¿Por qué enviar un niño a los EBE durante el verano, si existen los espacios de actividades de tiempo libre? ¿Qué especialización tiene un equipo formado por un docente, un educador social, un monitor de tiempo libre y un integrador social que no se pueda ofrecer desde los servicios normalizados generales para toda la población?
- ¿Realmente se puede considerar escolarización estos módulos de 4 horas en los EBE? ¿Cuánto tiempo han de pasar estos niños en estos centros? ¿Cuáles son los criterios para pasar al centro educativo? ¿Por qué no pueden hacer, de ser necesario, el módulo de 4 horas en el centro? ¿Por qué hace falta que las familias recién llegadas hagan un módulo de 10 horas de entrevistas personalizadas? ¿Cómo se garantiza la igualdad de oportunidades para los adolescentes de 16 a 18 años en el EBE? ¿Hace falta tener unos EBE para informar de horarios, normas de los centros educativos y derechos y deberes del alumnado a los niños y a los familiares?
El 31 de enero de 2008 un muy amplio colectivo de investigadores y profesionales en el campo de la inmigración dirigían una
carta al Consejero de Educación catalán, donde criticaban la idea de los EBE, que ya empezaba a circular por aquel entonces. Medida técnicamente errónea, socialmente imprudente y que podría ser moralmente inaceptable.
Las personas investigadores sobre inmigración y educación en Catalña estamos totalmente en contra de la atención al alumnado recién llegado en centros separados, ni aunque sea temporalmente, y tenemos la responsabilidad científica de recordar que los conocimientos disponibles en la actualidad sobre este tema indican intervenciones en sentido contrario.
Brevemente, estas son nuestras razones:
- La medida es técnicamente errónea: las lenguas se aprenden en un contexto natural de habla y entre iguales. Lo mismo sucede con otros aspectos del aprendizaje de otro país, como ahora nuevas pautas y códigos de relación en el entorno escolar y social. [...]
- La medida es socialmente imprudente, ignora el impacto de estas estrategias en las relaciones interculturales: si se aplicase, representaría una lamentable legitimación de jerarquías culturales y étnico-raciales a escala local y nacional que son las que propician posiciones extremistas a nivel político.
- Finalmente, y también por las razones expuestas, la medida podría ser moralmente inaceptable, ya que se condicionaría el derecho a la escolarización desde prácticas segregadores, profundizando en los procesos segregadores que ya afectan a las familias inmigrandas por motivos jurídicos, laborales y sociales.
No les voy a engañar. Yo, de inmigración, sé lo justito, por no decir que poco. De educación, algo más. Lo que no consigo entender es cómo alguien espera enseñar lengua y cultura sin meterle a los chavales en mitad de la lengua y cultura que tienen que aprender. Durante demasiado tiempo los educadores hemos considerado que quienes educábamos éramos nosotros. Hasta hace poco no ha empezado a calar la idea de que los agentes educativos principales son los compañeros. (Y aquí recomiendo la lectura de
El mito de la educación, de J. R. Harris). Para que un chaval entre en una nueva cultura hace falta:
- que tenga quien le introduzca, no en una relación de arriba abajo, sino en una relación de proximidad;
- que no pueda 'huir' de esa inmersión a una nueva cultura. El cambio cultural es duro, exigente y, en general, todos lo evitaríamos. Cuando el número de inmigrantes de idéntico origen supera un cierto número, éstos tienden a juntarse, tal y como es lo más normal del mundo. (Quienes lean esto y no estén acostumbrados a tratar con chavales y más acostumbrados a la universidad, piensen en cómo los españoles se juntan cual manada en todas las experiencias Erasmus).
Ninguno de los dos puntos anteriores los facilitan los EBE. A ver en qué queda la cosa.
¿Y cómo has llegado a mi blog?
ResponderEliminarYo sigo pensando... Tanto artículo hablando sobre educación y... ¿No resulta demasiado complicado dar clases? Y eso que a mí me gusta. Sólo a adolescentes, ojo. De adolescentes en adelante. Niños no. Con los niños no sé.
ResponderEliminarA veces me parece que la teoría, sí. Que la teoría es cojonuda, pero que en cuanto uno se encierra en una clase con 30 tíos, necesita saber pisar.
Eso me parece. Y también que quienes aprueban leyes y hacen planes deberían meterse en una clase un par de añitos y luego legislar y planear.
Pero son reflexiones que no tienen mucho que ver con este texto, porque ya el título me hace sonreír. "Espacios de Bienvenida Educativa". ¿Mande?