Ya hece tiempo que sabemos que la izquierda en Cataluña es un tanto peculiar, pero no pensaba que un socialista viera la luz y descubriera que flexibilizar la asignación de profesores a centros y que no dar trabajo de por vida a quienes apenas han demostrado mérito alguno podía ser un buen modo de mejorar la educación. Lo que no me queda nada claro es qué haran las familias que, con el actual modelo de asignación de niños a centros, se vean obligadas a escolarizar a sus hijos en colegios completamente divergentes de su apuesta educativa. Quizá en ese momento el PSC se dé cuenta de que estos problemas se solucionan con el cheque escolar. En cualquier caso, parece un paso adelante el que quiere darse desde la Consejería. Ya iré contando en qué queda.[La Consejería de] Educación ultima la ley que permitirá a cada centro escoger profesorado
• El 'conseller' Maragall anuncia que las escuelas tendrán autonomía para elaborar su proyecto
• Los enseñantes que se incorporen a la profesión tendrán que superar unas prácticas selectivas
El corsé que impone el modelo funcionarial en la provisión de puestos de trabajo de los centros educativos del sector público tiene los días contados. Al menos en Cataluña. Las bases para la ley de educación catalana que el consejero de Educación, Ernest Maragall, querría ver aprobada en el 2008, anuncian novedades trascendentales en ese ámbito, que incluyen desde la posibilidad de que las direcciones de las escuelas e institutos puedan seleccionar personal a que la confección de las plantillas se ajuste al proyecto educativo de cada centro. Eso es justamente lo contrario de lo que ocurre ahora, puesto que las escuelas están a expensas de las características de los enseñantes que recalan en ellas para poder acometer cualquier proyecto.
[...]
Nada más comenzar, el conseller advirtió de la primera singularidad de la nueva ley: "crear espacios de libertad". ¿Para qué? Fundamentalmente para mejorar los resultados académicos, que distan de alcanzar el umbral de lo deseable. 28 de cada 100 alumnos no logran hacerse, por ejemplo, con el graduado en ESO, el título que se expide al final de los estudios obligatorios. Y la brecha entre los estudiantes catalanes que siguen estudiando después de la ESO y los que lo hacen en la Unión Europea es abismal: 20 puntos porcentuales.
Las reformas normativas más llamativas esbozadas ayer por el titular de la Consejería de Educación para mejorar la calidad del sistema educativo atañen directamente a la organización de los centros y la composición del profesorado. Maragall prometió que los centros disfrutarán de autonomía, de forma que cada escuela "tenga personalidad y carácter propio y que todo el mundo sepa qué proyecto ofrece". El proyecto será elaborado por la comunidad educativa vinculada a la escuela o el instituto. Y a "más autonomía, más evaluación" del funcionamiento de escuelas e institutos, añadió.
martes, diciembre 11, 2007
La pública, en Cataluña, como la privada
Noticia antigua (17/11/07) que, por varios motivos, hasta ahora no había incluido en el blog.
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Muy interesante. A ver en qué queda. De todos modos, me extrañaría que los centros acabasen teniendo plena libertad para seleccionar sus plantillas. Por otra parte, ¿por qué va el director correspondiente a empeñarse en seleccionar buenos profesores? ¿Qué incentivos tiene? Y, ¿con qué incentivos va a contar para "retener" a los profesores que considera adecuados? En fin, hay muchas preguntas. En cualquier caso, se va en el buen camino.
ResponderEliminarMe temo que los ingentes derechos de los funcionarios van a chocar con este tema bastante en serio, sobre todo porque los centros ya existen y tienen su plantilla. Como mucho va servir para emplear el amiguismo o algo peor (los contactos políticos) para que los traslados sean casi a dedo.
ResponderEliminarEsto ya ocurre en la Universidad, donde no hay un claro derecho a traslado (bueno, la nueva ley dice... pero ya veremos) y en lugar de servir para algo bueno, es para mal.
Si se comienza de cero, esto puede ser útil, pero, de nuevo hay experiencias y no han funcionado. La Carlos III tiene venia para hacer lo que le da la gana (hay que ver los resultados de los concursos del departamento al que pertenece un conocido secretario general de política educativa para hacerse una idea) y lo que hace es montar (más) reinitos de taifas.
Javier
Wonka:
ResponderEliminarYo creo que un director sí que puede tener ciertos incentivos en seleccionar a los mejores. Un mal profesor 'asilvestra' a los alumnos y son los otros profesores los que tienen que cargar con ello. Es probable que el claustro presionara para captar a los mejores y el director, si quiere algo de tranquilidad y ser elegido de nuevo, tendrá que ponerse a ello.
Como tú expresas, quedas muchas preguntas, y relevantes, por contestar. Creo que es un avance... aunque lo mismo nos encontramos con lo que cuenta Javier. Intentar 'jugar a lo privado' pero sin los riesgos de lo privado puede acabar mal.
En otra comunidad lo están montando también, poco a poco y sin grandes alharacas. La idea es coger un centro que no funciona bien, "cerrarlo" (en lo que a docentes se refiere, no a alumnos) y volverlo a abrir con un equipo directivo voluntario con capacidad para seleccionar profesores entre los docentes (hay un concurso de proyectos o algo así).
ResponderEliminarSi los resultados del centro son buenos (en una evaluación externa, no en las chorradas que pretende Maragall), hay dinerito en la nómina. Si son malos, se vuelve a empezar el proceso. Si son regulares, no habrá dinerito.