Es interesante tener en cuenta una reflexión: ¿hace falta que comunicación audiovisual o periodismo sean [carreras] universitarias, gasten recursos universitarios y compitan con física o química en reclutar alumnos? Si contestamos la pregunta desde el punto de vista corporativo de los profesores de estas áreas, la respuesta es afirmativa. Pero los datos no la avalan. Así, por ejemplo, Pedro Almodóvar, el que ha sido considerado como el mejor director español de todos los tiempos -al menos en cuento a número de Oscars-, nunca necesitó ir a una universidad para aprender cine. Almódovar ha triunfado por su talento, pero también porque tiene detrás a un excelente productor que ha logrado que las películas sean vistas en todo el mundo. El productor es su hermano Agustín y es licenciado en químicas.Elías consigue demostrar dos cosas con su libro. La primera, que ser licenciado en Químicas y en Periodismo no es formación suficiente para ser investigador en ciencias sociales. Su pensamiento es más simple que una pelota de playa. La segunda, que hace bien en admirar a la cultura científica anglosajona. En general, los ensayos venidos de allá están mejor escritos (simplemente, bien escritos): más amenos, mejor estructurados y con una argumentación más sólida.
En periodismo puede decirse algo similar: no hace falta la titulación para ejercer. De hecho, en 2006, fue nombrado director del principal periódico español, El País, un licenciado en químicas, Javier Moreno. El cargo fue propuesto por el dueño de la empresa, Jesús de Polanco (fallecido en 2007), aunque luego fue ratificado por el consejo de redacción. Si el dueño de la empresa propone a un químico es porque piensa que esa persona lo puede hacer mejor que sus competidores para ese puesto, licenciados en periodismo.
Esto no es malo ni bueno, pero es obvio que nunca se pondría de jefe del equipo de síntesis química de una multinacional farmacéutica a un licenciado en periodismo. Es más, normalmente se pide que el designado no sólo sea licenciado en ciencia sino también doctor. Y no se trata de corporativismo de los científicos. Estoy seguro de que si el dueño de la empresa farmacéutica pensara que un periodista sin estudiar podría obtener la vacuna del sida lo contrataría sin dudarlo, pero eso jamás pasará. De ahí que haya diferencias abismales entre las titulaciones de periodismo y química. Un licenciado en química sirve lo mismo para buscar una vacuna contra el sida que para ser el productor de cine de mayor éxito en España o para dirigir el periódico de mayor tirada y más influyente del país.
En otros ámbitos [...], como la política o el deporte, también se demuestra lo útil que es estudiar ciencias para resolver problemas complejos que, en principio, nada tienen que ver con las mismas. Así, las dos personas que en 2006 tenían responsabilidades para solucionar el mayor problema político de España, el terrorismo vasco, no eran licenciados en sociología, en derecho o en ciencias políticas. Eran químicos: Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro del Interior, y Josu Jon Imaz, en ese momento presidente del Partido Nacionalista Vasco. España ha liderado la lucha mundial contra el dopaje (sobre todo en el Tour 2006) cuando un químico, Jaime Lissavetzki, se hizo cargo de la Secretaría de Estado de Deportes. El español que más alto ha llegado en la política mundial, Javier Solana, es físico. Estudiar ciencias naturales dota de una capacidad de análisis que no se da en las carreras de letras o ciencias sociales.
Un licenciado en ciencias (o incluso en ingeniería) posee lo que en políticas de gestión del conocimiento anglosajones se denomina "educabilidad", definida como la capacidad de una persona para su plasticidad en el mercado de trabajo debido a su entrenamiento educativo. En un mundo global tan cambiante como el actual, cualquier universidad mínimamente solvente optaría por potenciar a esos titulados especializados en A que son capaces de trabajar en el resto del abecedario.
Y no sólo por ello, en una política universitaria con sentido común, se potenciaría estudios en ciencias naturales. En cualquier caso, nada avala que no sea una titulación con muchas perspectivas. El problema proviene de su dificultad intrínseca y las universidades ven como salida más idónea para captar alumnos, en lugar de reforzar las enseñanzas duras pero con gran potencial intelectual, ofrecer estudios más fáciles pero con el mismo nivel de grado. A todos los efectos tiene la misma validez una licenciatura en químicas que en comunicación audiovisual. El que esas dos titulaciones sean similares desde el punto de vista académico es una decisión tan disparatada por parte de los gestores universitarios que, en mi opinión, traerá funestas consecuencias a la cultura y al desarrollo de Occidente.
De hecho, las universidades británicas realmente prestigiosas como Oxford o Cambridge se han negado a incluir la titulación en medios de comunicación en sus aulas. Eso no ha sido obstáculo para que, según la clasificación de The Guardian, la gran mayoría de los periodistas de mayor impacto en Gran Bretaña sean los llamados oxbridge, es decir, licenciados en Oxford o Cambridge. Universidades donde enseñan disciplinas duras, que es lo que necesitan los que quieren dedicarse a los medios de comunicación.
El problema en otras universidades de menor prestigio y demanda se produce cuando se derivan recursos y alumnos hacia materias que tal vez no necesiten que se estudien en la universidad. Y como ésta no tiene recursos ilimitados, si opta por unos campos, debe clausurar la enseñanza de otros. Pero ¿dónde puede aprenderse química si no es en la universidad? Si estos estudios, con todas sus potencialidades, decaen frente a otros con menos perspectivas, aunque más fáciles de aprobar, aquí existe una prueba muy clara del declive de la ciencia. (Págs. 57-59).
Como muestra de sus afirmaciones sin sustento:
Un ingeniero nunca será revolucionario -es un ejecutor, no un pensador-, pero un físico o un biólogo sí. Por ello, en las administraciones públicas y en las empresas de países con pasado dictatorial reciente los ingenieros son muy demandados y el propio poder político los dota de mayor relevancia social y administrativa. (Pág. 54).Y ahí deja eso. ¿Para qué justificar más?
¡Topo, por fin sales del subsuelo! Espero que tu actividad en el mundo real (que adivino frenética) haya sido provechosa ;-)
ResponderEliminarDa la casualidad de que esta mañana venía yo leyendo en el tren justo el párrafo que citas. Y aunque coincido en que el libro deja mucho que desear como pieza de análisis sociológico y no está precisamente bien escrito, creo que tiene la valentía de decir muchas cosas "incorrectas".
El párrafo largo que citas es una de ellas, y creo que en esto tiene razón. Coincido en que no hace ninguna falta una carrera de periodismo. Eso no quita para que me parezcan muy dignas y válidas otras titulaciones dentro de las ciencias sociales, y supongo que a Elías también (eso sí, me gustaría saber cómo se han tomado el libro en su departamento...)
Hola, me llamo Dario. Pasaba por aquí porque estaba buscando cosas de "La razon estrangulada".
ResponderEliminarNo me extraña nada blog como éste. Seguro que el autor es de letras o ciencias sociales.
Yo soy de ciencias puras y el libro me ha parecido de puta madre!!!!
De lo mejor que he leido en los últimos años!! Mucy valiente el tal Elías esete y, sobre todo, me ha gustaod mucho cómo defiende sus argumentos.
Para el que quiera saber de verad como es el libro, le recomiendo dos reseñas (firmadas de verdad, no escondidas bajo el anonimato)
una está en la Opinión de Málaga. Suplemento libros del 21 de junio. Ahí fue donde yo supe de la existencia del libro. Esta en la web pero en pdf. Puede buscarse yendo a La opinión de málaga, después a hemeroteca y poner algun numero de junio. Luego en suplementos pinchar el del 21 de junio.
intento, no obstante poner el enlace aqui
http://www.laopiniondemalaga.es/servicios/suplementos/suplementos.jsp?pRef=2008062500_
la otra reseña que he encontrado está en El Semanal Digital del 4 de julio.
http://www.elsemanaldigital.com/articulos.asp?idarticulo=85023
Las dos son muy elogiosas. Se nota querido Topillo, que cuando la gente pone su nombre y apellido, las críticas cambian
Por cierto, respecto al comentario de Elías que tanto disgusta a Topo, tengo que decir que Elías tiene toda la razón.
ResponderEliminarElías dice (lo copio de Topo):
Un ingeniero nunca será revolucionario -es un ejecutor, no un pensador-, pero un físico o un biólogo sí. Por ello, en las administraciones públicas y en las empresas de países con pasado dictatorial reciente los ingenieros son muy demandados y el propio poder político los dota de mayor relevancia social y administrativa. (Pág. 54).
Él usa esa frase en un contexto que Topo ignora maléficamente, para justificar que en Gran Bretaña tb están descendiendo los ingenieros al igual que en Alemania o EEUU. Y eso no pasa en Grecia o Portugal con tanta virulencia
(a ver si nos leemos el librito bien, Topo)
Pero lo cierto es que en Grecia, que exitió una democracia, florecieron los filósofos y científicos. En Roma, que hubo dictadura, los ingenieros.
Lo mismo sucedió en la Florencia libre del Renacimiento o en Gran Bretaña frente a España donde casi nunca ha habido democracia.
Pero, quién se acuerda o a quién le interesa el nombre de los ingenieros que construyeron el acueducto de Segovia o las termas romanas.
Pitágoras o Arquímides, o Platón son enternos. En estos tiene razón Elías.
Pero, además, Galileo (físico) o Darwin (biólogo) sí han sido revolucionarios con su pensamiento y han trastocado los cimientos del poder político.
Por favor, que alguien cite el nombre de un ingeniero que con su trabajo intelectual haya puesto en aprietos al poder político?
Topo, no le tengas tanto resentimiento a los que defendemos las ciencias, porque como sostiene muy bien Elías, lo mejor es unir ambas culturas
Darío, me encanta que manifiestes tu estupidez desde el primer momento. Para ti las opiniones de los de ciencias sociales o letras ya están desacreditadas desde el primer momento. O las opiniones de quienes escribimos con seudónimo. Dejas claro que para ti lo importante es el argumento de autoridad, donde para ti la autoridad proviene de los estudios cursados. Eres incapaz de realizar una lectura comprensiva de textos y plantearte qué quieren decir, puesto que todo pasa por saber el currículum de quien los ha escrito. Qué cómoda tiene que ser la vida así.
ResponderEliminarElías compara científicos e ingenieros. Y no ofrece datos para justificar lo que dice. Esa es la pura verdad.
Dario, macho, aprende a criticar lo que dices. La mayoría de filósofos griegos eran extranjeros sin derechos que se dedicaban a ello pq no podían dedicarse a otras cosas.
ResponderEliminarCreo que no fue Platón el que construyó el Partenón, ni el que diseñó sus barcos. Por cierto, también los ingenieros hacen investigación.
Perdona: sí da datos: léete bien el libro.
ResponderEliminarNo obstante, ¿crees que en España, de pasado dictatorial, la administración prefiere a un ingeniero o un licenciado en ciencias? Mucha gente que aprueba, por ejemplo, la olimpiada de químicas o física, prefiere hacer ingeniería (aunque no sepan ni lo que es) porque en España está mejor vista socialmente que la ciencia. Y eso es de perogrullo.
Eso no pasa en Inglaterra o EEUU (no sé si alguna vez has estado allí, yo sí) y por eso las estadísticas que muesta Elías señalan que en esos países, las ingenierías descienden más que las ciencias, porque en algunos como Alemania es una FP de grado superior.
Y por eso Elías da los datos de China, una dictadura, en la que el número de ingenieros ha crecido de forma especxtuacular.
Yo no digo que los ingenieros no hagan ciencia, aunque, al menos en España no publican al nivel internacional de bioquímicos, biólogos moleculares, matemáticos o astrofísicos.
Pero claro que hacen ciencia y patentes (aunque según el ministerio no muchas)
Topo: yo no te he faltado al respeto. No seas tan fanático. Como te digo en otra entrada, cuando sólo hay argumentos, y no existen elementos que puedan medirse o pesarse, el criterio de autoridad sí debe tenerse en cuenta.
Que yo sepa, tú tampoco das datos. Sólo argumentos. ¿Por qué los tuyos van a valer más? ¿Porque están en un blog anónimo?
Es obvio que tú no quieres desvelar tu curriculo porque tienes miedo que, en este tema de la divulgación de la ciencia, sea peor que el de Elías.
Eso destroza la discusión limpia, que es lo que debe prevalecer en la universidad.
Lo siento Topo. Me gustaría apoyarte, pero es imposible.
Darío, has faltado al respeto en una frase gramaticalmente incorrecta: "No me extraña nada blog como éste. Seguro que el autor es de letras o ciencias sociales.". Como si ser de ciencias sociales fuera algún problema, como si mi opinión valiera menos por la formación que he recibido. Eso me parece ofensivo.
ResponderEliminarMe da igual dónde estén mejor vistos los ingenieros y dónde los de ciencias naturales, dónde descienden más rápido. Ese no es el tema. El tema es que Elías dice que los ingenieros no pueden ser revolucionarios. Insisto: ¿qué pruebas da para ello? Ninguna, absolutamente ninguna.
¿Que yo no ofrezco datos? Claro, porque no los necesito. Mi dato es la falta de evidencia aportada por Elías. Ese argumento es suficiente. No para refutar sus teorías, sino para señalar que no les puede defender.
Insisto, Elías sí ofrece datos. En el capítulo II da muchísimas estadísticas, tanto del INE como de las matrículas de universidades. También de Gran Bretaña. Y, respeto a los ingenieros, que es algo marginal, Elías señala esa opinión para poder establecer por qué en España, Grecia y Portugal, las ingeneirías no decrecen como lo hacen en Alemania (donde da datos del ZEW, Centro para la investigación de la Economía Europea) donde dice que en 2006 se quedaron en Alemania 73.000 puestos vacantes de intgenieros y científicos y que Alemania dejó de ingresar el 0.8% de su PIB. (p.65)
ResponderEliminarElías sólo da una hipótesis de por qué en España, Grecia y Portugal (y tb China), las ingenierías no están decayendo tanto como laws ciencias. Y cómo no decaen tanto las ingenierías como en Gran Bretaña, EEUU o Alemania.
este no es el núcleo del libro, que es cómo la matrícula en ciencias y el interés por las ciencias está decayendo. Y eso lo da con muchos datos que Topo no ha puesto aquí.
ha cogido unas frases al azar (como el nombre de su blog) y se ha ensañado desde la supuesta valentía que da el anonimato, porque no le gusta un libro que dice que las ciencias sociales no tienen la categoría de las naturales.
No voy a aburrir, tb Elías da datos de Gran Bretaña y EEUU. Ofrece numerosas encuestas (aunque siempre señala que no cree mucho en ellas)
es un ensayo divulgativo que, sin embargo, tiene de la página 453 hasta la 470 sólo de notas a pie de páginas.
Yo ni concozco ni tengo por qué defender a Carlos Elías. Pero me parece tan grave este ensañamiento desde el anonimato con postulados falsos, que sólo dice que, en el caso de que Topo sea profesor universtario, la universidad española está llena de mediocres inquisidores.
Insisto: el tema de La razón estrangulada no es si los ingenieros son más revolucionarios que los científicos. Sino por qué los estudios de ciencias están dismimuyendo y por qué los de ciencias de la información aumentando. Y de eso, querido Topo, se pasa Elías ofreciendo todo tipo de datos: desde encuestas de eurobarómetros hasta datos de matrícula en facultades de ciencias y periodismo. Tanto en España como en Gran Bretaña.
No puedes sacar unas frases de contexto y decir en un blog anónimo que no tiene datos, cuando, incluso, para periodismo da datos de Gran Bretaña de que la mayoría de los periodistas de Gran Bretaña proceden de Oxford y Cambridge, precisamente las dos universidades que no dan periodismo, porque tienen mucha demanda. Ofrece un informe de la Peter´s Lampl´s Sutton Trust o un artículo en The Independent escrito por el director del London School of Economics. ((p. 175)
Con todo esto me queda una duda: ¿sabes Topo que todos los numeritos pequeños que aparecen en el índice superior de las letras son notas a pie de páginas, que aquí las trasladan a las páginas finales como hacen en otros ensayos?
Si el ensayo es tan malo, ¿por qué le has dedicaco ya tres entradas en tu blog?
Como no me he leído el libro, intento sólo criticar lo que aquí decís, sin meterme con el libro:
ResponderEliminara) ¿Datos del INE? Malas fuentes tiene Carlos Elías entonces. Más le valdría ir a la pitonisa Lola.
No estoy intentando faltar al respecto, simplemente analizad los métodos que usa el INE para la recolección de datos.
b) Los argumentos de Topo no son mejores ni peores por su currículo. Einstein hizo la mayoría de predicciones sin currículo alguno. Una persona de 18 vota igual que una de 80. De hecho serían igual de válidos sin pertenecer al mundo universitario.
c) Las citas al pie de página no convierten un texto en bueno.
d) Hitler debía de ser muy bueno, pq se le han dedicado muchas entradas de blogs.
Firmado: Uno de ciencias que ha intentado hacer un estudio a base de datos del INE.
Osama Bin Laden es ingeniero... si cuenta como revolucionario.
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarHe disfrutado mucho de los comentarios y el post. Creo que se puede tener una postura relativamente ecuánime ante la supuesta distinción ciencia-humanidades; má aún, a mi juicio, ambas pueden llegar al mismo punto. Pero no he leído a Elías, ni creo que lo haga, la verdad; así que no sé decir nada del libro en sí.
Ahora bien: en cuanto a la relación entre ingeniería y, cómo decirlo, "totalitarismo" o revolución, la realidad es curiosa y compleja. Hace cincuenta años, F. A. Hayek pubicó un estupendo libro, "The counter-revolution of science", donde proponía que la "mentalidad del ingeniero" le vuelve poco sensible a los órdenes espontáneos (como la economía o el ecosistema de una pecera) y extremadamente sensible a los órdenes planeados por el ser humano. De ahí, afirma, que cuando los ingenieros se pasan a las ciencias sociales pretendan "organizar" la sociedad de acuerdo a pautas explícitas y definidas, y terminen incurriendo en la violación de las libertades individuales. (Pensaba Hayek en la planeación económica central de la URRS). Sugestivo, sin duda.
Resulta que Diego Gambetta, sociólogo de Oxford famoso por su ya clásico libro sobre el crimen organizado, ha escrito un paper inspirado en esta idea:
http://www.nuff.ox.ac.uk/users/gambetta/Engineers%20of%20Jihad.pdf
en resumen: hay entre los guerrilleros de la Jihaad un desproporcionado número de ingenieros. Por qué? Esgrime, entre otras, las mismas razones que dio Hayek hace cincuenta años.
Entonces, la relación entre "mente de ingeniero" y revolución es compleja: depende, entre otras cosas, de la organización política en que se encuentren.
(Bueno, tal vez sea un poco off topic, pero es que el trabajo de Gambetta me resulta fascinante!)
saludos
Jaja!
ResponderEliminarBTW, Hayek no "pubicó", sino que "publicó". Mi teclado es un tanto reacio!
Yo tampoco conozco a Carlos Elías y he cogido el libro por casualidad, pero me parece excelente.
ResponderEliminarEl libro no gusta porque, como buen científico, va en busca de la verdad y con datos por delante, no en busca de lo políticamente correcto.
Plantea una hipótesis que puede ser más o menos discutible y puede ser más o menos ofensiva, pero intenta ser correcta y está documentadísima.
Por cierto, para el que quiera documentarse de primera mano (como haría un buen científico) y no con extractos, discursos de después del café y opiniones segadas, el libro está disponible aquí:
http://books.google.com/books?id=De8X9bL5c04C&printsec=frontcover&source=gbs_v2_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false
Saludos.
Dejo un enlace directo sobre el que pinchar para ver el libro, ya que el anterior no es clickable:
ResponderEliminarLa razón estrangulada: la crisis de la ciencia en la sociedad contemporánea
Acabo de leer este blog y veo que representa lo peor de la universidad española: un profesor mediocre que se esconde en el anonimato de un blog anónimo (para que no se sepa lo mediocre que es) se dedica a criticar a alumnos y profesores.
ResponderEliminarPor supuesto, no merece que me identifique, aunque no tendría problema en hacerlo.
este Topo publica unos post contra un libro (que acabo de leer y me parece muy bueno) que, además, fue premio nacional de ensayo y que, encima, está escrito por alguien que es catedrático (acreditado además en Ciencias Sociales), según he visto en la web de su universidad con una simple búsqueda.
El Elías este es alguien que da la cara y no puede defenderse de insidias anónimas por Internet.
Estoy escribiendo un libro sobre inmundicia de la universidad española y creo que este blog representa la mayor de todas.
Si se critica desde el anonimato, no puede hacerse a personas con nombre y apellidos porque da la razón a los que ae quieren cargar la libertad en Internet: que no está para que proliferen blogs como éste.
Anónimo, tu inpacidad para aportar argumentos de peso es pasmosa. ¿El problema es el anonimato? Yo prefiero hablar de ideas. Si te preguntas por qué guardo el anonimato, señal de que apenas conoces la universidad española. ¿Que a Elías le han dado premios? Y a Arafat el Nobel de la Paz.
ResponderEliminarCuando quieras contraargumentar mis puntos de vista, será un placer debatir contigo. Por el momento, me mantengo en lo dicho.
Los premios de la Paz siempre son políticos. Tendrías que haber comparado con un premio Nobel de literatura, porque estamos hablando de un libro con premios y un autor premiado y reconocido por la propia academia (entre ella la de ciencias sociales que tú dices que desprecia pero a él lo han acreditado de catedrático y me da que a ti te faltarán siglos con una forma tan zafia de argumentar)
ResponderEliminar¿Qué premio Nobel de literatura se lo es sin merecerlo?
¿Qué premio Nacional de Ensayo lo es sin merecerlo?
¿Qué finalista de premios literario lo es sin merecerlo?
¿Qué autor de la colección ensayo de Debate, Cátedra o Crítica no merece estar ahí? Que son las mejores en español.
El libro es un ensayo. Opinión de su autor. No es un tratado científico. ¿Sabe usted la diferencia?
Por favor, los argumentos no pueden ser tan zafios como los que usted da.
Sus post sobre libro y autor reflejan envidia universitaria de algún compañero de Elías. Puede que de su mismo departamento. No me extrañaría
Conozco la universidad española desde hace muchos años. Estoy a punto de jubilarme: por eso no me sorprende este tipo de blogs. Me sorprende, sin mebargo, la valentía de Carlos Elías. Por eso busqué cómo lo había tratado la academia y vi que todas las reseñas son elogiosas, salvo dos, casualmente, anónimas.
Sí que conozco, desgraciadamente, lo mal que está la universidad española. Un blog como este (de crítica anónima a profesores y alumnos con nombre y apellidos) jamás la haría alguen de una buena universidad extranjera
este blog demuestra la envidia española junto a la mediocridad de sus profesores. Y, sobre todo, la cobardía de sus claustros: de ahí que no hayan salido ni grandes científicos ni grandes filósofos de los centros españoles.
Ortega decía que la Inquisición no quemó a intelectuales españoles porque no había a quien quemar.
Una verdadera pena que en el XXI se siga así. Al menos pensé que los críticos con el libro (algo que, aunque a mí me guste, me puede parece lógico) darían la cara. Mal futuro.
Este blog es un gran reflejo de cómo está el panorama, de adónde hemos llegado y para qué aplican los profesores universitarios la tecnología.
¿Dónde quedan las célebres controversias intelectuales como la que enfrentó Américo Castro y Sánchez Albornoz a raíz del polémico libro del primero (similar, por lo trangresor, en cierto sentido, al de Elías) "La realidad histórica de España"
La polémica fue mejor que el libro. Pero hoy en día todo se tapa desde el anonimato de la tecnología mal entendida.
Ninguna estadística, ningún estudio es tan elocuente del deterioro intelectual de la universidad española como la propia existencia de este blog y del enfrentamiento intelectual sobre este libro.
Aunque Elías no hubise tenido razón, la gana ya en las formas, sin ni siquiera entrar en el fondo.
¿Cómo se ha llegado hasta aquí? Qué pena que los alumnos tengan que sufrir profesores similares al autor/res de este blog. Porque la valentía intelectual es el primer requisito de todo profesor.
De ahí mi gran admiración por el joven Carlos Elías (sobre todo por su libro) y mi esperanza de que él pueda modificar en negro panorama universitario español desde su cátedra de ciencias sociales.
> Los premios de la Paz son siempre políticos.
ResponderEliminarClaro, y el resto se basan únicamente en el mérito.
http://blogs.20minutos.es/trasdos/2012/01/11/diez-disparates-nobel-literatura/
> ¿Qué premio Nobel de Literatura lo es sin merecerlo?
Por ejemplo, sin afán de exhaustividad y simplemente por escoger a un español: José Echegaray.
> ¿Qué autor de la colección ensayo de Debate, Cátedra o Crítica no merece estar ahí?
Así me gusta, valorando el libro por la tapa. La incapacidad de entrar en argumentos de peso empiezo a ser preocupante.
> Por favor, los argumentos no pueden ser tan zafios como los que usted da.
Al menos, me molesto en darlos.
Los problemas del libro de Elías son que:
a) puede decir una cosa y su contraria sin el menor rubor;
b) no justifica sus argumentos con datos; y
c) no menciona, por olvido o mala fe, datos que refutan sus ideas.
He dado en este blog ejemplos sobrados de estos tres puntos. Usted jamás ha entrado en el fondo del tema.
Por otro lado, y me repito: podrá usted estar a punto de jubilarse, pero si no comprende las razones para el anonimato, señal de que no entiende cómo funciona la universidad española.
Utilizar como argumento de mérito de Carlos Elías su condición de catedrático es incompatible con el pensamiento del propio Elías, dado el mínimo valor que le da él a los de Periodismo. Según Elías (repito, según Elías), en el mejor de los casos podemos decir que es el aventajado de los torpes.
Elías escribió un libro pobre. No desde un punto de vista personal, sino desde aquello que cabe exigirle a un libro con las pretensiones que éste tenía: rigor, coherencia, exhaustividad...
Cuando quiera entrar en el fondo del asunto, será un placer charlar con usted.
Como ve, no entro en la discusión de mi calidad como investigador, como docente o como académico. Eso lo dejo para la ANECA.
Por cierto, me encantaría saber cómo cuadra usted sus críticas contra el anonimato y su propio anonimato.
Sí que le tiene manía a la ciencia: carga contra Echegaray porque, como leyó en el libro de Elías, es matemático y recibió el Nobel de literatura.
ResponderEliminar¿Es experto en la literatura dramática del XIX? ¿Qué datos aporta? ¿Un enlace del 20 minutos?
No entraré a discutir el fondo porque usted no tiene razón.
Elías no defiende una cosa y la contraria: se basa en que los licenciados en letras y ciencias sociales españoles (donde aún está la psicología porque se puede entrar y aprobar con esa opción) son menos cultos que los de ciencias e ingeneirías, pues estos saben las dos culturas. Y, hasta este libro, siempre la discusión quedaba en tablas. Es más, había una cierta dignidad académica en los de ciencias sociales porque nadie los había desenmascarado tan bien.
Cuando alguien de ciencias, va al campo de las letras, casi siempre triunfa porque la verdadera cultura es la que tiene un tipo como Elías: licenciado en ciencias y letras (repito en ciencias y letras a la vez), capaz de sintetizar moléculas, pero tb de dedicarse al periodismo y triunfar, no sólo en la profesión sino a nivel académico.
No dice una cosa y la contraria. Los que somos de ciencias sabemos que si nos hubiésemos dedicados a los estudios sociales, hubiésemos arrasado -como ha hecho el propio Elías-
Y eso es lo que os duele: que Elías es la prueba de que alguien de ciencias que se va a las letras triunfa en la profesión (como Javier Moreno, dr. de El País y químico) o como Merkel y Rubalcaba en política y tb en la academia.
Claro que los casos son pocos, pero eso no invalida su tesis.
Los de ciencias no damos el paso, porque la política o el periodismo o la psicología nos parece una impostura intelectual. Y, porque, como muy bien señala el señor Elías, si desaparecieran los químicos, no habría energía, ni medicamentos, ni nuevos materiales; pero si desaparecieran los sociólogos, no pasaría absolutamente nada. Nadie los echaría de menos.
Si la universidad no perdiera el tiempo con carreras tan poco rigurosas como la psicología, el periodismo, la pedagogía o todas las que Elías critica, quizá le fuese mucho mejor.
Si los psicólogos, primero estudiaran química y biología y, después, psicología, no estarían tantos como están defendiendo las pseudociencias.
si hubiensen tenido el ejemplo de Elías, que para dedicarse al periodismo científico, primero se licenció en ciencias y, después, en periodismo, no estaríamos así de mal con profesores de psicología en la universidad española que solo tienen esa licenciatura que, cuando alguien ve su programa, solo observa anticientifismo.
Se escudan en los psicólogos anglosajones (que son biólogos), cuando aquí proceden de filosofía y letras.
No estamos valorando los libros por la solapa, señor Topo, estamos valorando ideas y trayectorias. Ideas que se basan en la experiencia, base del método científico.
Y lo que duele no es el libro, sino la propia existencia de un señor como Elías, que demuestra, con su sola existencia, lo que todos pensamos: lo mal (y fáciles) que están los estudios sociales en España y, sobre todo, el gran perjuicio que su existencia está haciendo a la sociedad.
Empezando por la economía y terminando por la psicología y las páginas de autoayuda escritas por psicólogos en los medios de comunicación.
> No entraré a discutir el fondo porque usted no tiene razón.
EliminarDicho esto, ¿para qué seguir?
Continúo porque usted pretende que entre en el fondo con 4.000 caracteres que da google blog y no con 500 páginas como le libro del que estamos hablando
ResponderEliminarRepito, es la propia existencia de Elías y su biografía lo que os enerva, porque por mucho que quiera un psicólogo o un periodista jamás podrá estudiar una carrera como físicas o químicas. Por una sencilla razón: su mente ha sido adoctrinada por profesores anticentíficos como muy bien sostiene el libro La razón estrangulada.
Éste es el fondo: las tesis de Elías se demuestran con su biografía, porque una biografía al contrario (alguine de letras o sociales que vaya a ciencias) jamás existirá en este país. Y lo que duele es que lo haya escrito en un libro. ¿Y cómo demonizarlo?
En un blog anónimo, no vaya a ser que si la crítica procede de alguien con trayectoria de letras (o lo peor, de ciencias sociales con ínfulas) esta se vea o como envidia o, sobre todo, como terror a que se desenmascare una impostura intelectual. Que es el gran valor del libro: nos ha hecho comprender que si ciencias es universidad, las carreras de sociales no se deberían llamar así, porque carecen de rigor.
Sólo alguien que haya vivido los dos mundos, puede exponerlo. ¿Y cuál es la refutación que se da desde el campo de letras? Un blog anónimo. Por eso no saldré del anonimato. Desde él se pueden decir las mayores barbaridades como hace usted, sin ningún temor.
Lo que me duele es que esa sea la universidad y me duele que algún día, alquien que hace eso pueda ser profesor de universidad.
Desde un libro o una reseña firmada, te pueden llevar, como mínimo, al juzgado. Pero desde un blog anónimo es muy fácil y cobarde criticar a alumnos y profesores como usted hace. Es la antiuniversidad
Y para finalizar, reitero que no estoy en todo de acuerdo con el libro, pero sí en su valentía. Y lo peor de todo es que lo mal que siempre he juzgado a mis compañeros de estudios sociales, había sido paliado al leer este libro: ¡Coño al menos hay gente brillante en las cátedras de periodismo, pensé!
Pero después me ha dado pena la mezquindad de la crítica: los contrarios en blogs anónimos y los favorables con nombres y apellidos (incluida revistas de filosofía o de periodismo como ésta)
http://www.ull.es/publicaciones/latina/09/alma/09abr/resena_elias.html
http://www.filosofia.mx/index.php?/forolibre/archivos/problemas_de_cultura_cientifica_sociologia_positivismo_y_comunicacion
o de ciencias
http://www.sebbm.com/pdf/159/r159.pdf
http://www.madrimasd.org/cienciaysociedad/resenas/ensayos/resena.asp?id=366
en fin... solo algunas que he buscado, al igual que he encontrado este blog y otros:
http://maikelnai.elcomercio.es/2010/05/01/la-razon-estrangulada-carlos-elias/
http://www.divulgauned.es/spip.php?article136
Y varios más, pero creo que me paso de caracteres. Todo para decir que esperaba más de los estudios sociales y la universidad española y que este blog anónimo lo único que hace es darle aún más la razón a Elías
Al final, resulta que el psicólogo, indigno en tanto que psicólogo, es más exigente con sus lecturas que algunos cultos científicos de otras ramas. ¿Qué nos dice eso?
ResponderEliminar