1. Porque las familias han delegado en los colegios la formación de sus hijos. Una tasa alarmante de padres españoles, cuando se les pregunta sobre quién es responsable de la educación de los chavales, si la familia o el colegio, responden la segunda opción.
2. Porque el modelo educativo es tremendamente rígido. Los colegios no tienen apenas margen para seleccionar profesorado o fijar objetivos. Los padres apenas tienen libertad de elección de centro. Aquí ni se cierran colegios ni se despide a profesores. En la España actual nos creemos que acercar la gestión a los ciudadanos se acaba en la puerta de la Consejería Autonómica.
3. Porque quienes optan a ser profesores, en general, es gente de baja formación y capacidad intelectual no especialmente elevada. La formación en las Escuela de Profesorado es de risa y el nivel de los que entran (tal y como apunta la nota media de entrada) no es de lo más brillante.
4. Porque la selección de profesorado no sirve para seleccionar a los mejores. Los interinos, cuyo gran mérito es haber demostrado en convocatorias anteriores que no eran suficientemente buenos como para merecer plaza fija, acaban colocándose casi seguro. El sistema de oposición parece especialmente diseñado para anular cualquier fiabilidad y validez de la prueba.
5. Porque a los sindicatos les importa relativamente poco la educación. A los sindicatos les importan los profesores, como es natural. Y no los que pueden venir, sino los que ya están. De ahí el cachondeo con los interinos. Que los profesores vayan muy bien no necesariamente implica que la educación vaya bien. Además, el alarmismo propiciado por algún sindicato, favoreciendo la imagen de que los colegios e institutos son la selva, ayuda a disuadir
6. Porque vivimos en una sociedad que quiere llevar en algodones a los niños. Nada le puede costar esfuerzo a un niño; limitar a un niño en sus deseos casi es sinónimo de frustración y lacras psicológicas. En estas condiciones, ¿cómo vamos a conseguir que los chavales claven codos y estudien, algo tan contrario a la voluntad de muchos? El paso por Primaria es un paseo triunfal. Cuando empiezan a pedirles que pongan algo por su parte, que algo más que estar en clase, carecen de todo hábito.
7. Porque hemos dejado de creer que hay chavales a los que les gusta aprender y estudiar. Que desean saber los porqués del mundo. Que no quieren un profesor que les haga hacer aviones de papel, sino que les enseñe algo de aeronáutica.
8. Porque a los políticos les da igual la educación.
9. Porque ahora los colegios sirven para todo: para Educación Vial, para Educación para la Ciudadanía, para Educación Medioambiental, para Educación por el Consumo Responsable, para Educación en Hábitos Sanos de Alimentación, para Educación en el Orgullo Nacional... Y tanto, tanto se quiere que hagan las escuelas, que hemos conseguido que dejen de hacer la labor básica que tenían encomendada, la educación y la instrucción, sin más calificativos.
10. Porque las nuevas generaciones de profesores no tienen ni idea de lo que necesita un niño y de cómo tratarlo. Necesita un adulto, una figura de autoridad, de guía, de referencia, de enseñanza. No quieren un amigo, que para eso ya tienen a muchos compañeros de su edad entre los que elegir.
11. Porque nos hemos creído que los niños tenían que hacer sólo lo que les apeteciera. Nos hemos vuelto locos pensando en cómo motivarlos, olvidando que esta vida está llena de cosas que, simplemente, toca hacer.
12. Porque hemos pensando que había que ir al ritmo del más lento. No nos hemos dado cuenta de que, muchas veces, si el grupo decelera, también el más retrasado aminora el paso. Amoldarse al más lento suele llevar a quedarse parado.
Impresionante síntesis, Topo. Enhorabuena.
ResponderEliminarLo peor de todo esto, para los que tenemos hijos, es que la mayoría de las variables están fuera de nuestro control. La sensación de impotencia es deprimente. Y el próximo gobierno sacará la ley n+1 para no tocar nada de esto.
Sí, excelente síntesis. La suscribo del todo, como te puedes imaginar. A los padres, si tuviéramos suficientes redaños, lo que nos queda es el homeschooling.
ResponderEliminar13. Porque los actuales profesores de futuros profesores son, en ocasiones, personas que leían ostentosamente un periódico en clase mientras el profesor explicaba y, cuando el docente los llamaba al orden, tenían el descaro de responderle que ellos eran policrónicos.
ResponderEliminarA mi me falta un motivo, que no tienen acicate económico-social. La cultura hace tiempo que no es garantía de mejora ninguna y las nuevas generaciones se han apercibido de ello. Quizás los del bay-boom fuimos los últimos que nos creimos que estudiar y la cultura del esfuerzo era una garantía para mejorar en la vida. Ahora nos damos cuenta que quienes tienen crédito socioeconómico no son los más preparados, que nuestros padres proporcionalmente y con menor nivel académico vivían mucho mejor. Que todo era mentira.
ResponderEliminarSi tu hermano pequeño se da cuenta que al estudioso mayor le roban la zanahoria ¿por qué va a estudiar?¿por el palo?
Iba a comentar, pero iba a decir exactamente lo mismo dque Roke Iñaki. Esa es la razón número uno en mi opinión.
ResponderEliminarRoke, Sergio:
ResponderEliminarCreo que todavía sale a cuenta estudiar. Los datos apuntan a que los universitarios ganamos, en promedio, más dinero que los menos años de formación. No sé si esta situación se mantendrá mucho o no, pero, por el momento, sigue saliendo a cuenta invertir en formación.
Entiendo lo del ganar más como impulsor pero siempre que lo oigo resuena el eco de aquella palabra olvidada que era, en una galaxia muy muy lejana, "vocación".
ResponderEliminar¿Ya no hay de eso?
Seré un bicho raro pero puedo juraros que cuando me metí en Biológicas la posibilidad de ganar dinero era aún más remota que ahora. No se estudiaba porque "saliera a cuenta" sino porque era lo que te gustaba.
Ahora que lo recuerda Ángel, los estudiantes encuentados señalan como motivo básico para seleccionar la carrera la vocación.
ResponderEliminarA lo que Roke y Sergio podrían contestar que es el resultado esperable: los no vocacionados ya se han marchado a ganar dinero por ahí.
Claro Angel, en tu época, en la mía y en la de mis alumnos está claro que de biólogo no se forra ni dios, pero tampoco creo que esperen que van a terminar matando cucarachas, haciendo de payaso en fiestas infantiles, de mozo de almacén, de azafato de tierra, de camarero, etc... Eso se lo preguntas y ni uno te contesta que lo asuma, con la vocación va la ilusión, con la ilusión las expectativas y con las expectativas una realidad de míseros trabajos (no lo digo por mi) y una hipoteca de por vida.
ResponderEliminarLos médicos y otras muchas profesiones "estudiosas" también tienen vocación y salen todos colocaditos a la primera de cambio.
Tampoco priorizo la simple remuneración sino la mejora socioeconómica en general.
Aupa las profesiones no reguladas y los 100.000 licenciados al año, gran planteamiento.
Todos los aquí presentes terminamos en el lado romántico de primar la vocación por encima del rendimiento pero tarde o temprano debemos admitir el lado oscuro y oculto de la vocación en una generación completa de licenciados no demandados...
De acuerdo contigo, Topo. Muy bien sintetizado.
ResponderEliminarA los puntos 2 y 3 añadiría que a los procesos de selección se presenta gente increíblemente mal preparada, como pude comprobar corrigiendo oposiciones hace unos años. Coincidíamos en que los que ganaron tenían un nivel de Selectividad, no de 3º años de carrera.
También muchos profesores válidos han terminado o terminarán marchándose, porque no sirve de gran cosa la preparación que se nos da.
Soy Doctor en Hª y con algún título extranjero, todo ello pagado de mi bolsillo, pero ninguna de las dos cosas vale un pijo en el entorno de la escuela actual, en que se priman cursitos de CPR sobre cualquier chuminez más o menos políticamente/tecnológicamente correcta.
Roke, soy licenciado en Psicología. Era un chiste habitual (que supongo que ya he contado acá) el de...
ResponderEliminar-->
¿Qué le pide un psicólogo sin trabajo a un psicólogo con trabajo?
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Un Whopper doble, por favor.
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Cuando uno elige la carrera, piensa que el trabajo lo conseguirá seguro, que es muy duro trabajar ocho horas o más al día en algo que no te gusta y que qué bonita es la Biología/Psicología. Años más tarde uno descubre que más duro era ganar menos lo que necesitaría para tener casa y familia o acabar en trabajos que simplemente aceptar que está ahí ya es un reto para la autoestima.
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Anónimo:
A ver quién se atrave a levantar la tapa de la cloaca de la pobre preparación de los profesores. Los hay estupendos, claro, pero el sistema actual de oposición es un coladero que no consigue dejar fuera a los malos. Y, mientras, las Consejerías de Educación pagando de cursos de formación de profesorado (que dan acceso a más sueldo) de Pilates o de Danzas del Mundo, fundamentales, como todos sabemos, para un profesor de Matemáticas.
También a mí me parece una muy buena síntesis. Sigue con post como éste.
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