lunes, julio 10, 2006

Infanticidio

Un macho adulto establecido en una manada suele mostrarse amable con las hembras y con los cachorros engendrados por él o por sus parientes, pero un miembro de un grupo de machos llegados de otro lugar se comporta de manera muy diferente: es probable que mate al menos a algunos cachorros de la manada al tomar posesión de ella. Esta conducta violenta y esta aparente inadaptación resultaban antes desconcertantes, ya que no es corriente que los mamíferos maten a los jóvenes de su propia especie. Sin embargo, con el estudio de la vida de los leones en manadas a lo largo de varios años, se ha comprobado que, si los machos matan cachorros al instalarse, es probable que dejen más descendientes propios. El macho no está emparentado con los cachorros que mata, pero al matarles puede que su madre tenga descendientes suyos (al mostrarse receptivas de él poco después de la muerte de su último cachorro). Por otra parte, los cachorros de este león también sobrevivirán mejor sino están cachorros de más edad para competir con él. Por eso, matar cachorros en estas circunstancias es un acto adaptativo y, como otros aspectos de la conducta del león, constituye una faceta del proceso de selección de estirpe en plena acción.
Texto sacado de acá. Por si la fuente no pareciera muy fiable, información sobre el mismo tema pueda encontrarse en Lion Research Center. Por suerte, los seres humanos no tenemos nada que ver con los leones, ¿verdad?
En la actualidad, entre los indios aché de Paraguay, cuando muere un hombre en una pelea a garrotazos, los demás suelen tomar la decisión colectiva de matar a sus hijos, aunque tengan madre. La antropóloga Kim Hill cita el caso de un niño de trece al que dieron muerte después de que su padre falleciera en una pelea de esta clase. En conjunto, la tasa de mortalidad de los niños aché hijos de padres que han fallecido es diez veces mayor que la de niños con padres vivos. Así son las fuerzas hostiles de la naturaleza para los aché.
Sacado de 'La evolución del deseo', un muy recomendable libro de David M. Buss. También vale la pena darle la pena una lectura a la entrada de infanticidio en la Wikipedia (inglés).

La 'marca de la tendencia al infanticidio' llega hasta nuestros días. La probabilidad de que un padrastro mate a un hijo de su pareja es mayor que la probabilidad de que lo haga un padre biológico. Para ambos grupos, claro, la probabilidad es muy baja. (Leído en 'La tabla rasa' de Steve Pinker. Tendría que revisarlo para encontrar el artículo concreto al que hacía referencia).

En estas condiciones, ¿sería adaptativo, con vistas a reducir el riesgo de infanticidio, que un recién nacido se pareciera altamente a su padre? ¿Sería una buena estrategia tener a toda la familia de la madre remarcando el parecido con el padre? Enlazo con una entrada de Wonka, donde podrán acceder y leer material muy valioso al respecto.

2 comentarios:

  1. No sabía que habían traducido "The evolution of desire". A ver si lo leemos en España; es extremadamente esclarecedor.

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  2. Desde luego, estoy a la última. Resulta que el libro lo publicaron en español en 2004. Ejem.

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