sábado, julio 01, 2006

Los congresos

Fases en la asistencia a congresos:

1.- La palabra congreso suena como con oes muy abiertas. Cooongresooo. Suena a ciencia en acción, verdades en estado puro, conocimiento derramándose por las salas. Cuando va hacia sus primeros congresos, espera volver más sabio, más listo... incluso más guapo.

2.- Los congresos no son para tanto. A uno le meten en mesas con gente que trabaja en algo que no tiene nada que ver con lo que investiga uno. Está organizado de tal modo que es imposible poder ver a quienes uno querría oír y aquellos que te gustaría que te escucharan no van a tus comunicaciones. Uno va, básicamente, porque hacen currículum. No dejan de ser puntillos para los baremos.

3.- Mal que bien, uno ha ido conociendo gente del área con el paso del tiempo. ¿Qué ocasión más propicia que un congreso para verlos de nuevo? Van al congreso el primer día, recoges el material y rondas los pasillos a ver con quién te encuentras. Si te cuadra y no da mucha pereza, ya irás a escuchar a alguien.

4.- ¿Quién paga los congresos? El proyecto. ¿Quién paga el proyecto? El ministerio. Así que qué alegría que gracias a los impuestos de todos yo me puedo ir unos días de turismo por esos mundos de Dios. ¿Acaso los congresos se organizan en cuidades o países feos y sin mérito? La última fase es considerar los congresos como un complemento al sueldo, un pago es especie, unos días de turismo relajado por algún lugar no visitado anteriormente.

Eso, al menos, mientras que uno va a congresos de 'segunda categoría'. Si tuviera la suerte de ir a los importantes (Estados Unidos y un gasto que nadie me cubre) supongo que tendría otra idea.

Dicho lo cual... hasta dentro de unos días, ¡que tengo congreso!

3 comentarios:

  1. Yo no he ido jamás a un congreso que me haya aportado nada. En un congreso nacional, aunque tenga revisión previa exigente, tus colegas no te suelen hacer ninguna crítica constructiva (darte caña porque eres competidor o para saldar antiguas deudas tuyas o de tus jefes sí ocurre) ya que, al fin y al cabo, son competidores tuyos.

    De hecho, si te toca exponer a primera hora del segundo día, lo más probable es que en la sala estén el moderador y los cuatro o cinco primeros ponentes.

    Es verdad que, en muchas ocasiones, la asistencia a un congreso queda financiada por un proyecto de investigación. Eso ocurre en mayor medida cuando estás arriba en la pirámide jerárquica. Yo me he pagado de mi bolsillo muchos congresos nacionales e internacionales cuando era un ayudante en edad de hacer méritos.

    De hecho, considero que ir a un congreso a contar lo que estás haciendo es darle información privilegiada a tus colegas competidores. Algún día querrás publicar en una revista lo que has llevado al congreso y tus colegas sabrán que es tuyo porque símplemente con hojear el libro de actas ya te tienen identificado.

    Mis experiencias con congresos internacionales de postín es más o menos parecida. En el fondo, son un negocio para el organizador y se acepta de todo. Bueno, menos bueno, malo y muy malo.

    Y, la verdad, la idea de ir de vacaciones a un congreso no me atrae demasiado (seré yo). Si tengo que llevar el porta-trajes ya no me relajo. Las vacaciones son vacaciones y el trabajo es trabajo.

    Aprovecho para lanzar una pregunta: ¿Cuánto debe valer (en un tribunal de habilitación, por ejemplo), un trabajo que se presenta en un congreso internacional y que luego se publica en una buena revista? ¿Lo contamos dos veces? El trabajo (el mérito investigador) es el mismo en un 90%.

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  2. Si la comunicación de congreso se publica exactamente tal como era en una revista soy partidario de contar lo de la revista y descartar la comunicación. Pero hay casos donde lo que se selecciona para una revista es la comunicación revisada y ampliada, en ese caso debería contar ambas cosas. Yo tengo una que pasó de comunicación de 6 páginas en congreso a 14 en revista.
    Finalmente, si sólo es en un congreso yo, normalmente, no lo cuento ;-)
    Y es que publicar en congresos es hoy tan fácil y hay tan poco filtro que es como suponer que se dan clases: va de suyo.

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  3. Querido topo universitario. Aunque suelo ser un lector habitual de tu blog, tengo que decir que este artículo sobre los congresos me parece una tontería de principio a fin y te voy a decir por qué:
    1- "A uno le meten en mesas con gente que trabaja en algo que no tiene nada que ver con lo que investiga uno". Querrás decir que no investigan exactamente en lo mismo que tú pero imagino que comparten tu mismo campo de investigación (de lo contrario no estás eligiendo acudir a los congresos adecuados). Sólo por eso puedes extraer buenas ideas del trabajo de los demás.
    2- "Está organizado de tal modo que es imposible poder ver a quienes uno querría oír y aquellos que te gustaría que te escucharan no van a tus comunicaciones." ¿Cóooomo? Puede que dos o varias comunicaciones que te gustaría escuchar coicidan en el tiempo, pero siempre le puedes pedir al autor de algua de ellas que te pase el trabajo para leerlo con tranquilidad. En cuanto a que otros no acudan a tu charla, puede que haya otras más interesantes al mismo tiempo y/o que no hagas interesantes tus charlas.
    3- "Uno va, básicamente, porque hacen currículum. No dejan de ser puntillos para los baremos." ¡Toma!Y los artículos también son puntillos para los baremos. Creo que son muy pocos los que investigan por amor al arte exclusivamente. Somos humanos y también nos gustan las ventajas materiales del trabajo bien hecho.
    4- "Si te cuadra y no da mucha pereza, ya irás a escuchar a alguien." Sin duda hay mucha gente que no acude a las charlas, pero otra mucha sí lo hace. No creo que sea una generalización justa la que haces.
    5-"Así que qué alegría que gracias a los impuestos de todos yo me puedo ir unos días de turismo por esos mundos de Dios. ¿Acaso los congresos se organizan en cuidades o países feos y sin mérito?" Pues yo he visto congresos en ciudades tan feas como Eindhoven o países tan problemáticos como Irán. En este punto comparto la opinión de un comentario anterior, el trabajo es trabajo y las vacaciones, vacaciones y para mí es imposible estar de vacaciones e ir al congreso al mismo tiempo.

    En mi opinión, los congresos son una herramienta fundamental de comunicación entre los investigadores, aunque para aprender hay que poner algo de nuestra parte. No por estar en el mismo sitio y a la misma hora que un orador, su conocimiento va a pasar a nosotros sin esfuerzo. De igual manera que ocurre en las clases magistrales que damos a nnuestros alumnos.

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