Realmente, es un dilema que se me planteó mientras que ayer jueves iba desde los Ferrocarriles hasta mi despacho.
Imaginen que son ustedes profesores de centro público. Ven aparecer a una chica con una minifalda tendente a cinturón ancho y una camiseta que pone en letras perfectamente legibles: 'Por unos pocos euros te hago un favor'.
¿Qué considerarían que cabe hacer? En el de caso de considerarlo oportuno, distingan entre la condición de alumna de Primaria, Secundaria o Bachillerato.
Imaginen que, en el caso de que consideraran adecuado ponerse en contacto con los padres, ellos les responden con algo parecido a "No veo qué tiene de malo esa camiseta. A nosotros nos parece graciosa y transgresora, lo que a los niños les encanta".
Detrás de esto, mis cuestiones de fondo: ¿puede la escuela pública adoptar una moral más restrictiva que la ley?; ¿el imperio de la ley está destrozando el sentido común educativo?
El sentido común se perdió cuando suprimieron los uniformes.
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