miércoles, agosto 23, 2006

Lenguas más allá de cuidadanos

Establece el Estatuto de Cataluña en el artículo 6. 1. que la lengua propia de Cataluña es el catalán. Se establece como lengua propia el catalán por entender que una lengua desarrollada en el propio territorio ha de tener preeminencia sobre otra lengua 'importada' (obviamente el hecho de que fue 'importada', en muy amplia medida, libremente). Una vez establecido esto, se marca que, como tal, el catalán es la lengua de uso normal y preferente de las Administraciones públicas y de los medios de comunicación públicos de Cataluña, y es también la lengua normalmente utilizada como vehicular y de aprendizaje en la enseñanza. Se efectúa un salto, que se pretender lógico y necesario (sólo así se entiende la falta de justificación del mismo), entre lengua autóctona y lengua preferente.

Resulta complicado atribuir derechos a las lenguas generadas en territorios concretos, si no es desde la consideración de que los habitantes de tales territorios tienen la voluntad de concederles tales derechos. La preeminencia de ciertos idiomas sobre otros no guarda relación alguna con los lugares de origen de los idiomas, sino con lo que libremente deciden quienes realmente cuentan con derechos, que son las personas. Incluso podría decirse que las lenguas carecen completamente de derechos; quienes gozan de ellos son las personas. Los (supuestos) derechos del catalán no son más que una manifestación del derecho de los catalanes a hacer de esa lengua su idioma preferente.

Es importante señalar que el origen de una lengua en un cierto territorio no ha de verse reflejado en una voluntad por parte de los habitantes ese lugar por hacer de tal idioma su lengua preferente. Si mañana murieran todos franceses, quedando ese país vacío, aquellas personas que lo repoblaran estarían en libertad de elegir el idioma que buenamente prefirieran para fijar como lengua de comunicación entre ellos y la Administración. El francés sería una posibilidad, no una imposición. Sin necesidad de inventar ejemplos, esto puede verse en la multitud de países que, habiendo sido colonizados, han decidido hacer de la lengua de los colonizadores la lengua propia y oficial del lugar. Esta diferenciación entre lengua oriunda y lengua preferente puede verse claramente dentro del propio Estatuto de Cataluña: la lengua occitana, denominada aranés en Arán, es la lengua propia de este territorio y es oficial en Cataluña, de acuerdo con lo establecido por el presente Estatuto y las leyes de normalización lingüística (artículo 6. 5.). Ahí se marca el aranés como propio de un territorio, pero no se señala en momento alguno que este idioma sea lengua preferente en ese lugar.

Así, si el lugar de nacimiento de las lenguas (autóctonas vs. importadas) no supone necesariamente priorización de las primeras sobre las segundas, ¿cuál puede ser el criterio para jerarquizarlas? Un Estatuto, una Constitución, un texto legal cualquiera, marca los modos de convivencia entre personas. A nadie se le ocurriría legislar sobre los meses del año en los que se permitirá que llueva o nieve. Si las leyes se refieren a personas, parece razonable considerar que han de ser las personas marquen lo que en los textos legales se vaya a decir. Pero no unas personas soñadas, nuestro sueño de futuros habitantes de un territorio, sino las que actualmente viven en él. Ciertas partes de las leyes han de limitarse a ser descripciones acertadas de lo que ya está ocurriendo.

Para conocer la realidad lingüística de Cataluña, el Instituto de Estadística de Cataluña ofrece una amplia información. Veamos qué lengua consideran como lengua propia (lengua que la persona entrevistada considera como su lengua; lengua con la que la persona se identifica, según la definición en los estudios) los residentes en Cataluña de quince o más años:

Los habitantes de Cataluña¹ consideran el catalán como lengua propia en mayor proporción que el resto de idiomas. Pero también su puede ver que el castellano es considerado por más de la mitad de los residentes en Cataluña como lengua propia (suma de castellano más ambas), como una lengua con la que mantienen estrechos lazos afectivos.

A la vista de estos datos, parece excesivamente atrevido el contenido del artículo 6. 1. del Estatuto, aquel en el que se marca el catalán como lengua preferente. Se ve que los legisladores no han tenido voluntad de reflejar lo que realmente ocurre y se vive en Cataluña. No parece descabellado considerar que han plasmado más un deseo (ojalá los catalanes sintieran el catalán como lengua propia) que una realidad (poco más de la mitad de los catalanes la sienten como propia). Han redactado un modo de conseguir hacer lo real lo que ahora sólo es una aspiración: definir algo según lo que quisiéramos que fuera puede ser un buen medio para mover al cambio. O, quizá, se redactó una norma no pensando en los catalanes que gozan de tal consideración por derecho, sino únicamente en los que según la ideología de los legisladores merecen ser tenidos por tales.

Decía anteriormente que las lenguas tienen los derechos que les conceden quienes pueden hacerlo, que son las personas. Quienes votaron (o dejaron de hacerlo) en el referéndum sobre el Estatuto catalán llevaron a la aprobación del texto. Se aceptó un texto que no refleja la calle. Se han jerarquizado lenguas por encima del modo de hablar y relacionarse emocionalmente con los idiomas los cuidadanos que mueven que Cataluña.

Sirva esto de introducción para hablar de las lenguas en la universidad catalana. Los siguientes 'capítulos', en próximos días.



¹ No todos los residentes en Cataluña gozan del estatus político de catalanes, dado que sólo pueden considerarse tales los ciudadanos españoles que tienen vecindad administrativa en Cataluña (artículo 7. 1.). Según mis cuentas, el 88.5% de los residentes en Cataluña tienen nacionalidad española. Así que, por muchas correcciones que se quieran hacer a la tabla de datos presentada, por considerar que los residentes no catalanes pueden inflar la proporción de personas que sienten el castellano como lengua propia, este idioma jamás podría ser considerado 'marginal'.

4 comentarios:

  1. Es un tema bastante complejo, ese punto viene a reflejar lo que ya era una realidad administrativa en Cataluña. Hasta ahora legalmente todo era en castellano y catalán, pero para recibir las cosas en castellano (por ejemplo, un examen de selectividad) tenías que reclamarlas, con lo que ello supone (en un examen podía ser la mitad del tiempo para completarlo).

    Es en realidad, meter en el estatut la ley de normalización lingüística aplicada por CiU durante años y años.

    Lo que es discutible para mucha gente (me guardo mi opinión) es que el castellano llegase libremente a Cataluña. Muchos te hablarán de lo que hizo Franco con el catalán y otros muchos de lo que hizo Felipe V. Nadie te hablará de la realidad social. Y nadie te dirá que la lengua es una herramienta, no un "arma".

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  2. Efectivamente, anso, en ese punto del Estatuto se recoge lo que ya era norma, aprobada cuando CiU gobernaba la Generalitat y el PP estaba en su primer mandato.

    Creo que el castellano llegó, en muy gran medida, libremente a Cataluña. El castellano era una herramienta muy útil, lo que la hacía atractiva. Para ver este punto de vista desarrollado puede leerse alguno de los libros de Juan Ramón Lodares sobre las lenguas españolas. También está bien el de Irene Lozano, de 'Lenguas en guerra'. Pero ese no es el tema.

    Si uno cree que el castellano no llegó libremente a Cataluña, también tendrá que considerar que el francés no se extendió respetando voluntades por Francia. La apisonadora del francés fue mucho más intensa que la del castellano, como demuestra la variedad de idioma que quedan en un país y en el otro. Pero los franceses no discuten sobre esto, sobre el pasado, sino que miran lo que hay actualmente.

    Uno no puede legislar según lo que fue Cataluña ni según lo que pudo haber sido, sino que el criterio debería ser lo que en estos momentos es.

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  3. El problema es que en este caso se legisla según lo que les gustaría que fuese, en este caso, volviese a ser, importando poco las realidades sociales.

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  4. Joder, que si Franco hizo, que si Felipe V deshizo... ¿pero todos esos no están muertos?

    Yo creo que hay que ver la realidad de ahora; y la realidad es que vivier en español enCataluña es difícil en cuanto te acercas a la Administración, porque todo viene "de fábrica" en catalán y si quieres cualquier cosa en español tienes que molesarte en solicitarlo.

    Yo estoy a favor del bilingüismo, entendido como igualdad de oportunidades para los dos idiomas y eso no pasa en Cataluña.

    Como dijo alguien de allí sobre la enseñanza en español en los colegios públicos: si quieren estudiar en español que vayan a un colegio especial en español, o acaso ¿no hay colegios especiales en japonés en Barcelona?

    No me j... Esta apisionadora que se intenta con el español sólo produce rechazo, por lo menos a mí. Y que Franco hiciera lo mismo pero al revés hace cincuenta años me la trae un poco al fresco, porque ese señor dictador ya murió y ahora se vive en democaracia y se debe respetar la libertad de todos; aunque algunos sñores no quieran enterarse.

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